SAPOS Y PRINCESAS
Los hábitos saludables, como la educación, se adquieren en casa:
alimentación, higiene, ejercicio y, cómo no, compartir momentos en
familia para asentar la base de nuestra comunicación y enseñar a los
niños nuestros valores.
Decálogo de hábitos saludables
- Automatizar el desayuno, el almuerzo y la cena Establece los alimentos más adecuados para cada comida y hora del día.
- Comprar alimentos sanos Crearás un buen hábito en los niños si cuando tengan hambre es lo que encuentran en casa para comer.
- No pasar hambre Para mantener un peso sano debemos comer varias veces al día. Entre horas son recomendables la fruta o los lácteos, por ejemplo.
- Higiene personal Los niños desde que son pequeños deben lavarse los dientes al menos dos veces al día. También hay que acostumbrarles a lavarse las manos antes de cada comida y enseñarles a ducharse correctamente.
- Hidratarse correctamente Beber líquidos durante el día, sobre todo mucha agua, e hidratarse bien antes y después de hacer ejercicio.
- 20 minutos de ejercicio al día Caminar, patinar, montar en bici, subir escaleras... No hace falta ir al gimnasio para estar en forma.
- Jugar y hacer planes en familia Reserva algo de tiempo al día para jugar y que los juegos sean lo más activos posible. El fin de semana haced planes juntos.
- Cenar (o desayunar) juntos a diario Aprovechad para contaros las cosas del día. Apagad la tele y dejad los teléfonos y tabletas lejos de vuestro alcance.
- Leer antes de acostarse Cread el hábito en los niños de leer antes de dormir contándoles historias en la cama desde que son pequeños.
- Dormir adecuadamente Los niños de 5 a 12 años deben dormir entre 10 y 12 horas por la noche, y los adultos y adolescentes en torno a las 7 u 8 horas.
7 Hábitos de higiene personal imprescindibles
Adquirir hábitos de higiene saludables es fundamental para nuestro
bienestar y es importante que tanto en casa como en el colegio seamos
capaces de transmitir a los niños la importancia de los mismos. Con una
buena higiene estamos evitando que los niños caigan enfermos y
fomentando el bienestar personal y las relaciones interpersonales.
1. El niño ha de disponer de todos los útiles necesarios para su aseo
Este es el primer paso para acostumbrarle a usarlos. Desde que son muy
pequeños los niños han de disponer de su propio cepillo y pasta de
dientes, peine, su jabón, toallas...y sentirse responsable de ellos.
Además de los que tiene en casa, hemos de acostumbrarle a llevar una
pequeña bolsa de aseo diario con al menos cepillo y pasta de dientes,
sobre todo si come en el colegio.
2. Lavado de manos y uñas
Las manos son uno de los vehículos más importantes de transmisión de
infecciones, por lo que tenemos que poner mucha atención en que las
tengan siempre limpias. Han de aprender a lavarse correctamente con agua
y jabón sobre todo antes de manipular alimentos y comer, después de
tocar animales, antes y después de ir al baño y, por supuesto, cada vez
que estén sucias. Es recomendable empezar este hábito y rutina entre los
12 y 18 meses, ayudándolos para que poco a poco lo puedan hacer ellos
de forma autónoma.
3. Ducha o baño diario
Si hacemos de la hora del baño algo divertido, no nos será difícil
establecer una rutina. A medida que van creciendo tenemos que enseñarles
cómo lavarse bien cada parte de su cuerpo para que vayan adquiriendo
autonomía. Es preferible que el baño sea por la noche y a la misma hora,
antes de la cena.
4. Cabello
No es necesario lavarse el pelo cada día, pero sí llevarlo aseado. Para
ello, hemos de enseñar a los niños a cepillarse cada día el pelo y, si
lo tienen largo, a peinárselo. Cuando tengan edad de empezar a lavárselo
solos, han de aprender a enjabonarlo y sobre todo aclararlo
adecuadamente para que no les queden restos de jabón. Aunque hay que
fomentar su autonomía, tendremos que estar pendientes durante algún
tiempo y supervisar que se han lavado el pelo de forma adecuada.
5. Dientes
Cepillarse los dientes después de cada comida es un hábito fundamental
que los niños han de aprender desde edades tempranas para prevenir
caries, mal aliento y posibles enfermedades. Sobre los 18 meses podemos
ir enseñándoles solo con el cepillo para que vayan tomando contacto y a
partir de los 3 años pueden utilizar pasta de dientes especial para
niños. Tendremos que estar encima para que no se olviden de cepillarse
los dientes y supervisar que lo hagan correctamente, siendo el más
importante el cepillado de antes de dormir, ya que es por la noche
cuando la proliferación de bacterias es más activa. Los dentistas
aconsejan que el proceso dure alrededor de 10 minutos. Estos son los
pasos para un cepillado correcto:
Mueve el cepillo hacia atrás y hacia adelante en movimientos cortos, recorriendo bien la línea de la encía.
Utiliza el mismo movimiento para cepillar las superficies externas, internas y de masticación de los dientes.
Usa un movimientos para cepillar la lengua, las mejillas interiores y el techo de la boca. Cepilla diente por diente en movimientos circulares suaves.
Usa el hilo dental para limpiar el espacio que hay entre los dientes.
Mueve el cepillo hacia atrás y hacia adelante en movimientos cortos, recorriendo bien la línea de la encía.
Utiliza el mismo movimiento para cepillar las superficies externas, internas y de masticación de los dientes.
Usa un movimientos para cepillar la lengua, las mejillas interiores y el techo de la boca. Cepilla diente por diente en movimientos circulares suaves.
Usa el hilo dental para limpiar el espacio que hay entre los dientes.
6. La nariz
Los catarros, alergias y resfriados producen mucosidad, y su exceso
puede obstruir las fosas nasales y dificultar la respiración. Para
eliminar el moco, hemos de enseñar a los niños a sonarse la nariz,
llevando siempre pañuelos limpios y evitando tocarse la nariz con las
manos sucias.
7. Higiene en el WC
Cuando los niños empiezan a ir al baño solos, han de aprender a
limpiarse bien ya que los genitales, al estar tan próximos a los
orificios de salida de la orina y las heces, son una parte del cuerpo
que requiere de especial atención. Después de defecar hay que limpiarse
bien, utilizando papel higiénico suficiente de forma que no queden
restos (el último trozo de papel usado deberá quedar limpio). Las niñas
deben limpiarse hacia atrás para no arrastrar restos de heces a la
vagina. Después de utilizar el water, tirar de la cadena y comprobar que
haya quedado limpio. Inmediatamente hay que lavarse las manos con agua y
jabón para evitar enfermedades infecciosas.
EL MUNDO, Miércoles 6 de abril de 2016
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