LAURA PERAITA
¿Qué beneficios supone para un niño tener un
hábito de lectura?
Los beneficios de la lectura se inician desde la época de lactante y se
extienden a lo largo de nuestra vida, abarcando aspectos de nuestro desarrollo
intelectual, personal, afectivo y social, con distintos matices dependiendo de
cada edad y momento.
En la época de lactantes la lectura beneficia el establecimiento de un
vínculo familiar estable y también su desarrollo psicomotor.
La lectura durante toda la infancia, es un estupendo método para mejorar su
aprendizaje, desarrollo y maduración, así como también para mejorar la dinámica
de las relaciones familiares. Las investigaciones actuales confirman que el
hábito de leer en familia favorece el desarrollo del vínculo afectivo entre
padres e hijos. Los niños que están acostumbrados a leer o a que les lean,
adquieren más fácilmente el vocabulario y las capacidades para el desarrollo
del lenguaje. Se sentirán más seguros en el colegio tanto en la lectura como en
el habla ante sus compañeros. También hay algunos estudios que demuestran que
la lectura favorece las relaciones sociales con amigos y conocidos.
Por otro lado, algunos tipos de lecturas pueden ayudar a los padres a
solventar o abordar problemas que van surgiendo en el desarrollo personal de
sus hijos (por ejemplo cuentos para tratar temas como el control de esfínteres,
el miedo a la oscuridad, los celos a sus hermanos,…)
Los estudiantes que leen tienen mejor rendimiento y mejores habilidades de
expresión, lectura y lenguaje. Además aumenta su capacidad de concentración, de
análisis y de interpretación de los textos.
Pero además, los beneficios de la lectura durante la infancia también
alcanzan e influyen en lo que será nuestra vida adulta. Un cerebro activo
funciona mejor y más rápido. Se sabe que mientras leemos estimulamos las
conexiones entre neuronas sobre todo del hemisferio izquierdo del cerebro que
está implicada en la producción y comprensión del habla y del lenguaje. También
se estimulan otras áreas como la retina y la corteza cerebral visual del lóbulo
occipital del cerebro. Según estos últimos estudios, la lectura también aumenta
la llamada “reserva cognitiva”. Leer retrasa y previene la pérdida de la
memoria. Es un factor de protección de las enfermedades neurodegenerativas. Es decir,
establecer el hábito de leer en los niños, igual que otros hábitos saludables,
nos proporcionará beneficios añadidos en la vejez.
También tienen beneficios para los niños con discapacidades de cualquier
tipo. Como todos los demás, tienen el derecho a acceder a la lectoescritura
(con métodos por supuesto adaptados a la discapacidad específica) como
herramienta fundamental para el aprendizaje, la comunicación y el ocio.
¿Cuáles son las recomendaciones básicas para
que los padres consigan que a los niños les guste la lectura?
—Leerles desde pequeños haciendo de la lectura un momento de disfrute en
familia
— Si crecen viéndonos leer, lo verán como algo cotidiano y normal
—No plantear la lectura como una obligación sino como un momento de
relajación y disfrute
—Respetar sus preferencias y gustos. Que elijan sus historias. No criticar
sus gustos según nuestros criterios propios. Respetar sus intereses
—Estemos siempre dispuestos a echarles una mano, a compartir con ellos
lecturas, unas veces más próximos, otras más discretamente, en segundo plano.
—Animarles a leer y a contarnos sus experiencias con la lectura. El debate
después de leer el libro también es un momento que compartir.
—Leed en voz alta. Todos los miembros de la familia. No les debemos corregir
continuamente, no importa que se equivoquen. No está en el colegio. En ese
momento lee para pasarlo bien.
—Proponerles escribir un diario cuando tengan edad para ello. Animarles a
escribir.
—Plantearse utilizar la lectura como un premio o recompensa a sus buenos
comportamientos, además de otras actividades que con frecuencia utilizamos.
—Contarles cuentos e historias
—Podemos suscribirnos a revistas infantojuveniles o inscribirnos en una
biblioteca para acceder de forma más fácil a los libros en casa. Que los vean
como parte habitual de la casa.
—En el momento en que vivimos, hay que desterrar la idea de que sólo se lee
en papel. Los jóvenes están acostumbrados y “fascinados” por todo lo digital.
Sus gustos son distintos y hay que aprovechar al máximo estos recursos para
introducir la lectura entre sus hábitos de ocio ( cómics, recursos online, TV,
cine…). Lo importante es ayudarles a encontrar buenas historias que leer,
independientemente del formato que sea (tablets, libros electrónicos…) Y
probablemente con el tiempo, una vez establecido el hábito de leer, también lo
hagan con libros impresos.
¿Cuáles son los errores más habituales de
los padres?
—Obligarles a leer contra viento y marea. Sustituir el tiempo de otras
aficiones por la lectura. La lectura debe ser una afición más y hay que
encontrar su tiempo entre las rutinas diarias. No debe ser sólo una tarea
escolar más.
—Imponerles las lecturas que nos gustan a los padres y criticar las que
ellos prefieren por considerarlas poco útiles.
—No tener en cuenta la edad y maduración de los niños. A cada edad les
interesaran y agradaran más determinados tipo de historias.
—Empeñarnos en excluir las nuevas tecnologías frente a la lectura
tradicional. Hay que compatibilizarlas y aprovechar las posibilidades que nos
ofrecen estos recursos.
—Corregirles continuamente si no leen perfectamente.
—No compartir la lectura con ellos. Siempre encontraremos algo que lo
justifica: «alta de tiempo, cansancio, ya es tarde…».
ABC, 01/04/2016
Hola me llamo noé mirad mi blogger es muy interesante hablo sobre todo.
ResponderEliminarComentad y suscribiros.
soy noé otra vez
ResponderEliminarPoned este enlace en google: http://noesitord.blogspot.com.es/
Se me habia olvidado deciroslo.