SAPOS Y PRINCESAS
El 22 de abril se celebra en todo el mundo el Día de la Madre Tierra,
un día según las Naciones Unidas "para tomar conciencia y ampliar y
diversificar el movimiento ambiental en todo el mundo movilizándolo
eficazmente para construir un medio ambiente saludable y sostenible,
hacer frente al cambio climático, y proteger la Tierra para las
generaciones futuras".
Seguro que vosotros también queréis
colaborar con un planeta mejor y más sano, y por eso queremos daros
algunos consejos y juegos para que incorporéis a vuestro día hábitos que
colaborarán con el cuidado de nuestra Madre Tierra.
Ahorrar agua
Desperdiciar
agua es una de las formas más nocivas de atacar a nuestro planeta. Hay
muchos pequeños gestos que pueden ayudarnos a ahorrar, algunos de ellos
son poner reductores de caudal en nuestros grifos, no poner nunca la
lavadora o el lavavajillas a media carga y, por supuesto, cerrar el
grifo mientras nos lavamos los dientes o fregamos cacharros. Para
concienciar a nuestros hijos de esta tarea, podemos proponerles
comprobar al lavarse los dientes la cantidad de agua que se puede
ahorrar tan sólo cerrando el grifo, colocándoles debajo del mismo un
cubo que almacene el agua mientras dejan el grifo abierto.
Plantar y cultivar
Si
tenéis un pequeño jardín, ¡plantad todas las plantas posibles! Esta
actividad, además de ser sencilla y divertida, reporta grandes
beneficios al planeta, ya que las plantas utilizan dióxido de carbono y
liberan oxígeno a la atmósfera. Os dará una gran satisfacción ver cómo
crece lo que habéis plantado, además de ser un decorado precioso para el
jardín. A la hora de cuidarlo, evita los químicos y apuesta por
residuos naturales para abonar. Os animamos además a hacer compostaje
junto a vuestros hijos, una actividad que les divertirá mientras
aprenden. Solo necesitaréis una caja grande, 2 bolsas de basura, tierra,
deshechos vegetales y una pala. Tendréis que forrar la caja con bolsas
de basura haciendo agujeros a los lados para facilitar la ventilación.
Colócalo en un lugar soleado y que tus hijos vayan añadiendo los
desperdicios orgánicos, materia vegetal y tierra. Cada dos días tendrán
que remover la mezcla con una pala ¡y en un par de semanas tendréis el
mejor abono!
Reducir, reutilizar y reciclar
Esta
es la la triple regla de oro para gestionar bien los residuos y, aunque
avanzamos en el reciclaje, aún no lo hacemos demasiado en las 2
primeras opciones. Generamos demasiada basura, de la cual la mayoría son
envases y envoltorios demasiado voluminosos y complicados de reciclar.
Debemos evitar comprar productos con exceso de embalaje y, cuando
vayamos a comprar, elegir los que estén en envases de vidrio, de
plástico que no sea PVC o en lata. Ojo también con tirar a la basura
productos tecnológicos, o al desagüe o al suelo productos como pintura,
aceite de automóvil, amoníaco y muchos otros químicos porque humedecerán
la tierra y terminarán en los depósitos de agua subterránea; son
altamente contaminantes. Si queréis que nadie de la familia se salte las
normas del reciclaje, nada mejor que nombrar cada semana un inspector
del reciclaje entre vuestros hijos. Será el encargado de vigilar que
todos los miembros de la familia reciclen correctamente e incluso podrá
poner pequeñas multas. Para serlo deberá conocer correctamente todas las
normas para un reciclaje correcto que podéis consultar aquí.
Desplazamiento en bici o en transporte público
El
transporte es responsable en España de un tercio de las emisiones de
CO2, por lo que evitar el uso del coche reduce los gases invernadero y
la contaminación del ambiente. Para colaborar con un aire que da gusto
respirar, utiliza el transporte público en tu día a día e incluso la
bicicleta. Esta última además de ser beneficiosa para el medio ambiente,
mejora tu salud ya que, te desplazas mientras haces ejercicio. ¡Todo
son ventajas! Si no te queda más remedio que usar el coche, a la hora de
renovarlo busca uno que consuma lo menos posible y baraja la opción de
un modelo eléctrico o híbrido.
Alimentación responsable
Los
alimentos ecológicos, además de ser más saludables, contaminan menos;
ya que provienen de una agricultura y una ganadería extensivas que no
usan productos químicos sintéticos para aumentar su rendimiento o para
luchar contra las plagas. Otras medidas que colaboran tanto con el
planeta como con nuestra salud son reducir el consumo de carne y comprar
pescado con el que hayan utilizado pesca de anzuelo o palangre en lugar
de redes, mucho más invasivas con el ecosistema marino. Además, debemos
evitar beber agua embotellada si nos es posible: incrementa el gasto de
energía y genera residuos innecesarios.
Ahorro energético en casa
Una
medida que beneficia tanto al planeta como a nuestro bolsillo. Apaga
las luces y los equipos electrónicos siempre que no los estés usando,
mantén bien aislada tu casa, lava la ropa con agua tibia y en vez de
subir la calefacción, abrígate más. Cuando corresponda cambiar
bombillas, reemplázalas por LED; son más caras pero tienen una duración
10 veces mayor y consumen menos. Para implicar a los niños en el ahorro
convertidlos en responsables de que todas las luces estén apagadas
cuando no se usen (puede turnarse con el inspector del reciclaje).
Tendréis que crear un poster entre todos con los nombres de todos los
miembros de la familia y las fechas. El que se deje la luz encendida al
salir será sancionado por el responsable con una 'X 'bajo su nombre. ¡El
que menos tenga al final de la semana será premiado con algo que le
guste mucho y que decidiréis entre todos!
Consume de forma responsable
El
consumismo es uno de los grandes males de nuestra época y tan
perjudicial para nuestra cuenta bancaria como para el medio ambiente.
Tenemos que aprender a diferenciar el ocio del consumismo y a ser
responsables a la hora de comprar. Elijamos productos elaborados en
nuestro entorno cercano, reciclemos la ropa y, si tenemos que hacer un
regalo, hagámoslo pensando en el uso que se le va a dar; a veces los
niños tienen tantos regalos que no valoran ninguno. A la hora de ir a
comprar, lleva siempre una bolsa de tela en tu bolso para evitar las
bolsas de plástico.
Ahorra papel
Desperdicia
el menor papel posible. Si tienes que imprimir, reutiliza siempre que
puedas papel ya usado y, por supuesto usa papel reciclado. A la hora de
recibir facturas, habla con las entidades emisoras y que te las envíen
de forma electrónica a tu e-mail. Si no es posible, vuelve a utilizar
cuando lo necesites los productos como sobres o carpetas que te den.
EL MUNDO, 19/04/2016
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