JOSEP CORBELLA
Fumar durante el embarazo altera el
funcionamiento del ADN de los hijos en por lo menos 6.000 puntos del genoma,
según el mayor estudio que ha investigado la relación entre el tabaquismo de
las madres y la regulación de los genes de los hijos.
El estudio no demuestra que estas
alteraciones del genoma causen enfermedades o perjudiquen el desarrollo
infantil, ya que se limita a establecer correlaciones entre tabaquismo y
cambios en la regulación del ADN. Sin embargo, entre los genes afectados
“hay algunos que participan en el desarrollo del sistema nervioso, en la
formación de los pulmones y en distintos tipos de cánceres ”,
informa Mariona Bustamante, investigadora del Centre de Recerca en
Epidemiologia Ambiental (CREAL) y coautora del estudio.
Esto podría explicar dos fenómenos que
los estudios epidemiológicos han observado en niños que fueron fumadores
pasivos en el útero. En lo que afecta al sistema nervioso, son más
propensos a tener trastornos de conducta, déficit de atención e
hiperactividad o bajo rendimiento escolar. En cuanto al sistema
respiratorio, tienen más riesgo de muerte súbita en los primeros meses
de vida y de sufrir asma en la infancia.
Los resultados del estudio indican
asimismo que algunos efectos del tabaquismo prenatal se mantienen durante años.
“Cada vez tenemos más datos que demuestran que lo que ocurre en la etapa
prenatal influye en la salud para toda la vida. Por ejemplo, los hijos de
mujeres fumadoras tienen más riesgo de nacer con peso bajo, y nacer con peso
bajo aumenta el riesgo de sufrir un infarto a los 50 años”, informa Eduard
Gratacós, director de BCNatal, el centro de medicina materno-fetal
de los hospitales Clínic y Sant Joan de Déu, que no ha participado en la
nueva investigación.
El estudio, presentado en el último
número de The American Journal of Human Genetics, se ha basado en datos
de 6.685 familias. Los investigadores han analizado la metilación del ADN
en 450.000 puntos del genoma en células obtenidas principalmente de la sangre
del cordón umbilical tras el parto.
La metilación consiste en la adición de
grupos químicos metilo a la molécula de ADN, de modo que las regiones de ADN
metiladas quedan inactivas. Se trata, por lo tanto, de un mecanismo básico para
que los genes adecuados estén activos en cada célula en el momento adecuado.
Los investigadores lo definen como un mecanismo epigenético, ya que no
afecta a la secuencia de ADN (es decir, a los genes) sino a la actividad del
ADN.
Los nuevos resultados son los
primeros del consorcio internacional Epigenética del Embarazo y la Infancia
(PACE, por sus iniciales en inglés), en el que están integrados centros de
investigación de nueve países. Las 6.073 alteraciones detectadas en el
epigenoma son una estimación mínima, ya que no se ha analizado el ADN completo
de las células sino únicamente las regiones más significativas.
“No sabemos qué trascendencia
médica tienen estas alteraciones, pero la marca del tabaquismo en el epigenoma
de los recién nacidos es extensa”. destaca la investigadora Mariona Bustamante,
del CREAL. “Analizando las células de los hijos podemos saber si la madre ha
fumado durante el embarazo. La huella del tabaquismo queda en el epigenoma”.
Comentarios
Publicar un comentario