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Comer ultraprocesados cuatro veces al día eleva un 62% el riesgo de muerte

ISABEL GALLARDO PONCE
Un estudio liderado por investigadores españoles revela que ingerir alimentos ultraprocesados en más de cuatro comidas al día eleva la probabilidad de morir de cáncer o enfermedades cardiovasculares.

El consumo de alimentos ultraprocesados prácticamente se ha triplicado entre 1990 y 2010 en todo el mundo. Y de la misma forma ha crecido la literatura científica que analiza el impacto que este tipo de dieta tiene sobre la salud. Ahora, un nuevo estudio realizado durante 15 años con cerca de 20.000 voluntarios establece que una mayor ingesta de comida basura (más de cuatro porciones diarias) aumenta un 62% el riesgo de mortalidad por todas las causas, entre las que están el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. Además, por cada ración adicional, la probabilidad aumenta un 18% de forma independiente de otras causas.
«El estudio muestra que los alimentos ultraprocesados aumentan fuertemente el riesgo de mortalidad prematura con una fuerte relación dosis-respuesta», asegura Miguel A. Martínez-González, investigador del Ciber de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn) e investigador principal del trabajo que se publica en la revista The British Medical Journal. «En el análisis, que tiene en cuenta todos los factores para que sean independientes, como si son sedentarios, fumadores, etcétera, se observa un aumento del riesgo de mortalidad de un 62% en términos relativos para la población que consume cuatro raciones diarias frente a los que consumían menos de dos», aclara el autor.
Según Martínez-González, el trabajo se ha realizado con la participación de 19.899 participantes -12.113 mujeres y 7.786 hombres con una edad media de 38 años- pertenecientes a un grupo de estudio conocido como la cohorte Seguimiento Universidad de Navarra (SUN). Durante el tiempo de seguimiento se registraron 335 muertes.
El equipo científico ha clasificado el consumo en cuatro categorías: baja, media-baja, media-alta y alta, en función de la cantidad de este tipo de alimentos que ingerían. La afectación se produce, en mayor medida, sobre la mortalidad cardiovascular. De esta forma, el estudio ha observado que los participantes que tenían un alto consumo de comida basura, también tendían a tener un índice de masa corporal (IMC) más alto, es decir, mayor tasa de sobrepeso y obesidad. Además, tendían a ser fumadores, historia familiar de enfermedad cardiovascular, de cáncer, de diabetes, de hipertensión y de hipercolesterolemia, así como presencia de patología cardiovascular y depresión. Pero también a tener educación universitaria superior.

MÁS HORAS FRENTE AL TELEVISOR

En cuanto a hábitos de vida, el grupo que más consume ultraprocesados pasa más tiempo viendo la televisión, come más entre horas y tiene más tendencia a ser sedentario, a echar la siesta, y a tener una dieta con más consumo de grasa, pero con menor cantidad de proteína y carbohidratos.
Según establecen los resultados del estudio, parece que la adherencia a la dieta mediterránea tiende a ser progresivamente menor en las categorías que más ultraprocesados consumen, es decir, cuanto más alta la ingesta de alimentos ultraprocesados, menor es la adopción de la dieta mediterránea.
Para el estudio, el consumo de ultraprocesados se ha evaluado a través de un cuestionario de frecuencia en función de su grado de procesamiento siguiendo la clasificación NOVA, que determina que los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales elaboradas a partir de ingredientes refinados (azúcar, almidones, aceites vegetales, sal) o sintetizados (grasas trans, proteína hidrolizada, aditivos), y no contienen ningún alimento entero reconocible. Si un producto tiene más de cinco ingredientes, probablemente sea ultraprocesado.
Aunque el estudio que dirige Martínez-González es un estudio observacional, los resultados sí parecen establecer una relación causal entre un alto consumo de ultraprocesados y mortalidad. «Un solo estudio observacional no es suficiente, de acuerdo, pero a la vez que nosotros publicamos este estudio en The British Medical Journal, otros estudios en Francia y en Estados Unidos han hallado resultados parecidos, con lo cual podemos decir que es causal».
Así, este estudio estaría en línea con los publicados hasta ahora por el grupo, tanto en Predimed -el ensayo que muestra los beneficios de la dieta mediterránea para la salud- donde se observa que el patrón mediterráneo reduce el riesgo cardiovascular, como los más recientes en Predimed Plus, un estudio de intervención en el que están participando 23 centros españoles, con cerca de 7.000 pacientes con cierto grado de sobrepeso o síndrome metabólico, en el que los cambios sobre el estilo de vida, tanto en alimentación como en actividad física, ya a apuntan a una mejoría de los factores de riesgo cardiovascular.
La cohorte SUN ya ha obtenido en investigaciones previas una asociación entre ultraprocesados y un mayor riesgo de obesidad, hipertensión y depresión, patologías que comparten mecanismos fisiopatológicos comunes. Además, la cohorte francesa NutriNet-Santé ya ha observado la asociación de estos alimentos con la aparición de cáncer.
EL MUNDO, Jueves 30 de mayo de 2019

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