LAURA PERAITA
«Como no te portes bien, no van a venir los Reyes», «cómete
todo porque si no te traerán carbón», «acuéstate enseguida que los
Reyes Magos están observándote y si no obedeces darán tus regalos a otros niños más buenos»...
La Navidad es la época por excelencia en la que los padres
«utilizan» a los Reyes Magos como un recurso para presionar y amenazar a
sus hijos en un intento desesperado para que cumplan con aquello que se les dice. «Los padres machacan mucho durante semanas antes de la Navidad con este asunto —apunta María Rosa Ferrero,
psicóloga del Hospital Vithas Nuestra Señora de América—. Pero
¡cuidado! porque deberían cumplir con sus amenazas. ¿Qué ocurre? Que
cuando llega el momento a los padres les da pena porque piensan en la
ilusión que le hacen los regalos y ceden. Un grave error».
Esta psicóloga explica que un castigo de este tipo se suele poner en un momento de gran crispación por
parte de los adultos pensando en que va a tener fuerza, «pero a los
niños, en el momento de la rabieta, la verdad es que les da igual».
Recomienda que es mejor aplicar un diálogo con ellos cuando esté mas calmado y explicarles, antes que castigarles,
que «si sigues en esta actitud y no te portas bien, los Reyes Magos
traerán menos regalos porque se llevarán los tuyos a otros niños más
obedientes. Es mejor que te esfuerces porque merece la pena la
recompensa».
Otro de los problemas que acompañan estas fechas es que los niños tienden a pedirse todo aquello que ven, oyen o
se piden sus compañeros. Al final la carta a los Reyes es larguísima.
¿Debemos permitir que hagan estas listas tan largas? «No —asegura María
Rosa Ferrero—. Los padres deben servir de filtro y estar seimpre con ellos en el momento en que la van a redactar".
Como norma general, asegura que se pueden tener en cuenta
unas pequeñas pautas para hacer el trabajo más llevadero y gratificante:
1. No traer todo lo que el niño pide.
Por un lado, no lo necesita, y por otro, de esta manera le ayudamos a
tolerar la frustración, lo que nos va a permitir ayudar al niño a saber
cómo controlar sus emociones.
2. La ilusión por estas fechas tan especiales, no puede comprometer la economía familiar. Lo ideal es ponerse un límite económico, y ajustar las peticiones del niño a nuestras posibilidades.
3. Para manejar las frustraciones de nuestros hijos, debemos antes manejar las nuestras. No vamos a traumatizarles porque los Reyes no traigan todo lo que piden.
4. Son unas fechas especiales en las que la ilusión juega
un papel primordial. Es importante, por tanto, una buena puesta en
escena. Que los niños elaboren la carta y que les ayudemos a elaborarla (ayudándoles a elegir y enseñándoles a priorizar)
va a implicar aspectos muy positivos: por una parte, tiempo en el que
vamos a estar haciendo algo juntos; además, elaborar la carta les puede
ayudar a sentir responsabilidad sobre
cosas importantes para ellos, lo cual permite que desarrollen confianza
en sí mismos. Por todo esto, es importante que los ayudantes tengan en
cuenta la petición del niño.
5. Siguiendo en la línea de la ilusión, también puede resultar interesante pedir al niño que incluya en la carta una petición no material (al
menos una), esto le permite ponerle en sintonía con sus propias
necesidades y nos pueden ayudar a saber en qué medida estamos/podemos
satisfacerlas.
6. La elección de los regalos debería ir marcada por los valores en los que pretendemos educarlos,
en este sentido, evitaremos juguetes que inciten a la violencia,
sexistas… Y de nuevo, el hecho de que no traigan todo lo que piden nos
puede ayudar a que tengan en cuenta las carencias vividas por otros
niños.
7. Nuestro tiempo es el mejor regalo, es una apuesta interesante el proporcionar juguetes o juegos para jugar en familia.
8. Es importante seleccionar los juguetes acordes a la edad y características de cada niño, ofrecer variedad y no juzgar lo que el niño pide. Legitimar los deseos del niño.
9. No está de más tener en cuenta el comportamiento del niño a lo largo del año, a la hora de ser más o menos «generosos»,
y en este sentido la puesta en escena empieza ya un tiempo antes con la
tan socorrida advertencia «ojo… que te están viendo Papá Noel/Los
Reyes». Tener en cuenta esto, nos permite que el niño desarrolle su
capacidad de trabajo para conseguir sus objetivos y ser consciente de lo
que esto significa.
10. Hablar sobre estos aspectos con los distintos
familiares y amigos que vayan a colaborar con los ayudantes para
facilitar que sigan criterios parecidos.
ABC, Lunes 22 de diciembre de 2014
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