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La ejemplar carta en la que una madre pide a su hija que no se disculpe

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Toni Hammer se define a si misma como “la madre que nunca quiso el trabajo”. A pesar de esto tiene no uno, sino dos hijos: Lillian y Levi, que se llevan menos de un año entre si -355 días para ser exactos-. Ahora dedica su vida a cuidar a sus pequeños, colabora en los blogs Scary Mommy What The Flicka, lleva el suyo propio -¿Es ya la hora de dormir? Historias de una madre que nunca quiso este trabajo- y escribe su primer libro con el mismo título.
Hace pocos días, el pasado 22 de septiembre, publicó en su cuenta de Facebook una carta dirigida a su hija Lillian en la que le pide que no se disculpe por una serie de cosas. El texto ha sido compartido casi 8.000 veces, tiene más de 10.000 interacciones y 689 comentarios, aunque no todos ellos entienden el fin de la misiva.
Al tratarse de una lista en la que Toni le enumera a su hija cosas por las que no debe pedir perdón, muchas personas se lo han tomado como una forma de maleducar a la menor y hacerla una persona ruda, desagradable y poco empática. Sin embargo muchas otras han entendido a la perfección el punto al que se refiere la madre: que su hija no tenga miedo de ser quien es y jamás se disculpe por ser.

“A mi hija,
No te disculpes cuando alguien se tropieza contigo.
No digas “siento ser una molestia”. No eres una molestia. Eres una persona con pensamientos y sentimientos que merece respeto.
No te inventes excusas para no salir con alguien con quien no quieras salir. No le debes a nadie una explicación. Un simple “no gracias” debe ser aceptable.
No le des vueltas a qué puedes comer delante de la gente. Si tienes hambre, come y come lo que quieras. Si quieres pizza, no te pidas una ensalada solo porque otras personas están alrededor. Pide la maldita pizza.
No te dejes el pelo largo para hacer feliz a otra persona.
No uses un vestido si no quieres.
No te quedes en casa porque no tengas con quien salir. Sal contigo misma. Ten experiencias contigo misma y por ti misma.
No contengas tus lágrimas. Llorar significa que estás sintiendo algo que necesita salir. No es una debilidad. Es ser humano.
No sonrías porque alguien te diga que lo hagas.
No tengas miedo de reírte de tus propias bromas.
No digas “sí” para ser cortés. Di “no” porque es tu vida.
No ocultes tus opiniones. Habla y habla en voz alta. Debes ser escuchada.
No te disculpes por ser quien eres. Sé valiente, audaz y hermosa. No te disculpes”.
LA VANGUARDIA, Miércoles 04 de octubre de 2017

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