MÓNICA SETIÉN
Cada vez más colegios ofrecen la educación
bilingüe. En la escuela pública madrileña comenzó a implantarse en el curso
2004-2005 y llegó a 24 colegios de la Comunidad. Al iniciarse el curso
2015-2016, el número de centros públicos bilingües ha alcanzado la cifra de
463, lo que representa 353 colegios públicos y 110 institutos. Pero aunque
nadie niega las ventajas del aprender otro idioma, no todos los agentes
educativos están a favor del sistema tal y como está implantado. El colegio Joyfe ofrece unos
argumentos a favor y la FAPA, Giner de los Ríos pone objeciones.
A favor
- Hoy en día, diversos estudios científicos
evidencian que el bilingüismo a parte de las ventajas linguísticas, ofrece la
capacidad de reaccionar de forma más eficaz a determinados
estímulos, desarrollando el Bilingual Mind.
- Por lo general cuando nos planteamos la
importancia de que nuestros hijos sean bilingües, solemos pensar en que podrán
potenciar oportunidades laborales y les ofrecerá también la posibilidad de
interactuar y conocer nuevas culturas. Pero tiene otras ventajas igual o más
importantes que las laborales, como poder desarrollar una apertura
mental más allá de su cultura y forma de vida.
- El cerebro de un bilingüe desarrolla nuevas
habilidades para procesar y manejar la información almacenada, aumentando la
capacidad para resolver problemas con mayor facilidad. Además, consiguen un
nivel de concentración superior ya que tienen que trabajar con más
información, manteniendo los idiomas separados y accediendo en el momento
oportuno a cada uno de ellos.
- Lo ideal es iniciar el bilingüismo a una edad
temprana. De hecho, hay bebés que crecen en una familia en la que cada
padre le habla en su lengua materna y crecen sabiendo diferenciar
perfectamente entre las dos lenguas, sin que este hecho retrase su desarrollo
lingüístico, que va más unido a su madurez intelectual.
- Hasta los 8 años, los niños asimilan de forma
intuitiva un segundo idioma sin apenas esforzarse. Su cerebro se desarrolla con
la capacidad de gestionar «dos seres» monolingües, y viven el proceso con total
naturalidad y de una forma sencilla, ya que no necesitan realizar el proceso de
traducir el pensamiento de un idioma a otro, como los adultos. De esta forma
conseguiremos la principal característica de una persona bilingüe que es la
capacidad de pensar y expresarse en ambos idiomas sin dificultad.
Aunque siempre habrá un lenguaje dominante en un niño bilingüe.
- Además la mente de un bilingüe tiene la
facilidad de que aunque no utilice durante un tiempo la «segunda-primera
lengua» una pequeña «re-inmersión» en el idioma le devolverá la fluidez y
confianza.
En contra
Desde la FAPA Francisco Giner de los Ríos
cuestionan el programa Bilingüe de la Comunidad de Madrid desde su aparición.
Camilo Jene Perea, vicepresidente de esta asociación así lo manifiesta:
- Ya, antes de este programa, existía otro que se
realizaba en colaboración con el British Council que estaba en funcionamiento
en 10 colegios e institutos de la Comunidad. Si bien en los institutos no llegó
a funcionar en plenitud, en los colegios sí y de esas experiencias se debería
haber aprendido.
- La enseñanza, tanto de un idioma como de una
materia, no se puede realizar a golpe de martillo, lleva un proceso de
planificación y aprendizaje. Desde sus orígenes se ha querido imponer
de tal forma que lo que ha provocado ha sido un proceso selectivo del alumnado
donde al llegar a la ESO los alumnos son separados según el conocimiento del
idioma. Las dificultades que puedan tener no son solucionadas en los propios
centros al no existir los apoyos y desdobles necesarios, teniendo que ser las
familias que puedan las que resuelvan por sí solas el desaguisado y por lo
tanto se vuelve a producir otra nueva segregación, los hijos de las clases
sociales más desfavorecidas tendrán más problemas a la hora de adquirir esas
competencias.
- No se puede introducir este tipo de enseñanzas
al mismo tiempo que estas recortando recursos tanto humanos como
materiales en los centros educativos. La experiencia del British
Council es el camino a seguir, las materias son estudiadas alternativamente en
inglés y castellano, existen desdobles y el alumno es tratado de manera más
individualizada. No es conveniente ni necesario tener que sufrir para aprender.
-Parece que cunde un deseo por rechazar la
riqueza de nuestro propio idioma, muchos de nuestros hijos no conocen ya el
sistema circulatorio en castellano, por ejemplo. El profesorado no puede
aprender por ciencia infusa las competencias necesarias para enseñar en
profundidad su materia en un idioma que en realidad le es ajeno. La
enseñanza de una materia no puede servir de excusa para el aprendizaje de un
idioma. Es la materia en sí lo verdaderamente importante y no podemos
empecinarnos en querer aprender vocabulario en inglés por encima de otras
competencias fundamentales. ¿Acaso es más importante aprender vocabulario de
física en inglés que comprender conceptos como la energía o la fuerza?
- No se nos escapa lo importantísimo que es
adquirir destrezas en otros idiomas y no solamente para el futuro profesional,
pero ello no debe menospreciar al resto de materias como así se está
realizando. En realidad, con el modelo actual no existe gran diferencia entre
los colegios no bilingües que enseñan inglés de los que les han puesto el
cartel de bilingüe. Más bien, estudios recientes señalan que el alumnado
del modelo bilingüe está adquiriendo menos competencias en aquellas
materias que han sido enseñadas con dicho idioma. Pero lejos de estudios
esporádicos, lo que estamos exigiendo desde hace tiempo es una evaluación
correcta del sistema desde la propia administración, que hasta ahora no se ha
querido realizar, y parar la continua huida hacia adelante por motivos
populistas y electorales. Ya sabemos que vende, pero seamos serios.
ABC, Viernes 7 de octubre de 2016
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