Ir al contenido principal

Los niños españoles consumen bollos industriales más de 3 veces a la semana

S.F.
A los problemas de una mala alimentación se unen también los de ocio. Un 44% de niños españoles consumen bollería industrial más de tres veces por semana, y más de la mitad (51%) de los menores de entre 1 y 10 años tienen dificultades para entretenerse solo, un 10% de los cuales tiene dificultades «a menudo» o «casi siempre». Son datos que se desprenden del I Estudio de Salud y Bienestar en la Infancia, elaborado por el Instituto DKV de la Vida Saludableen colaboración con el Observatorio FAROS del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.

De los más de 2.000 padres y madres encuestados, se relatan las principales conclusiones extraídas del estudio, que se refiere a los hábitos de alimentación, actividad física, comportamiento y relaciones familiares de niños y niñas de edades comprendidas entre 1 y 10 años. Algunas tan llamativas, insisten, como que el 44% consume repostería industrial más de 3 días a la semana o que el 43% añade sal extra a los alimentos que se toman sus hijos.
La iniciativa, que tiene por objetivo conseguir mejorar los estándares de salud de la población infantil, permite disponer de indicadores que definen como nos encontramos para después poder tomar las mejores decisiones y mejorar los indicadores de salud. Una inversión tanto para el presente como para el futuro de todos los niños y niñas, así como de sus familias, que se enfrentan diariamente a un mundo cambiante lleno de nuevos retos que ponen en jaque nuestra salud.
La muestra se ha formado teniendo en cuenta una amplia representación de respuestas con participantes de todas las comunidades autónomas. También se han tenido en cuenta diferentes variables que han dado un perfil mucho más completo de los parámetros analizados, como la edad de los progenitores, su origen o su estado civil actual.

Alimentación

Es relevante que entre las edades comprendidas en el estudio -hasta 10 años- la preocupación por el exceso de peso aparece tan solo con un 8,13%, lo que contrasta con los datos de esta problemática ya que, según el Estudio Aladino de 2015, el exceso de peso afecta a un 41% de los niños y niñas entre 6 y 9 años.
Teniendo en cuenta los hábitos analizados, el 73% de los participantes en el estudio considera que tiene un horario fijo establecido para comer toda la familia junta en la mesa. Extremadura, Baleares y Murcia son las CCAA con los porcentajes más elevados de familias que comen juntas en un horario establecido. En la mesa, más de la mitad de los niños (58%) pasan entre 15 y 29 minutos y un 32% están entre 30 y 45 minutos, lo que parece indicar una buena interacción familiar.
A la hora de regular las comidas diarias, se observa que los fines de semana existe más flexibilidad, aunque sorprende que el 90,5% no desayuna nada en casa, aunque sí lo hacen en la escuela con el 100% de respuestas afirmativas.
En cuanto a consumo de alimentos considerados saludables, el 44,5% de los padres y madres afirman que sus hijos consumen fruta fresca todos los días y un total del 65% lo hacen más de 5 días a la semana. Con las verduras y hortalizas, aunque la recomendación es de 2-3 raciones diarias como en la fruta, sólo el 41,5% supera los 5 días por semana. Parece que hay especial concienciación cuando hablamos de carne roja, dado que casi el 19% no comen nunca o casi nunca; mientras que la gran mayoría (78%) lo hacen entre 1 y 4 veces por semana. Si analizamos el consumo de pescado o marisco, los datos se encuentran muy por debajo de la recomendación, con un 68,8% que comen 2 o menos veces por semana. El consumo de legumbres también es bajo, de hecho, solo 1/3 de los niños cumple las recomendaciones.
Si analizamos los alimentos menos saludables, la repostería comercial no casera es el que se consume con mayor frecuencia, con cerca de un 44 % que ha indicado que su hijo la consume más de 3 días a la semana. En el caso de la menos frecuente, es la comida rápida, con un sorprendente 76% indicando que su hijo casi nunca la consume). En el caso de las chucherías, el 12,5% de los encuestados ha indicado que su hijo toma 3 días a la semana o más. Aun así, pese a que los datos analizados demuestran que hay ciertos malos hábitos en la alimentación infantil, el 92% de los padres/madres percibe que su hijo/a come de forma equilibrada y suficiente. Además, alarma que el 43% añade sal extra a los alimentos que se toman sus hijos/as.

Actividad física, sedentarismo y descanso

El 72% de los padres participantes en el estudio consideran que el nivel de actividad física que realiza su hijo es bueno. Una cuarta parte de ellos dice que el nivel tan solo es regular. En cuanto a la frecuencia de actividad, el 64% realizaría bastante actividad física, según sus padres, pero destaca que, en poblaciones de menos de 20.000 habitantes, la actividad física es menor (17,56%) que en ciudades de mayor tamaño, donde se supera el 20%. Navarra, Asturias, La Rioja y Aragón son las CCAA donde en mayor medida los padres consideran que sus hijos hacen “bastante ejercicio”.
Ante la pregunta de «¿cuánto tiempo al día pasa tu hijo/a sentado o tumbado viendo la televisión, navegando o jugando con la tablet...?», el 45% señalan que su hijo actúa de forma sedentaria entre una y dos horas diariamente. Como aspecto positivo, el 39% dedican menos de 1 hora al día, y un 5% manifiestan que nada en absoluto. Sobre sus actividades favoritas, el 74% ha optado por escoger «jugar con juguetes» como lo que más le gusta realizar a su hijo en su tiempo de ocio, mientras que el 72% también apuesta por «jugar con sus amigos». Así pues, mirar la televisión (57,86%), interactuar con el teléfono móvil (25,16%) o jugar con videoconsolas (24,24%), aún se mantienen por detrás de otras actividades más saludables entre los más pequeños.
De media, los niños referenciados en el presente estudio duermen 9,4 horas entre semana y 9,7 horas los fines de semana. El 80% de los padres encuestados valora la calidad del sueño de su hijo como buena, regular es un 17% y mala o muy mala sólo es un 3%.

Hábitos de comportamiento

Los encuestados han valorado diversos aspectos sobre el comportamiento, los límites y la atención, de los cuales destacan que «casi siempre» o «a menudo», su hijo es desobediente (23,5%), tarda mucho en realizar las actividades (24,7%) o interrumpe a los adultos (25,6%). El 30,3%, a veces o nunca observa las normas, mientras que el 16% tiene rabietas habitualmente y sólo el 4% miente. Analizando la atención, cerca del 60% de los padres ha señalado que su hijo a menudo se distrae con otras cosas cuando está haciendo algo y más del 70% afirma que «se distrae con facilidad» casi siempre o a menudo.
En sociedad, el 92% considera que su hijo tiene amigos y se divierta habitualmente, e indican que su hijo nunca o a veces «chincha» (87,8%) o «discute con otros niños» (93,9%). No alcanza la mitad (49%) los niños que nunca tienen dificultades para entretenerse solo, con un 41% reconociendo que a veces. Un 10% tiene dificultades para entretenerse «a menudo» o «casi siempre».
Pero ¿son felices los más pequeños? El 98% de padres y madres cree que su hijo «a menudo» o «casi siempre» es feliz y está contento. También responden (92%) que su hijo tiene amigos con los que se divierte. También, el 85% cree que tienen tiempo para hacer las cosas que les gustan, frente al 15% que solo a veces disponen de este tiempo.

Relaciones familiares

El 34% perciben que no dedican suficiente tiempo a su hijo siendo los padres los que consideran sufrirlo en mayor medida (41%) que las madres (27%). Sectorizando según el estado civil, los separados o los viudos, con un 42% de respuestas negativas, son los que menos tiempo admiten tener para dedicarles. Además, aunque el 82% de los participantes tiene un buen grado de satisfacción respecto a la calidad del tiempo dedicada a su hijo/a, tan solo el 24% la definirían como «muy buena», mientras que el 19% la definen como regular (16%) o mala/muy mala (3%).
Analizando el detalle, el 40% señala que todos los días, de lunes a viernes, realizan actividades de ocio con sus hijos, mientras que el 69% dedican los dos días del fin de semana a actividades de ocio. Del total de respuestas, se observa que 1/3 de los padres y madres dedica poco tiempo a sus hijos entre semana, lo que puede indicar dificultad de conciliación y falta de tiempo o de voluntad, entre otros.
La realidad es que actualmente existe una tendencia creciente por parte de padres, familiares y educadores de querer estar informados, de disponer de estudios actualizados y tener al alcance las mejores herramientas para inculcar hábitos de vida saludables. Según el estudio, los temas que más preocupan a los encuestados respecto a la salud y educación son el aprendizaje, la autoestima y las emociones, seguidos de las relaciones sociales, el maltrato en la escuela y la mala conducta. Es indiscutible que, como individuos, ahora sabemos que la gestión de nuestra propia salud y la de nuestros hijos depende en gran medida de nosotros mismos, con lo que nuestros actos y hábitos tendrán consecuencias en un futuro, por lo que es responsabilidad de todos transmitir este conocimiento a los más pequeños.
ABC, Martes 20 de noviembre de 2018

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.