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Prohibido usar la cabeza

RAFA DE MIGUEL
De niño, pocas veces se marca gol de cabeza. En parte por una altura inalcanzable del balón, en parte porque solo los más intuitivos contemplan una opción que para el resto llega de casualidad. A rematar por arriba se llega con entrenamiento y repetición. El fútbol inglés es otra cosa. La idea de llevar cuanto antes la pelota a la portería contraria forma parte del ADN del aficionado inglés. El centro y el remate de cabeza han sido el pan y la sal durante décadas. La Federación Inglesa de Fútbol (FA, en sus siglas en inglés), a la que se han sumado la escocesa y la irlandesa, ha decidido que hay más riesgo que promesa en esta práctica para los menores. La nueva guía de entrenamiento para clubes y centros deportivos aconseja efusivamente evitar que los niños de entre 6 y 11 años entrenen para cabecear.

Las nuevas directrices derivan de un estudio médico realizado hace tres años, por encargo de la FA, entre casi 8.000 exjugadores nacidos entre 1900 y 1976. Casi 1.200 de ellos habían fallecido entonces, pero el Servicio Nacional de Salud contribuyó con el cruce de datos médicos. El informe concluyó que los futbolistas tenían 3,5 más posibilidades de sufrir demencia en su vejez que la media de población con características similares. No eran sin embargo datos definitivos, y el informe no llegó a establecer una relación directa entre el uso del juego de la cabeza y algún tipo de enfermedad neurodegenerativa. Pero levantó la suficiente alerta como para que la FA haya decidido poner la venda antes que la herida.
Nuestra investigación ha mostrado que rara vez hay juego de cabeza en los partidos con menores, y entendemos que esta guía es simplemente un desarrollo responsable del entrenamiento en los primeros niveles, sin que tenga el menor impacto en el disfrute del deporte de niños de todas las edades”, ha dicho el presidente de la FA, Mark Bullingham.
La prudencia, sin embargo, no estará reñida con la competición. La organización ya ha dejado claro que las nuevas reglas solo afectarán a los entrenamientos. No se anulará ningún gol de cabeza en los partidos de las ligas juveniles. De hecho, la guía propone que a partir de los 12 años y hasta los 16 se vaya incorporando gradualmente la técnica a las prácticas diarias. A condición de que se vaya ajustando a cada edad el tamaño del balón reglamentario. “La actualización de todas estas reglas es para ayudar a los entrenadores a eliminar un cabeceo repetitivo e innecesario en el fútbol infantil durante los primeros años. Se compaginará con una fase introductoria a la edad que nuestros expertos médicos consideren la más apropiada”, ha indicado el presidente de la federación escocesa, Ian Maxwell.
Me parece perfecto, y entiendo que puede ser un riesgo para la salud. Nosotros nunca hacemos este tipo de entrenamiento repetitivo”, dice Tomás Ruiz, director de la Escuela de Fútbol Cañada Blanch, de Londres. Conocedor del fútbol español y del inglés, Ruiz no puede evitar una pequeña sonrisa al conocer la noticia. “Aquí todos juegan por arriba, y de forma mucho más directa. En España eso ya está superado. Así que, bienvenida sea la decisión, pero creo que buscan también ir cambiando un modo de jugar que en la Premier League ya ha cambiado, pero aún es muy común en las ligas menores”, argumenta.
Las organizaciones benéficas centradas en las lesiones cerebrales han dado la bienvenida a la decisión, pero creen que se queda corta. “No podemos permitir seguir adelante con una serie de cuestiones que aún no se han resuelto. ¿A qué edad es seguro poder usar la cabeza en el juego? ¿Es seguro a cualquier edad? Ni podemos permitirnos dentro de 30 años que un nuevo estudio lo suficientemente amplio nos dé una respuesta negativa. Ni mucho menos dudar en introducir medidas de sentido común que protejan a los jugadores, como pueden ser determinadas prendas protectoras”, concluye Peter McCabe, presidente de la asociación Headway.
EL PAÍS, Lunes 24 de febrero de 2020

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