Ir al contenido principal

Los riesgos de saltarse el desayuno

CRISTINA GARRIDO / MADRID

¿Es usted de los que se va al trabajo sin desayunar o con un triste café en el cuerpo? Comenzar la jornada sin nada en el estómago se relaciona con una menor capacidad de concentración y rendimiento intelectual, peor humor y sensación de cansancio, pero quizás ignore que menospreciar la primera comida del día favorece el estreñimiento y aumenta el riesgo de obesidad, diabetes e infartos. Un estudio publicado esta semana en la revista «Public Health Nutrition» muestra que los adolescentes que desayunan poco o nada tienen un 68% más de posibilidades de desarrollar síndrome metabólico (obesidad abdominal, altos niveles de triglicéridos, niveles bajos de colesterol bueno, hipertensión y altos niveles de glucosa en sangre), lo que incrementa el riesgo de trastornos cardiovasculares.
Precisamente, otra investigación de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, publicada en «Circulation» el pasado mes de julio, ya advertía de que los hombres que no desayunaban tenían mayor riesgo de sufrir un infarto. «Saltarse el desayuno puede conducir a uno o más factores de riesgo como la obesidad, la presión arterial alta, el colesterol elevado y la diabetes, lo que a su vez puede provocar un ataque al corazón», asegura la doctora Leah E. Cahill, autora principal del estudio.
Una excusa muy común entre aquellos que no toman nada por la mañana es que cuando se levantan no tienen hambre. ¿Se ha parado a pensar que quizás cena demasiado? Durante la noche se retrasa el vaciamiento del estómago, lo que enlentece el tránsito intestinal. Cuando la cena se hace tarde y muy copiosa, es lógico que se levante con pocas ganas de comer pero, si no toma nada por la mañana, contribuye a perpetuar el círculo vicioso. «Las personas que no desayunan tienen mayor acumulo de apetito a lo largo del día, especialmente vespertino, y tienden a cenar más», advierte el doctor Camilo Silva, endocrinólogo de la Clínica Universidad de Navarra.
Una de las características de las personas que consiguen perder peso y mantenerlo es precisamente que hacen un buen desayuno. «Hay que distribuir las calorías del día, más al principio y menos al final. Una comida copiosa al final del día favorece el sobrepeso», señala la doctora Irene Bretón, endocrinóloga en el Hospital Gregorio Marañón y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). La experta explica que, cuando hay un ayuno prolongado y luego comemos mucho, «es más fácil que esas calorías se acumulen en forma de grasa».
Para mantener el equilibrio de nuestro cuerpo hay que hacer, al menos, tres comidas al día. Es aconsejable que el desayuno aporte «un 20% de la ingesta calórica del día», señala el doctor Silva, mientras que la cena debe ser «ligera y pobre en grasa, porque ésta enlentece el vaciado del estómago», apunta la doctora Bretón. Ambos expertos coinciden en que un desayuno ideal debería incluir un lácteo (leche, yogur, queso fresco), cereales o pan (mejor integrales), fruta (mejor entera que en zumo porque tiene más fibra y es más saciante) y algún alimento más proteíco, como un embutido bajo en grasa (fiambre de pollo o pavo, por ejemplo).
El café es un clásico en los desayunos españoles. Es común escuchar la frase: «Hasta que no me tomo el café no soy persona». Pero esa necesidad también puede ser una vara de medir la calidad de nuestro sueño. «Si necesita un cubo de café por la mañana, plantéese si está durmiendo bien o no», alerta el doctor Silva. Podemos incluirlo en el desayuno, pero lo recomendable es tomarlo con bastante leche para obtener el aporte de calcio necesario.
Si por la mañana va con prisa, opte por un saludable y saciante bol de yogur con cereales y fruta troceada. Y si tiene problemas para ir al baño, sepa que un desayuno completo con fibra, proteínas y líquidos abundantes, favorecerá su tránsito intestinal.

Hipoglucemia reactiva: Cuando el desayuno dulce no sienta bien

 
ABC, Domingo 16 de febrero de 2014

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr...

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer....

El tabú de estar desnudo en casa delante de los hijos

NATALIA LÓPEZ PEVIDA El encuadre no recogía más que algunos juguetes y dos caras, las de un padre y su  hijo  disfrutando de un buen baño, pero las críticas no se hicieron esperar cuando el bloguero y activista LGTBI Perez Hilton subió la fotografía a Instagram (imagen del artículo). El  selfie  solo podía ser el fruto de un " pervertido " o un " degenerado ", según algunas de las reacciones de quienes expresaron su horror ante la posibilidad de que el niño pudiese ver el cuerpo desnudo de su padre. Días después, Hilton zanjaba el tema declarando que se había duchado con el bañador puesto. ¿Por qué tuvo que justificarse? La desnudez paterna da lecciones que no todos entienden Mostrarse desnudo ante los hijos es un asunto delicado que cada familia gestiona a su manera, pero el choque entre las distintas perspectivas revela un oscuro tabú.  Hay un punto de vista que enfoca la exhibición del cuerpo humano como algo indigno , probablemente una herencia d...