ÁLVARO GARCÍA RUIZ
Concretamente, este texto escrito por su directora, Rachel Tomlinson,
critica la fría evaluación de los exámenes del Key Stage 2, la etapa
educativa entre los 8 y 11 años, que su equivalente español sería la
segunda mitad de Educación Primaria. Este es el fragmento traducido al
castellano de la famosa carta.
¿Tenemos un sistema educativo correcto?, ¿Potenciamos de forma óptima
las aptitudes y actitudes de los más pequeños?, ¿Damos más importancia a
los resultados que al aprendizaje?
Son solo tres preguntas, pero para ellas hay miles de respuestas,
mínimo una por cada padre con hijos en edad escolar. La educación
siempre es un aspecto muy discutido en la sociedad en la que vivimos.
Pero, en ocasiones un pequeño gesto hace que un debate, que siempre ha
existido, se amplifique aún más.
Esto es lo que ha ocurrido en Reino Unido, ya que una carta del colegio Barrowford de Nelson, pueblo del norte de Lancanhire, ha corrido en redes sociales por su contenido motivante hacia los estudiantes y crítica hacia el sistema educativo.

Los resultados de los exámenes
del KS2 podrá encontrarlos al final de la carta. Estamos muy orgullosos
de la cantidad de conocimientos que has demostrado tener a lo largo de
esta semana tan complicada.
Sin embargo, consideramos que
estos exámenes no evalúan siempre aquello que os hacen especiales y
únicos. La gente que creó estos exámenes y los evalúa no sabe nada de
vosotros en comparación a vuestros profesores y familiares.
Ellos no saben que muchos de vosotros habláis dos idiomas. Ellos
no saben que podéis tocar un instrumento, bailar o pintar un dibujo.
Tampoco saben que vuestros amigos cuentan con que estéis a su lado o que
vuestra risa puede iluminar el día más oscuro.
Ellos no
saben que escribís canciones o poesías, que realizáis algún deporte, que
os preguntáis por el futuro o que a veces os toca cuidar de vuestros
hermanos pequeños tras el colegio.
Ellos no saben que
habéis viajado a espectaculares lugares, que sabéis contar historias
verdaderamente maravillosas o que adoráis pasar vuestro tiempo con
familiares y amigos.
Tampoco saben que podéis ser
personas dignas de confianza, atentas, amables y que intentáis mejorar
cada día… Estos resultados os dirán algo, pero nunca todo.
Así que disfrutad de vuestros resultados y estad muy orgullosos de ellos pero recordad que hay muchas formas de ser inteligente.
Tras ser publicada en redes sociales su expansión ha sido enorme,
lo que le ha convertido en viral, y ha sido tendencia en Twitter
durante toda la semana. Solo con poner en el buscador la palabra
“Barrowford” aparecen cientos de tuits al instante.
También la gran mayoría de medios británicos se ha hecho eco de la carta y en ellos también ha habido una gran respuesta por parte del público con decenas de comentarios.
Pese
a que el principal comportamiento en este “parlamento digital” ha sido
compartir la carta o hacer simples comentarios adjuntando la captura o
el enlace, también algunos han convertido este texto de tan inocente
apariencia como una excusa perfecta para acabar discutiendo más en profundidad sobre el sistema educativo, sus carencias y sus virtudes.
Hay que reconocer que la mayoría de apreciaciones sobre el contenido de la carta son positivas, pero también se ha encendido la polémica por acusarse a la autora de plagiar el texto de un blog de una profesora estadounidense.
Comparando ambos textos, sí que parece haber una clara influencia de
uno sobre el otro. Pero más allá del debate, sobre quién es el autor
intelectual de estos contenidos, esta carta sirve de ejemplo perfecto para mostrar dos visiones opuestas sobre la educación.
Una primera más tradicional o resultadista y otra más innovadora que
busque potenciar las habilidades y la motivación del niño.
Uno de estos métodos no muy habituales es JUMP, mediante el cual se busca conseguir mejores resultados matemáticos con un sistema que motive
y mejore las capacidades de la totalidad de los alumnos, en vez de
premiar solo a los que consigan entender mejor, inicialmente, el
contenido matemático.
En ocasiones existe la impresión de que
mientras la mayoría de sectores han ido avanzando en estos últimos años
con la evolución tecnológica, otros como la educación, en todos sus
niveles, se han quedado estancados. Por estas razones, esta carta abre el debate de si es necesaria una remodelación educativa o si en educación es mejor la cabeza o el corazón.
EL CONFIDENCIAL, Lunes 21 de julio de 2014
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