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Los seis deportes más beneficiosos para los niños

S.F.
Lunes, natación; martes, judo; miércoles, waterpolo; jueves, baloncesto; y viernes, fútbol. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 42 millones de niños padecen sobrepeso a nivel global y el 83% de los mismos se concentra en países desarrollados. El registro de la obesidad y el sobrepeso infantil está llegando a cotas epidemiológicas en todo el mundo. Por este motivo, realizar actividades deportivas durante 60 minutos, como mínimo, al día es la principal recomendación de la OMS para combatir lo que parece ser la epidemia del siglo XXI en niños y adolescentes de entre 5 y 17 años. Desde hace más de 35 años los Brains International Schools, institución pionera de la vanguardia educativa, promueve la práctica deportiva diaria en todas sus etapas estudiantiles para fomentar el desarrollo de las diferentes aptitudes de los alumnos.
El deporte tiene múltiples beneficios para los jóvenes, tanto a corto como a largo plazo, ya que ayuda a aumentar la flexibilidad, tener una buena postura corporal y potencia el crecimiento, además de favorecer la integración y las habilidades sociales de los niños. Pero ¿qué deportes deben practicar nuestros hijos?
«Es importante que el niño o el adolescente haga el deporte que le guste y que se encuentre cómodo practicándolo», explica Miguel Ángel López, jefe del departamento de Educación Física de Primaria en Brains International Schools. «Pero no debemos olvidar que nuestra obligación es enseñarles a disfrutar de actividades físicas variadas para potenciar el desarrollo de diferentes partes de su cuerpo pero también para favorecer su bienestar mental y emocional», añade.

1) Natación. Entendido como uno de los deportes más completos de todos, ya que se ejercitan todos los músculos del cuerpo, aumenta la flexibilidad y corrige los problemas posturales, siempre y cuando se realice correctamente. Además, el entorno acuático y cálido del agua relaja tanto el cuerpo como la mente, disminuyendo considerablemente la ansiedad y el estrés. Además, su alto nivel de complejidad técnica fomenta el espíritu de superación entre los alumnos
2) Baloncesto. Al ser un deporte que se puede practicar tanto al aire libre como en pista cubierta, permite disfrutar de él los 365 días del año sin importar la estación. En cuanto a sus beneficios, el baloncesto mejora la concentración y desarrolla de forma notable la agilidad, la coordinación y los reflejos. Asimismo, los valores del respeto y la tolerancia están presentes en este deporte de equipo que fomenta el espíritu de cooperación y el trabajo en equipo entre los alumnos.
3) Judo. Este arte marcial milenario procedente de Japón significa "camino de flexibilidad" y es una de las disciplinas de combate más extendidas a nivel mundial. Sus principios de defensa y autocontrol favorecen la capacidad de toma de decisiones, por no olvidar que permite una educación física integral, mejorando de la coordinación, el equilibrio y la rapidez de reacción antes cualquier estímulo físico ajeno.
4) Waterpolo. El waterpolo es la solución perfecta si a nuestros hijos la natación les parece aburrida y prefieren los deportes de equipo. Creado en 1870 en Inglaterra como una versión acuática del fútbol, mejora la residencia cardiopulmonar, estimula la circulación sanguínea, mantiene la presión arterial estable y disminuye las probabilidades de sufrir enfermedades del corazón. Además, fomenta el desarrollo de habilidades físicas y psíquicas ya que requiere una buena conducción de la pelota y una gran destreza mental por la complicación añadida que supone jugar en el agua.
5) Fútbol. El deporte rey por excelencia y popularidad desarrolla la capacidad de atención, la capacidad lógica al pensar en la mejor jugada posible y la visión periférica, los niños aprenden a observar y analizar lo que ocurre a su alrededor. A los beneficios del fútbol hay que añadir el compañerismo, en el plano psicológico, y el aumento de la resistencia aeróbica, la velocidad y la potencia muscular de las piernas así como la densidad ósea en el fémur, en el plano físico.
6) Escalada. La escalada deportiva tiene un alto poder pedagógico ya que ayuda a superar los miedos y desarrolla un espíritu de compañerismo y responsabilidad sin igual debido a la constante toma de decisiones, favoreciendo así al proceso cognitivo de niños y jóvenes. A nivel físico, mejora la coordinación, la flexibilidad y el equilibrio, sin contar con la fuerza en piernas y brazos.
7) Ajedrez. El ajedrez es también una disciplina que aunque se asocia a la vida sedentaria tiene múltiples beneficios. El niño que practica el ajedrez desarrolla una capacidad crítica, una visión estratégica y una agilidad mental sin parangón. Ayuda a ejercitar la memoria, ya que el aprendizaje se realiza a través de la repetición de movimientos, y potencia el pensamiento empático al considerar los posibles movimientos del contrincante.
«El deporte no solo es una buena manera de que los niños realicen actividades físicas, sino que también es una buena herramienta de educación. Además, enseña a los niños reglas, que más tarde incorporan a su rutina y aplican en el ámbito familiar o en el colegio. La práctica deportiva ya sea individual o en grupo ayuda a trasmitir valores como el compañerismo y el respeto, principios esenciales para el adecuado desarrollo de un alumno», concluye Fernando Lozano, jefe del departamento de Educación Física de Secundaria y Bachillerato en Brains International Schools.
ABC, Jueves 20 de abril de 2017

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