BERTA PONCE MARTÍN
Cuando oímos hablar de inteligencia rápidamente pensamos en todo lo
relacionado con lo académico (habilidades lingüísticas, matemáticas,
etc.), pero ya hace años que este concepto se ha ampliado incluyendo lo emocional como una parte importante que puede ayudar a la persona a tener éxito en la vida.
Las
emociones son alteraciones de nuestro cuerpo y son provocadas por los
acontecimientos de nuestro día a día, por los recuerdos o por
pensamientos que tenemos en un momento dado. La emoción vendrá acompañada de un estado de ánimo que provocará en nosotros un sentimiento.
Las emociones ocurren de pronto, si por ejemplo nos dan una buena
noticia aparecerá la alegría. Los sentimientos duran más tiempo, si la
alegría nos dura en el tiempo nos sentiremos felices.
Los niños inteligentes emocionalmente van a sentirse mejor con ellos
mismos y esto les ayudará en muchos ámbitos de su vida. Estos niños
desarrollan un mejor autocontrol y regulan bien sus emociones. Esto les
ayuda en las relaciones, en la resolución de conflictos, en los
resultados académicos, etc.
Los padres, como figuras más importantes en la vida de sus hijos pueden ayudar a estos a desarrollar habilidades emocionales así como las personas más cercanas al niño: profesores, abuelos etc. Pero para poder ayudar a los niños los padres tienen que poder entender primero sus emociones y reflexionar acerca de cómo actúan con las suyas propias para luego poder entender las de sus hijos.
¿Cuántas
veces escuchamos “no llores”, “no te enfades”, “no te asustes” y un
largo etc.? ¿Porque nos es difícil aceptar que las emociones están ahí y
necesitan su espacio para ser expresadas? ¿Qué nos pasa a los adultos
cuando vemos al niño muy asustado, muy enfadado…..?
No podemos olvidar que el ambiente cultural y social del que venimos nos invita a no mostrar ciertas emociones: miedo, enfado…. Se nos trasmite que sentir ciertas cosas esta mal: celos, rabia… Tenemos
poca práctica en esta tarea por lo que requerirá un esfuerzo por parte
de los padres no solo con sus hijos sino también con ellos mismos.
El peligro de reprimir las emociones
Es difícil como padres pararnos a la altura y ritmo del niño. Tendemos sin darnos cuenta a no dejar que los niños expresen ciertas emociones,
pensando que si lo hacen son unos desobedientes, contestones, llorones,
miedosos….. A veces tenemos una expectativa de cómo debe ser el niño y
cuando nuestro hijo se separa de ese ideal nos sentimos frustrados.
Para algunos padres es difícil manejarse con ciertas emociones, la rabia y hostilidad suelen ser las que más cuestan, también el miedo.
Por eso será bueno que los padres se pregunten como se sienten ellos ante la expresión de las emociones de sus hijos,
ya que muchas veces tenderán a reprimir ciertas expresiones cuando
estas les generen malestar. Si a los padres les cuesta tolerar el
malestar de sus hijos a estos les será más difícil regular las
emociones. La idea sería mostrar al niño una buena manera de expresar lo
que siente, no reprimir la emoción.
Reprimir las emociones genera malestar y afecta a la autoestima,
ya que el niño se sentirá mal e inadecuado por sentir lo que siente. Si
el niño no puede expresar ni obtiene ayuda para entender que le pasa
tendrá ansiedad en muchas ocasiones, con problemas incluso para su salud
(Somatizaciones).
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Los
padres pueden ayudar a sus hijos a expresar sus emociones de una manera
sana, será algo que el niño aprenderá poco a poco por lo que necesitará
mucha práctica. Es importante que los padres sean pacientes y sepan dar
el espacio y tiempo necesario a cada hijo.
- Podemos hablar a nuestros hijos de cómo nos sentimos, de esta manera seremos sus modelos y le estaremos enseñando a poner palabras a lo que sienten. (Ej: “Hoy vengo enfadado y cansado del trabajo, se me estropeó el ordenador y he tenido que repetir varias tareas importantes”). También les estaremos trasmitiendo que mostrar cómo se siente uno no es malo, solo hay que saber expresarlo de la manera adecuada. (Ej: Expreso con palabras y el gesto como me siento, no tiro cosas ni grito”).
- Enseñar a los niños el lenguaje con el que expresar lo que sienten, todo este vocabulario lo irán aprendiendo poco a poco con ayuda de los padres o adultos cercanos significativos, por eso es importante que los padres cuiden como trasmiten ellos sus emociones.
- Aceptar y respetar las emociones del niño, escucharle y ayudarle a expresar que siente. (Ej: “Comprendo que estés asustado, hablemos sobre ello, cuéntame que es lo que te da miedo”.)
- Ayudar al niño a relacionar expresiones corporales y gestos con las emociones, esto les ayudará en el desarrollo de la empatía y poder ponerse en el lugar de los demás. (Ej: “¿Has visto la cara del protagonista del cuento? ¿Qué crees que le pasa?”, “Mira la cara de tu amigo, parece triste, ¿le preguntas que le pasa?”).
- Dar herramientas y alternativas, aquí caben muchas posibilidades. Dar recursos al niño es trasmitirle que puede hacer algo con aquello que le pasa, que eso que haga puede suavizar en gran medida aquello que siente. (Ej: “Sé que estás asustado, es la primera vez que vas a hacer esto, a mí también me pasaba cuando era pequeño. Te contaré algunas cosas que me ayudaron a mi cuando tenía tu edad”).
- Ayudar al niño a encontrar sus propios recursos, haciéndole preguntas para que pueda reflexionar sobre cómo actuar en determinadas situaciones (Ej:“Si te ha enfadado lo que te ha dicho tu amiga, ¿qué crees que la puedes decir la próxima vez? ¿Te sentirías mejor así?”).
Las emociones nos acompañan en nuestro día a día e influyen en nuestras decisiones
y nuestra manera de actuar por lo que dedicarle tiempo a entenderlas y a
buscar la mejor forma de expresarlas será una tarea con enormes
beneficios para los hijos. Además para el niño tener un espacio con sus
padres donde compartir y expresar aquello que le pasa refuerza también
el vínculo entre ambos.
EL CONFIDENCIAL, Jueves 27 de junio de 2013
Imagen: Edukame.com
Recomiendo el libro: El imaginario de los sentimientos de Félix. Saludos
ResponderEliminarAquí os dejo el enlace del libro recomendado por Ana.
ResponderEliminarhttp://www.autismonavarra.com/wp-content/uploads/2012/03/El-Imaginario-De-Los-Sentimientos-De-Felix.pdf