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Pautas para un consumo televisivo adecuado en la infancia

S.F.
Las nuevas plataformas de contenidos bajo demanda y televisión por streaming ofrecen un sinfín de posibilidades de entretenimiento para las familias. Cada vez es más fácil acceder a contenido de calidad que permite a padres e hijos disfrutar juntos de series y películas, ya sea en un dispositivo móvil, un ordenador o, por supuesto, a través de la televisión.
Sin embargo, las posibilidades que abre la tecnología también suelen presentar retos y la nueva era de la televisión no es una excepción. Los padres y profesores desempeñan un papel fundamental en las fases de desarrollo de sus hijos, por eso es importante que controlen adecuadamente el contenido que consumen los niños a través de las distintas plataformas.
Por ese motivo, Sky, en colaboración con Carmen María Linares Albertos, decana del Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife, ha elaborado una breve guía de consejos con el fin de ayudar a padres y profesores a enfrentarse a este desafío. Y es que «es necesario que los padres tomen conciencia del importantísimo papel que juegan, inculcando a sus hijos buenos hábitos a la hora de ver la televisión», tal y como explica Linares.
Cómo conseguir que los niños consuman TV de forma responsable:
1. Animación no es igual a infantil. Con el fin de poder seleccionar el mejor contenido para los niños, se recomienda tener una idea general de la amplia oferta que existe. Según datos de Sky, casi 4 de cada 10 españoles afirma que los contenidos infantiles que más valora en televisión son las series de animación con componente educativo. Por ello, y dado que existen series de animación para todas las edades, hay que tener en cuenta que muchas de ellas no son adecuadas para el público infantil.
«Los padres y profesores deberían conocer la programación infantil, para seleccionar y recomendar películas o series que guarden relación con la materia a trabajar en el caso de los profesores y con los valores en el caso de los padres. De esta manera estaríamos aprovechando las posibilidades de comunicación y socialización en la familia y en la escuela», comenta Linares.
2. Convertir el momento de ver la tele en un momento beneficioso y familiar. Acompañar a los niños mientras ven programas o películas es importante. Al realizar esta actividad de manera conjunta, los niños asociarán el hecho de ver la tele con una experiencia enriquecedora y en familia. «Así estaremos no sólo viendo la tele sino haciendo una actividad compartida, porque puede dar lugar a cantar con ellos, jugar...», asegura la psicóloga. Pasar ese tiempo juntos contribuye a estrechar lazos y a generar confianza. Además, los padres deben aprovechar este momento para «explicarles, mediante el ocio, qué conductas son adecuadas y cuáles no», señala la psicóloga.
3. Sacar provecho a herramientas de control parental. «La televisión es una herramienta que nos acerca gran cantidad de contenido interesante para los niños, pero que también puede utilizarse de formas no apropiadas. Por eso, como padres es fundamental tener un control sobre lo que pueden ver».
La posibilidad de filtrar el tipo de programación que ven los niños es una herramienta muy útil para controlar aquellos contenidos que pudieran ser dañinos o violentos para los más pequeños.
4. Dedicarle un par de horas al día. «Las horas de exposición frente al televisor las debe determinar, por un lado, el tiempo que a cada niño le quede después de haber realizado otras actividades o tareas, como deporte, lectura o jugar con otros niños. Por otro lado, también el tiempo que dure cada programa seleccionado. Así estamos ayudando a desarrollar la capacidad de selección y discriminación de los niños; les estamos enseñando a ver programas de televisión y no simplemente a ver televisión», específica la experta.
Dedicar un par de horas al día a ver la televisión puede ser positivo tanto para los padres como para los niños. Este instante del día puede ser clave para estrechar lazos familiares o simplemente para conocer las inquietudes de los niños y ayudarlos a desarrollar sus habilidades sociales.
5. Libertad de elección. Lo cierto es que a pesar de que a los padres les preocupa la amplia oferta, la ventaja es que los niños pueden decidir visualizar sus dibujos favoritos en distintas horas del día. Cuando no se contaba con plataformas con contenidos exclusivos para el consumo infantil, los niños tenían que ver por defecto lo que se emitía en televisión. Sin embargo, ahora pueden evitar las series que no les gusten y ver otros contenidos que se adecúen más a su edad o gustos. El desarrollo de las facultades de elección puede estar vinculado a este momento del día, cuando padres e hijos hacen esta actividad de manera conjunta, compartiendo aficiones, así no solo aprenden a ver la televisión, sino que aprenden qué les gusta ver en la televisión.
Por otro lado, los contenidos de televisión pueden convertirse en una herramienta fantástica para reforzar el aprendizaje de idiomas mientras los más pequeños disfrutan de sus series y películas favoritas. Tal y como explica Carmen María Linares: «Si desde niños se acostumbran a ver programación infantil en versión original, a pesar de no garantizar el aprendizaje del idioma, podrán avanzar más rápido, adaptarán el oído y memorizarán expresiones típicas del idioma. Y todo de una forma lúdica, porque estamos uniendo aprendizaje y ocio».
ABC, Viernes 31 de agosto de 2018

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