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Muchos padres se preguntan si los niños también pueden tener problemas de
colesterol elevado, y la respuesta es que sí. Aunque las enfermedades cardiovasculares
asociadas no se manifiestan, en general, hasta la edad adulta, el tener
niveles altos de colesterol durante la infancia te predispone a
padecerlas.
¿Tengo que hacer análisis de colesterol a mis hijos?
No es necesario, a no ser que existan riesgos asociados: niños con hipertiroidismo, obesidad, hipertensión, diabetes, o antecedentes de hipercolesterolemia o problemas cardiovasculares en su familia. En todo caso, será el pediatra quien aconseje si es conveniente o no realizar el análisis.
En algunas ocasiones la predisposición a tener el colesterol alto es
hereditaria, y otras aparece como consecuencia de una enfermedad de base
como la diabetes o el hipertiroidismo. Sin embargo, se sabe que
la mayor parte de las veces este problema es consecuencia del tipo de
vida que se lleva. Por eso, todas las recomendaciones que se hacen a los
adultos también son aplicables a los
niños: la clave está en hacer ejercicio y seguir una
dieta saludable.
La Asociación Española de Pediatría nos da los siguientes consejos para mantener a raya el colesterol de la familia:
1. Consume al menos cinco raciones diarias de frutas y verduras. No os cortéis tampoco con los cereales, preferiblemente integrales, y las legumbres.
2. Sustituye la carne rica en grasa por carne magra y, preferiblemente, de aves.
3. Evita las vísceras, los embutidos, los alimentos precocinados y la bollería industrial.
4. Aumenta el consumo de pescado.
5. Cocina con aceite de oliva y evita usar mantequilla, margarina o tocino.
6. No hace falta freírlo todo: prueba a hervir los alimentos, asarlos al horno o hacerlos al vapor, a la plancha y a la brasa.
7. Disminuye el consumo de bebidas azucaradas y la sal.
8. Haz
deporte a diario: de 30 a 60 minutos al día si es posible.
9. Mira las etiquetas con la información nutricional de los alimentos que compras. Así podrás elegir aquellos que tengan bajo contenido en grasas saturadas, grasas trans y colesterol.
Las grasas saturadas de la dieta no deben sobrepasar el 10% del total
de calorías ingeridas, grasas trans menos de un 2% de las calorías
totales y el colesterol de la alimentación menos de 300 mg/día.
10. Elegir lácteos y derivados, preferiblemente con bajo contenido en grasa.
Por: Victoria González
Fuente: Asociación Española de Pediatría
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