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¡Papá quiero una mascota! Antes o después, todos los padres
oyen a sus hijos esta frase. Las reacciones son muy dispares: hay
padres que piensan que es una buena opción, otros a los que les
horroriza un animal en casa, también los hay a los que les gustaría,
pero no quieren ser ellos quienes acaben bajando al perro a la calle
todos los días...
Numerosos estudios demuestran la importancia de la relación
de los niños con los animales. Según datos de ReaderDigest, existen
seis razones fundamentales por las que la convivencia con animales es
buena para los más pequeños:
—Un animal enseña responsabilidad y valores de amor propio:
realizando tareas como pasear al perro o limpiar la jaula de los
pájaros, los niños sienten que están realizando un logro además de
favorecer el buen funcionamiento de su metabolismo al realizar
ejercicio. Tanto niños como jóvenes pueden ayudar simplemente llenando
el bol de alimento para los animales.
—Ayudan a mejorar y aumentan la comunicación no verbal:
En un estudio de la Universidad de Kansas hecho a preescolares,
aquellos que tenían gato o perro, mostraban más empatía, comparado con
aquellos que no tenían un animal de compañía.
—Alivian la soledad:
Con los padres trabajando fuera, los niños aprecian tener la compañía
de una mascota en casa. En muchos casos valoran tener en casa un pequeño
“comité de bienvenida” cuando llegan del colegio.
—Ayudan a aprender:
Algunos colegios y bibliotecas de Canadá y de Estados Unidos, ofrecen
programas de lectura con perros, en los cuales los niños leen en voz
alta a sus animales. En estos programas educativos se demostró que los
niños se sentían más confiados a la hora de leer en voz alta para sus
animales, por lo que mejoraba su capacidad lectora, y además se sentían
acompañados, ya que según el estudio, niños de siete años en adelante
asumían que su perro escuchaba y entendía lo que le estaban leyendo,
creando un vínculo más fuerte con ellos.
—Disminuyen la ansiedad ante los deberes:
Acariciar y mimar a nuestros animales hace que baje la presión
sanguínea, por lo tanto, tener un animal cerca puede ayudar a preparar a
los niños para hacer frente los deberes de las asignaturas que menos
les gustan y disminuir su ansiedad hacía ellas.
—Los animales mantienen el diálogo familiar:
en muchas ocasiones se convierten en el nexo de unión entre padres e
hijos. Por ejemplo, limpiar el acuario juntos o pasear al perro en
familia, puede favorecer a abrir líneas de comunicación entre ellos.
ABC, Viernes 30 de mayo de 2014
Imagen: Nole
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