CARLOS ABEHSERA
En
el número 10 tenemos la margarina. No todas son iguales, pero en
general son una mezcla de grasas vegetales de las fuentes más
estrambóticas que te puedas imaginar y algunas, como la de la foto, para
colmo están fabricadas a partir de grasas hidrogenadas y potencialmente
agresivas para nuestra salud. Aunque no te lo creas, la margarina Zas
de Tulipan, fabricada por Unilever, sigue estando compuesta a estas
alturas de la película por grasas hidrogenadas, ingrediente que este
fabricante usa con normalidad en muchos de sus productos como ya
denuncié en ese artículo.
La margarina se inventó teóricamente para mejorar nuestra salud
eliminando de nuestra dieta las grasas saturadas. La realidad es que se
inventó para maximizar los beneficios de la industria alimenticia. Hace
ya tiempo que sabemos que los problemas de salud no los provocan las grasas saturadas,
sino la grasas hidrogenadas como las que contienen muchas margarinas.
Por ello, es mucho más saludable y recomendable volver a la mantequilla,
que además de ser un producto más natural y menos procesado (nata de
leche y poco más), suele tener más y mejor sabor y mejores valores
nutricionales, de ahí su precio. Y si no te gusta la mantequilla siempre
puedes usar aceite de oliva o aceite de coco, que son infinitamente más
saludables que la margarina.
Los cereales de desayuno son uno de los grandes engaños de nuestro tiempo.
Se trata de un alimento altamente procesado, azucarado y de escaso
interés nutricional. Un simple huevo, además de ser infinitamente más
natural que estos productos, es mucho más sano, nutritivo y barato, y
desde luego recomendable para los niños por la calidad de su proteína,
de sus grasas y de sus micronutrientes. Los cereales de la foto, de
marca blanca de El Corte Inglés, son de lo peorcito que se puede
encontrar en la sección de desayunos. Aportan un descabellado 83% de
carbohidratos en peso, de los cuales casi 50 gramos de cada 100 son
azúcar, o sea, la mitad de su peso es puro azúcar, algo que a nadie debe
extrañar cuando leemos en su composición que contiene azúcar, jarabe de
glucosa (azúcar) y miel (más azúcar). Las vitaminas y minerales que le
han añadido en su composición son un reclamo falso. La mayoría se
encuentran de manera natural en una gran cantidad de alimentos de
nuestra dieta y no es necesario añadírsela a los cereales.
Salvo
que tengas una alergia -e incluso en ese caso yo no me las tomaría-, el
uso de estas bebidas tiene poco sentido nutricional y mucho menos
económico. Por ejemplo, la “leche” de arroz de la foto es un
despropósito nutricional: contiene casi 4 veces más carbohidratos (la
mayoría azúcares) que la leche convencional y prácticamente no contiene
grasas de calidad ni proteínas de valor biológico para los seres
humanos. Mucha agua, arroz, y cantidades insignificantes de nutrientes
de calidad. Si la tomas porque crees que es buena para tu salud, tengo
malas noticias para ti, ya que nutricionalmente es más parecida al agua
que a cualquier otra cosa -azúcares aparte-. Si lo haces porque no
puedes tomar leche convencional, yo me plantearía tomar café solo o té
en su lugar, porque al doble de precio que la leche convencional, la
única salud que promocionas al comprar esto es la salud financiera del
fabricante.
Cada vez que veo un producto “avalado” por la Asociación Española de Pediatría me
lanzo como un poseso a leer los ingredientes y valores nutricionales.
¿Qué avalan con su logotipo los pediatras españoles? En la foto que
acompaña, recomiendan un producto que carece de proteínas de calidad,
contiene diversas formas de azúcar, algunas de ellas realmente
perjudiciales para la salud y cuyo uso se asocia al desarrollo de
diabetes tipo 2 y otras enfermedades (fructosa). En concreto, además del
azúcar corriente (sacarosa), estas galletas llevan almidón de trigo
(azúcar de trigo), jarabe de glucosa (azúcares simples concentrados)
y jarabe de fructosa (azúcares simples concentrados). No es de extrañar
que prácticamente el 70% de estas galletas sean puro carbohidrato y que
más del 20% de su peso sean azúcares. Eso si, suele coincidir que los
mismos que dan estas galletas a sus hijos les dan leche desnatada “no
vayan a engordar”. En general, si el diseño de la caja está orientado a
que los niños lo demanden y se han buscado la forma de colocar un
elemento que añada credibilidad, como el logotipo de los dichosos
pediatras, se da la circunstancia que el producto es pura basura
nutricional. A estas galletas, como a los cereales y a las bebidas
sustitutivas de la leche anteriores, también les añaden
artificialmente vitaminas. ¿Tan difícil es usar ingredientes naturales
que tengan sus propias vitaminas y minerales?
En
el tema de las carnes picadas y las hamburguesas hay mucha disparidad
de un producto y fabricante a otro, pero por lo general lo mejor que
podemos hacer es pedir a nuestro carnicero que nos pique la carne fresca
que queramos delante nuestra, algo que además suele ser más barato que
comprar la que ya viene picada en la bandeja. Estos preparados cárnicos
son -además de carne de dudosa calidad- una mezcla de ingredientes que
no pintan nada en una carne, desde cereales a tubérculos como la patata o
directamente azúcar o fibra vegetal. En las hamburguesas de la foto, la
composición es para echarse a temblar: sólo tienen un miserable 64% de
carne en su composición y una larga lista de elementos curiosos como
fermentos lácticos, proteína de soja, dextrosa (azúcar) o agua. ¿Y quién
fabrica este producto? Sí, lo has adivinado, Martínez Loriente, los
mismos señores que fabrican las carnes procesadas de las que hablé hace unas semanas y tanto revuelo causaron y de las que voy a volver a hablar enseguida.
¿Os acordáis de mis quesos inmortales que
compré en Junio del año pasado y que viven en la estantería de mi
despacho? Pues hoy se han cumplido 11 meses desde que los adopté por 1
euro cada uno en el Carrefour que hay cerca de mi oficina. En sólo un
mes cumplirán un año fuera de la nevera y están como el primer día. Por
si te lo estás preguntando, estos “quesos” caducaron a principio de
octubre de 2014, pero siguen estando exactamente igual que el día que
los compré ¿Porqué? Porque no es queso de verdad. El fabricante (y el
distribuidor) quiere que pienses que es queso porque lo vende en un
formato idéntico al queso, parece queso, tiene nombre de queso, huele a
queso y si te atreves a comerte semejante porquería, seguramente sabrá a
queso, pero su ingrediente principal es la grasa vegetal y en su
composición hay cosas como fécula de patata y sales fundentes. ¿Cómo han
logrado darle ese aspecto? ¿Quizás hidrogenando la grasa? Eso desde
luego explicaría que no se pusiese malo fuera del frigorífico…
Ya
he analizado en el pasado algunos productos de este fabricante, pero
debo admitir que me sigue sorprendiendo su capacidad para vender basura
bajo un falso halo de salud y calidad. Cada vez que veo el anuncio de
los viejecitos que llegan a ancianos porque comen productos de Campofrío
me río por no llorar. Estaba a punto de comprar para escribir este
artículo un fiambre porcionado para niños con bonitas imágenes de Disney
como reclamo -también de Campofrío- cuando por el rabillo del ojo he
visto este otro producto que me ha dejado helado. Menos del 50% de carne
y en su web lo anuncian como
“jamón cocido” pese a no llevar -técnicamente hablando- ni un sólo
gramo de jamón. Insultante para la inteligencia. Después de añadirle
proteína de leche y de soja, siguen saliendo un vergonzoso 11% de
proteína en un producto “cárnico”. Campofrío sigue jugando con los
consumidores fabricando todo tipo de productos cárnicos en los que la
carne, además de ser de dudosa calidad, escasea en la composición. Sin
embargo, su marketing es sensacional. Tienen al consumidor absolutamente
engañado. No hay vez que vaya a la charcutería que no vea a una madre
comprar jamón cocido al corte Campofrío para sus hijos convencida de que
está comprando el mejor jamón que su dinero puede pagar. Si tan sólo se
parasen a mirar la composición unos segundos…
No
nos lo ponen fácil los políticos, pero si nos fijamos bien
comprobaremos que la grasa hidrogenada está omnipresente en la bollería
industrial. En la tabla de valores nutricionales es obligatorio indicar
la cantidad de grasa saturada que contiene un producto, pero no así la
cantidad de grasa hidrogenada, por lo que tenemos que irnos a la lista
de ingredientes, leer uno a uno todos ellos, y elucubrar e imaginarnos
la cantidad de grasa hidrogenada que contiene cada producto. Poderoso
caballero es don dinero, y en el tema de la industria alimentaria, este
refrán es absolutamente cierto. La voluntad de los políticos está
vendida al mejor postor, y nuestros derechos pisoteados y arrojados al
cubo de la basura junto con nuestra salud. Todos los productos de la
foto incluyen grasas hidrogenadas en su composición… como la mayoría de
productos de bollería que llevan rellenos y/o coberturas. Hazle un favor
a tus hijos y no les des este alimento que les provocará lesiones
cardiovasculares a largo plazo. La grasa hidrogenada es responsable en
gran medida de las enfermedades coronarias. Esto es lo que dicen los
estudios científicos; no me lo acabo de inventar. Si quieres darle un
capricho a tus niños, cómprales el último videojuego que haya salido al
mercado, no esta porquería que los acabará matando.
Ya lo he dicho en diversas ocasiones pero lo voy a repetir una vez más: la carne y el pescado, mejor fresco. Ya he hablado de carnes procesadas en el pasado y de pescados congelados.
Hoy me detengo en este producto que he encontrado en Mercadona.
Unos escalopines de pollo -o eso dice la bolsa- por delante, porque
cuando uno mira la lista de ingredientes es para echarse a temblar: 20
ingredientes entre los cuales la única carne que encontramos es un 33%
de pollo con un asterisco que dice que el porcentaje se ha calculado
sólo en base al relleno, o sea, que del producto completo, el porcentaje
de carne es aún menor, o al menos eso es lo que yo entiendo leyendo
eso. Los valores nutricionales son de chiste, pues este preparado
cárnico tiene un 24% de carbohidratos (la carne tiene 0%), un 15% de
grasa (la pechuga de pollo tiene hasta un 2%) y un miserable 10% de
proteínas (el pollo llega a tener más de un 20%), que para colmo
proceden, además del pollo, de la soja, el trigo, la leche y el huevo.
Hacer pollo en tiras empanado en casa es sumamente sencillo, rápido y
nutritivo. No compres estas porquerías para tus hijos. Si encuentro
tiempo en unos días subiré una receta a la sección de recetas del blog para que podáis hacer vuestros propios “chiken fingers” al estilo norteamericano pero de manera saludable.
En
el top 1, encabezando la lista por derecho propio, se encuentra el
suplemento nutricional para niños PediaSure. Hay que estar regular de la
cabeza para darle a un niño un alimento en polvo en lugar de comida
fresca, pero mucho peor hay que estar para elegir este en
concreto. PediaSure es un producto del que ya he hablado y del que hablo
con detalle en mi libro La gran mentira de la nutrición,
pero todo esfuerzo me parece poco para destapar la mentira y el engaño
que suponen vender maicena con azúcar a precio de caviar. No hay nada en
el PediaSure que justifique su elevadísimo precio y mucho menos que lo
haga indispensable para la alimentación de nuestros hijos. Más bien al
contrario. Se trata de un alimento cargado de carbohidratos, apoyado con
proteínas de baja biodisponibilidad, que sólo contiene ocho de los once
aminoácidos que sería interesante que contuviese para los niños y que,
por su composición, dispara la glucosa en sangre y con ello la respuesta
insulínica, lo que acerca a los niños al síndrome metabólico y por
tanto a la diabetes a largo plazo. El único beneficiado de que compres
este producto es su fabricante. Hazte un favor y lee su lista de
ingredientes ante de comprarlo. Luego decide si eso es lo más indicado
para tus hijos… si es que entiendes los ingredientes de la lista, porque
ya te adelanto que de sencillo no tiene nada.
Si te interesa vigilar la calidad de los alimentos que entran en tu
casa, especialmente si tienes hijos, te interesará saber que con la
industria alimenticia las cosas no son casi nunca como parecen. Hoy te dejo este top 10 de los alimentos
que debes evitar llevar a casa, especialmente si los compras para los
niños y quieres educarlos y alimentarlos adecuadamente. Como he dicho en tantas ocasiones,
los mejores alimentos no vienen en cajas ni bolsas sugerentes, sino que
se venden al corte, son frescos y duran poco tiempo en la nevera.
Número 10: Margarina
Número 9: Cereales de desayuno
Número 8: Bebidas sustitutivas de la leche
Número 7: Galletas para niños
Número 6: Carnes picadas envasadas
Número 5: Quesos Vegetales
Número 4: Fiambre York Campofrío
Número 3: Bollería Industrial
Número 2: Carnes y pescados procesados
Número 1: PediaSure
Con esto concluyo mi lista de los 10 peores alimentos que puedes
comprar. Si quieres ver más casos de alimentos poco recomendables,
especialmente si tienes hijos, no dejes de visitar la sección “Denunciable”
del blog. Allí voy colgando artículos más detallados de los alimentos
que voy analizando. Seguro que descubres cosas que desconocías de
productos que compras con regularidad.
ADELGAZARSINMILAGROS.COM 18/05/2015
Ole y Ole!! Muchas gracias por la información. En mi caso personal no compro ninguno de estos productos, y hago apología de no consumirlos, pero bastantes de los citados son realmente engañosos, y es facilísimo que padres con pocos conocimientos y convencidos por la publicidad de que son "sanos" los compren pensando que benefician la alimentación de sus hijos.
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