Carmen HIERRO
El pescado y los
mariscos son fundamentales en una dieta saludable. Estos alimentos
aportan altas cantidades de proteínas y nutrientes bajos en grasas
saturadas. Una persona que incluya en su dieta una gran variedad de
pescados y mariscos contribuye con ello a mejorar su salud cardiaca, y
en el caso de los niños, su consumo les ayuda a crecer y desarrollarse
adecuadamente.
Sin embargo, casi todos los productos que llegan del mar
tienen restos de mercurio, de modo que al comerlos ese metal entra en
nuestro organismo. Estos contaminantes se acumulan en los tejidos
grasos, por lo que se encuentran sobre todo en el pescado azul, más que
en el blanco. Y cuanto más grande es el animal, más mercurio acumula.
Esto es así porque el pescado o el marisco ha pasado más tiempo en el
mar, por lo que lo ha ingerido en más cantidad.
A la
hora de consumir productos del mar hay que seguir una serie de
recomendaciones. El cuerpo absorbe fácilmente el mercurio del pescado y
los bebés -incluso antes de nacer- y los niños pequeños son los más
vulnerables ante altas dosis de este metal, porque sus cerebros y
sistemas nerviosos todavía están en desarrollo, y estos son los órganos a
los que afecta el mercurio.
LOS RECOMENDADOS / Así,
incluso de las variedades de pescado y marisco con niveles bajos de este
metal se aconseja un consumo máximo de dos veces por semana. Entre los
pescados con dosis muy bajas de mercurio están el arenque,
la trucha arco iris, el salmón, las sardinas, las anchoas y todo el
pescado blanco. Además, estas especies tienen un alto contenido en
grasas saludables. Entre los mariscos, se recomiendan las almejas, los
cangrejos de río, las ostras, las vieiras y los camarones.
Con
dosis bajas, pero más altas que las de las anteriores especies -se
aconseja que se consuman como mucho seis veces al mes -, figuran la
trucha marina, la raya, el rape, el bonito y la langosta. Con cantidades
altas -se recomienda ingerirlos como mucho tres veces al mes-, la
caballa, el mero y el pez azul. Por último, las especies con niveles de
mercurio muy elevados y por tanto perjudiciales para la salud, sobre
todo para los menores y embarazadas, son el tiburón, el pez espada y la
caballa gigante.
De atún en lata, la Agencia de
Alimentos y Fármacos, el organismo regulador alimentario de EEUU,
recomienda que los niños no coman más de dos raciones a la semana,
siempre que sea claro. Si es en trozos o blanco, lo aconsejable es solo
una. El atún blanco es más grande, por lo que acumula más mercurio.
UN
POCO DE TODO / Por los palitos de pescado, muy utilizados por ejemplo
en ensaladas o sándwiches, no debe haber preocupación, ya que comúnmente
se elaboran con pescados con bajos contenidos de mercurio.
Hay
que tener en cuenta que en pequeñas cantidades el mercurio no es
nocivo, por lo que lo que se recomienda es comer un poco de todo, para
tener una dieta equilibrada y buena salud. Así, si una semana consumimos
mucho pescado o marisco, en las dos siguientes debemos reducir las
cantidades de esos alimentos en la dieta.
EL PERIÓDICO, 03/09/2013
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