ABC / MADRID
Si hacemos una encuesta sobre los momentos más felices de
nuestra vida, la gran mayoría de ellos se situarían en la infancia. La
niñez es ese periodo de indolencia en la que el verbo disfrutar y la
palabra felicidad ocupan el centro del universo. Pero también es verdad
que es un periodo en el que es necesario adquirir una serie de hábitos
como la visita temprana al dentista que facilitarán y mejorarán la vida
en el futuro. La buena salud dental es un propósito que debe comenzar
desde los llamados dientes de leche, que deben estar bien cuidados. Si
estos dientes sufren de caries, se complica la salida de los dientes
permanentes.
Los alimentos amigos
Desde el exterior, hay una serie de alimentos que facilitan
el buen estado de los dientes. Hemos repasado con la doctora Beatriz
Casillas, directora de Ortoclinik,
uno de los centros dentales para niños más prestigiosos de nuestro
país, los alimentos que ayudan a los dientes de los más pequeños:
—El queso es el alimento perfecto: tiene calcio y fósforo, ayuda a equilibrar el ph de la boca, reconstruye el esmalte dental y estimula la producción de saliva.
—La leche aporta calcio y vitamina D, que son fundamentales para la salud bucal.
—Las frutas y las hortalizas crudas
como la zanahoria son buenos ya que sus fibras naturales hacen que al
masticar más se produzca abundante saliva provocando que trabajen los
músculos de la boca ensanchando los huesos y facilitando la salida de
los dientes permanentes.
—La manzana contiene un antioxidante que hace una función anti bacteriana.
El principal peligro
Las caries son causadas por los ácidos creados por las
bacterias de la boca que se producen después de comer, cuando éstas
metabolizan los azúcares que provienen de los alimentos. Así que es
fundamental inculcar los hábitos de higiene dental para prevenir este
problema llamado caries. Es fundamental el cepillado nocturno ya que por
la noche cae la producción de saliva y si la dentadura no está limpia
corremos el riesgo de sufrir caries. Según la doctora Casillas, «un peligro añadido de las famosas chuches,
de las golosinas, es que al quedarse incrustados permanecen mucho
tiempo pegados a los dientes, y eso supone un peligro si el niño no
tiene costumbre de cepillarse los dientes». Además, el consumo excesivo
de azúcares no sólo afecta la salud dental de los niños, sino que
aumenta el riesgo de sobrepeso, diabetes o síndrome metabólico, entre
otras enfermedades.
ABC, 03/11/2013
Es importante que escuche a su estómago en busca de señales de hambre. Comer cada tres o cinco horas suele ayudar a mantener el hambre bajo control, dice Smith. Para la mayoría de las personas, eso significa comer un tentempié unas dos o tres horas después de la comida. 3 pasos para comer sanamente en el trabajo.https://epicpublishiing.com/
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