M. MERINO
Quienes ya tenemos cierta edad, recordamos que cuando
éramos pequeños y nos dolía la cabeza, por ejemplo, nuestras mamás no
dudaban en darnos una aspirina infantil, pues así se lo
aconsejaban los pediatras. Sin embargo, desde entonces ya “ha llovido
mucho” y ahora son precisamente esos médicos los que indican todo lo
contrario, que no debe recurrirse a ese fármaco porque trae consigo un
importante número de peligros. En concreto, la Asociación Española de Pediatría
(AEP) recomienda que, bajo ningún concepto, hay que darles ese
medicamento a los menores de 16 años, ya sea para aliviarles dolores
como los citados o para bajarles la fiebre que pudieran tener.
Uno de los motivos para que ahora se haya tomado la
decisión de rechazar a la aspirina infantil es porque se ha demostrado, a
través de distintos estudios e investigaciones, que puede traer consigo
la aparición de lo que se conoce como Síndrome de Reye. Si sigues leyendo y descubrirás de qué se trata.
¿Qué es el Síndrome de Reye?
Bajo ese singular nombre se encuentra una enfermedad pediátrica grave
que se produce como consecuencia de la ingesta de aspirina infantil o
ácido acetilsalicílico con el objetivo de tratar convenientemente la
varicela o la gripe. El resultado de la toma de ese medicamento es la
aparición de este síndrome que afecta fundamentalmente a lo que son el hígado y el cerebro.
Causas y factores de riesgo
Se considera que los niños que tienen más riesgo de
padecer esta patología, que aún cuenta con muchas dudas acerca de su
origen, son los menores de 10 años que hayan tomado aspirina y
especialmente los que se encuentran en edades comprendidas entre los 4 y
los 6 años.
Síntomas
Una semana después de que el menor haya tomado el
citado fármaco, para hacerle frente a una varicela o a una gripe, es
cuando comienzan a aparecer los síntomas del Síndrome de Reye. La
primera de esas señales que indica que ha surgido la enfermedad es un
cuadro de vómitos constantes en el menor. No obstante, tras eso empieza a tener cambios repentinos de humor y mucha irritabilidad, sin olvidar que, a continuación, puede llegar a sufrir convulsiones e incluso a entrar en coma.
No obstante, lo habitual es que, después de la
mencionada irritabilidad, aparezcan otros síntomas que alertarán de la
situación y que deberán hacer que los padres rápidamente lleven al niño
al hospital más cercano, pues su vida corre serio peligro. Nos estamos
refiriendo concretamente a los siguientes indicativos:
-
Letargo.
-
Cuadros de confusión.
-
Pérdida momentánea del conocimiento.
-
Instantes constantes de despiste.
-
Visión doble.
-
Dificultad para poder hablar de manera normal e incluso para escuchar.
-
Parálisis de las extremidades, ya sean superiores o inferiores.
-
Debilidad palpable.
Tratamiento
Cuando el pequeño haya presentado algunos de estos
síntomas, a raíz de la ingesta de aspirina, y se haya llevado al
hospital, el médico lo que hará será examinarlo y someterlo a distintas
pruebas que puedan dejar patente que el diagnóstico es el Síndrome de
Reye. En concreto, el doctor cuenta con distintas herramientas para
salir de dudas al respecto, tales como un examen sanguíneo, una biopsia hepática, una punción lumbar o incluso un TAC de la cabeza, entre otras.
En función de los resultados que obtenga en esas
pruebas determinará un tratamiento u otro, que, por regla general, se
sustentará en los siguientes pilares:
-
Cuidado intensivo del niño para poder realizarle un seguimiento exhaustivo.
-
Ingreso en el hospital y monitorización de ciertas constantes e incluso de lo que son los gases sanguíneos o la presión intracerebral, si fuera necesario.
-
En el caso de que lo estime oportuno, el médico indicará la necesidad de acometer el suministro intravenoso al pequeño de lo que es glucosa o de electrolitos.
Otros datos de interés
Además de todo lo expuesto sobre el Síndrome de Reye,
se hace necesario conocer otros aspectos relevantes acerca del mismo,
entre los que se encuentran los siguientes:
-
La tasa de mortalidad relacionada con esta enfermedad es del 40%, aproximadamente.
-
En los casos más complicados y graves, el menor afectado puede tener que hacerle frente a un daño cerebral permanente, a un periodo en coma e incluso a la propia muerte.
-
Se trata de una patología, eso sí, que no es frecuente pero que resulta extremadamente peligrosa.
Precisamente por todo lo expuesto, los pediatras y
asociaciones como la mencionada al principio desaconsejan que se les dé
aspirina infantil a los niños menores de 16 años. Así, cuando presenten
dolores de cabeza y fiebre u otros síntomas de enfermedades como la
varicela o la gripe, lo que deben hacer los padres ante el malestar de
sus hijos es llevarlos a la consulta médica y que el profesional
pertinente les establezca un tratamiento. Tratamiento que les permitirá
curar la dolencia que sufren en cuestión sin ponerles en peligro.
OK DIARIO, Miércoles 9 de diciembre de 2015
Comentarios
Publicar un comentario