M.R.SAHUQUILLO
Las grasas trans artificiales, que contienen algunas pizzas
congeladas, productos horneados, palomitas para microondas o bollos
industriales pueden verse limitadas en todos los alimentos producidos en
la Unión Europea. La Comisión Europea ha hecho público un informe este
jueves en el que aconseja limitar estas sustancias —que se producen al hidrogenar ciertos aceites vegetales
para que sean más sólidos y que los alimentos parezcan más atractivos—
que incrementan el riesgo de enfermedad cardíaca, la principal causa de
fallecimiento en la UE y por la que mueren 660.000 personas al año.
Restringirlas por ley sería la medida más efectiva para la salud pública
y para la protección del consumidor, dice el documento.
Ya en Junio, la Agencia Estadounidense de Fármacos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) prohibió la utilización de las grasas trans
artificiales en los alimentos, salvo autorización específica de la
agencia. Aunque da un plazo de tres años a las empresas alimentarias
para cumplir la regulación e ir eliminando estas sustancias de sus
productos en todo el país. En la UE, cuatro países —Austria, Dinamarca,
Letonia y Hungría— ya tienen leyes que limitan estas sustancias.
El análisis de la Comisión, que ha estudiado productos en todos los Estados miembros, asegura que ha hallado trans
en niveles inferiores a los recomendados: la Organización Mundial de la
Salud (OMS) aconseja que estas sustancias no deben superar los dos
gramos por cada 100 gramos de grasas. En la UE, en el 77% de los productos que contienen trans,
estas sustancias representan el 0,5% de las grasas. Sin embargo,
reconoce la Comisión, también se ha hallado altos niveles de estas
sustancias en algunos alimentos, como galletas o palomitas; donde pueden
llegar a suponer la mitad de las grasas.
La investigación europea encontró productos con esos altos niveles en
Suecia, Croacia, Polonia, Bulgaria y Eslovenia. En algunos países del
Este, advierten los expertos de Bruselas, las trans apenas se
han reducido desde hace diez años. "Esto sugiere que en algunas partes
de la UE no se han hecho progresos", señala el informe.
La Comisión Europea no plantea una propuesta concreta en su informe.
Sus expertos reconocen que han tenido importantes limitaciones para
analizar el impacto de la restricción de estas sustancias en toda la UE,
por eso Bruselas realizará otro informe, más técnico y centrado en la
industria, y lanzará una consulta pública antes de hacer una proposición
a los Veintiocho. Los expertos sostienen que la manera más efectiva
para desterrar de la dieta de los europeos estas sustancias es
limitarlas de manera legal. La autoregulación de las empresas
alimentarias o la clarificación del etiquetado —como ya se hace con la
sal o las calorías—, dicen, son menos efectivas.
Reducir las grasas trans de la dieta tendría un impacto en la salud de los europeos,
sobre todo en su salud coronaria. Estas enfermedades tienen un coste
para los Veintiocho de más de 58.700 millones de euros (un 0,5% del
PIB), y su asistencia sanitaria cuesta al año 36.400 millones de euros a
los sistemas de la UE. En Dinamarca, donde la regulación ha hecho que
las trans prácticamente desaparezcan de los productos, las enfermedades coronarias se han reducido, según el informe.
EL PAÍS, Viernes 04 de diciembre de 2015
Muchas gracias por la buena redacción del post, sigan haciendolo asi de bien. Un saludo
ResponderEliminarEste kit de herramientas de pruebas de penetración móvil permite a los investigadores de seguridad escanear fácilmente una red.
ResponderEliminarhttps://isopatent.com/mejores-aplicaciones-para-hackear/