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Las princesas de Disney queman sus corsés

LUIGI BENEDICTO TORRES
«¿Qué clase de princesa eres?», le pregunta Pocahontas a Vanellope, la desenfadada co-protagonista de Ralph rompe Internet, la película que se estrena hoy y que tiene como uno de sus principales atractivos la primera reunión en pantalla grande de todas las princesas de Disney.
«¿Tienes pelo mágico? ¿Manos mágicas? ¿Los animales te hablan? ¿Has sido envenenada? ¿Maldecida? ¿Secuestrada o esclavizada?», son la ristra de preguntas que le hacen Rapunzel, Elsa, Cenicienta, Blancanieves, Bella y Aurora a la pequeña princesa procedente de un videojuego de carreras, que responde a todo que «no»... Hasta que le hacen la pregunta clave: «¿Todo el mundo da por hecho que tus problemas se solucionan cuando aparece un hombre grande y fuerte?». Esta vez Vanellope asiente y el resto de princesas la acogen como una de ellas ante su perplejidad, la misma que el filme quiere trasladar al espectador, preparándolo para el cambio de roles que está por llegar.
«Queríamos ver cómo eran las princesas detrás de las cámaras, como si estuvieran pasando un fin de semana juntas. Disfrutar como fans de su interacción como amigas, sin perder de vista que ese es un punto de partida para poder reflexionar sobre ellas mismas, sobre lo que las hace ser princesas y la traslación a la actualidad», explica Pamela Ribon, la mente detrás de la idea de reunir a los míticos personajes de la factoría Disney y enfrentarlas al siglo XXI y al #MeToo.
El domingo 15 de mayo de 2016 a las 10:43 horas, Ribon mandó un mensaje a Rich Moore, director de la película, con la idea de reunión. «¿Y sí probamos y vemos qué pasa luego?», le escribió. Moore accedió, desencadenando un terremoto en los estudios de la compañía en Burbank. Porque además, las princesas aprovecharían su regreso para mostrarse como nunca lo habían hecho.
Vannelope se las encuentra tras haber entrado en Internet junto a Ralph, su mejor amigo y el villano reformado que da nombre a la película, primera secuela oficial de Disney desde Fantasía 2000. Jasmín, Vaiana y compañía están en un descanso en OhMyDisney.com, la web donde trabajan las propiedades de la compañía en la red de redes.
«Tuvimos suerte de poder contar con las princesas para la historia de Vanelloppe, al igual que con el resto de personajes que salen representados», detalla Clark Spencer, productor de la cinta. «Por suerte todos pertenecen a Disney, lo que nos facilitó las cosas con Marvel o Lucasfilm», añade aliviado.
Por su parte, el co-director y co-guionista, Phil Johnston, recalca que el peso de las princesas en la historia va más allá del simple guiño. «Pusimos muchas referencias para que el espectador las pillara y disfrutase, pero ese no es el núcleo de trama. No queríamos alienar al público con ellas. En la reunión de las Princesas Disney hay muchos detalles, pero siempre nos aseguramos de que se respetase la historia, el arco de Vanneloppe y las evolución de todas».
Los cambios se palpan en la propia vestimenta. Cuando la cámara vuelve a esa habitación inspirada en los interiores del Castillo de la Bella Durmiente de Disneyland Park en California, los corsés han dado paso a los leggins y las camisetas.
«Mostrar la ropa de calle era muy importante. Eventualmente, estábamos rediseñando a las princesas», recuerda Ami Thompson, directora de arte y diseñadora de personajes. Su primer dolor de cabeza vino a la hora de conseguir que todas encajaran en un mundo en 3-D. «Mi reto era que personajes creados de forma más realista o más animada, como la Cenicienta (1950) o Ariel (1990), parecieran del mismo mundo que las creadas en la época del CGI», comenta. Después, tocó revisar todas sus películas junto a Kira Lethomaki, jefa de animación, para inspirarse a la hora de dar forma al outfit de la realeza. Así, Aurora luce el lema Nap Queen (Reina de la Siesta), Cenicienta el de g2g («Tengo que irme» en lenguaje internetero) y Blancanieves, Poison (Veneno), «porque no muchas personas sobreviven a un envenenamiento», bromea Thompson.
«Esto de las princesas fue muy loco. Porque en una secuela sabes que habrá varios personajes extras junto a los principales. Pero tener juntas a las 13-14 princesas Disney era como tener una película ¡con 14 personajes principales!», apunta Sergi Caballer, modelador de personajes en 3D. «Trabajamos con el máximo nivel de detalle», añade Iker J. de los Mozos, director técnico de personajes, quien recuerda estar mirando fotograma por fotograma de la película de Mulan para conseguir «esa especie de ganchito» que tiene el personaje cuando baja las cejas. «Pero creo que lo logramos: las reinterpretamos, las actualizamos y le dimos una nueva vida», concluye.

Miedo escénico y voces originales

«Afrontar la reunión de las princesas daba miedo escénico. Como si de pronto eres actor, te toca trabajar con Robert de Niro y cuando lo ves te quedas paralizado. Pero luego el trabajo fue relativamente fácil», rememora el animador español Valentín Amador, quien se vio enfrascado en el Princesspalooza, un evento creado por Disney en el que distintos departamentos trabajaron codo con codo para preparar el 'monárquico' encuentro. Por estar, estuvieron hasta las dobladoras originales que permanecían en activo. «Un día entrabas y estabas allí hablando con Jodi Benson, quien puso la voz a la Sirenita ¡Fue algo muy guay!», exclama Amador.
EL MUNDO, Miércoles 5 de diciembre de 2018

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