Ir al contenido principal

Ocho de cada 10 asociaciones de padres creen que los deberes tendrían que hacerse en horario escolar

OLGA R. SANMARTÍN
Siete de cada 10 asociaciones de padres y madres consideran que los alumnos llevan a casa demasiadas tareas. El 84% opina que los deberes tendrían que realizarse en el aula, dentro del horario escolar, y no en casa. Así lo pone de manifiesto una encuesta realizada en el marco de Acción Magistral, un proyecto de apoyo al profesorado puesto en marcha por la Unesco, el BBVA y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
El trabajo analiza la situación de las AMPAS en España a partir de los cuestionarios que respondieron las asociaciones de padres y madres de 161 colegios de toda España, que representan a cerca de 22.000 familias. Hay preguntas sobre su funcionamiento, su papel en la comunidad educativa, las responsabilidades que asumen y también su opinión sobre temas que les preocupan, como las tareas escolares.
"El de los deberes es un debate eterno en el que nunca hay acuerdo. Los padres tienen muy claro que podrían hacerse en clase y los profesores opinan que debe haber un refuerzo en casa. Las familias de los centros privados están más a favor de que se realicen tareas diarias, pero está muy igualado con la pública el porcentaje que cree que se ponen demasiados deberes", explica Eulalia Alemany, directora técnica de la FAD y responsable del estudio.
La encuesta revela que los padres no se oponen rotundamente a que sus hijos hagan tareas en casa de forma diaria, pero forman una abrumadora mayoría los que dicen que sería mejor si se realizaran en el aula, dentro del horario escolar. Esta postura coincide con lo expresado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que ha advertido que "los deberes son una carga para los alumnos con desventajas socieconómicas" porque encuentran menos apoyos y recursos en su hogar para realizarlos.

La Religión

Otro asunto polémico por el que se pregunta en la encuesta es el de la enseñanza de la Religión católica: el 65% no está nada de acuerdo en que esté presente en el currículo oficial y en que sea evaluable. La mitad aboga por que esta asignatura no cuente para la media ni sirva para pedir becas; es decir, es partidario de que vuelva a la situación en que se encontraba antes de la Lomce. Prácticamente el mismo porcentaje opina que debería desaparecer del currículo oficial.
Alemany explica que los porcentajes varían mucho en función de los colegios: si las AMPAS son de centros privados y concertados se muestran mucho más a favor de la Religión que los de las escuelas públicas. A cambio, tanto unos como otros coinciden en que la educación en valores tiene muy poco espacio en el sistema educativo actual. Existe, en realidad una asignatura, pero sólo la cursan los alumnos que no eligen Religión. Seis de cada 10 consultados reclama una materia específica y la misma proporción dice que ésta no es sólo una responsabilidad de las familias.
También se pregunta por las tabletas y los dispositivos tecnológicos. Una gran mayoría opina que facilitan los procesos de aprendizaje dentro del aula y hay consenso en que se emplean con facilidad y destreza por parte del profesorado. Sostienen que son un soporte material más, que no implica muchos cambios, pero advierten que requieren de una inversión monetaria que algunas familias no pueden asumir y creen que el equipamiento de los centros -sobre todo en los públicos- todavía es muy escaso.

El 80% son madres

Respecto al bullying, la mitad cree que es un problema muy presente en el centro escolar. Son mayoría los que opinan que la convivencia es un objetivo prioritario a trabajar en el centro y que es importante que los conflictos se resuelvan con la mediación de toda la comunidad educativa. Hay consenso en que, cuando surge un problema, la mejor manera de atajarlo es a través de normas y sanciones y en que el colegio tiene mecanismos suficientes para detectar el acoso entre compañeros en caso de que se produzca.
Por otro lado, son ligeramente mayores las posturas que consideran que la ratio de alumnos por aula es elevada (un 43% frente al 35% que dice que es adecuada), pero la mayoría de las asociaciones (el 58%) opina que la presencia de docentes de apoyo en las aulas es insuficiente, sobre todo en los centros públicos.
Según esta encuesta, los padres están, por lo general, bastante contentos con los colegios e institutos a los que acuden sus hijos y los recomendarían sin dudarlo a otras familias. Lo que más les ha llamado la atención a los autores del trabajo es la "falta de recursos" en la que trabajan estas asociaciones (la mitad no tiene local, ni ordenador, ni material de oficina), que se componen, de media, de 10 personas, mayoritariamente mujeres. "Hay una desigualdad de género clarísima. Un 80% de los miembros de las AMPAS son madres", resume Alemany.
EL MUNDO, Miércoles 14 de febrero de 2018

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com