Rosa Jové, psicóloga: "Las guarderías son una necesidad de los padres, no de los hijos"

ANA DEL BARRIO

Esta psicóloga y madre de dos niños, es una de las defensoras de la crianza del apego, basada en la atención continua y en reforzar los vínculos afectivos entre padres y bebés. Rosa Jové ha publicado varios libros, entre ellos Dormir sin lágrimas, en el que rebate el famoso método del doctor Estivill.

Sostienes que dormir a los bebés es un arte que se ha perdido.

Sí, porque yo todavía recuerdo cuando mi abuela cogía a mis hermanos con toda la calma del mundo, les sentaba en su regazo, les hacía masajes y, con cuatro meneítos, les dormía. Ahora, los padres quieren poner al niño en la cuna y que se duerma solo, sin tocarlo. Por lo tanto, hemos perdido ese arte.

Para muchos progenitores dormir a los niños se ha convertido en una pesadilla.

Tenemos una sociedad en la que ambos padres trabajan. Antiguamente, uno de los dos, normalmente la mujer, se quedaba en casa para cuidar a los niños y las cosas eran más tranquilas. Ahora, hay que levantarse corriendo a las 7 porque a las 8 ya tiene que estar vestido y desayunado. Le tengo que dejar en la guardería y, luego, hay que llevarle a inglés, a francés y a futbito. No tenemos la calma suficiente. El niño necesita tiempo. Los niños chupan más tiempo que dinero. Por eso, siempre digo que hay que ampliar las bajas maternales y paternales, porque, si no, lo acaban pagando los bebés.

Estamos en pleno declive demográfico.

Y, ¿te extraña? Las madres a las 16 semanas se tienen que incorporar al mundo laboral. ¿Dónde dejas un niño de cuatro meses? Ese niño necesita a su madre. ¿Qué haces con la lactancia materna? Eso provoca mucho estrés porque la madre está en el trabajo pensando si el niño estará bien en la guardería, si está malo... No es culpa de los padres, sino de la sociedad. En Noruega, hay un año de baja maternal, ampliable a dos, si no llevas al niño a la guardería.

No veo a ningún partido político preocupado por el tema de la natalidad, el futuro del país.

No es cierto. Se ha presentado más de una idea y se han ampliado las bajas paternales. Desde que yo fui madre ha habido mejoras, como la hora de lactancia o las reducciones de jornada.

¿Las guarderías son una necesidad de los niños o de los padres?

De los padres. Las guarderías son un mal menor para los padres que trabajan. Pero para un bebé lo mejor no es ir a la guardería, sino tener lo más cerca posible a su padre o a su madre.

¿Es mejor dejarles con las abuelas?

A edades tempranas, sí. Pero, después, un niño de 3 años va a aprender mucho más en el colegio que con su abuela.

Pero ahora hay una fuerte presión social para llevar a los niños a la guardería.

Se ha generado una idea de que es vital que los niños vayan a la guardería, pero en parte se ha hecho para que los padres no se sientan tan culpables. Pero no es así. En muchos pueblos pequeños no hay guarderías y a esos niños no les pasa nada.

Para educar al niño hace falta toda la tribu, ¿se está perdiendo esa tribu?

Como no tenemos tribu, tenemos que llevar a los niños a las guarderías.

En tu libro dices que dejarle llorar no es la solución.

Nunca. Los seres humanos no deberíamos dejar llorar a nadie, tenga la edad que tenga.

¿Es una tortura para el bebé?

Sí, porque él no entiende lo que está pasando. Sólo que se le deja solo y a oscuras.

¿Cómo calificas entonces el método del doctor Estivill que aboga por dejarles llorar?

Estos métodos existen desde el siglo pasado. A finales de los años 50, el doctor Spock ya aplicaba un método similar y en el 95, tenemos al doctor Ferber. Aquí, en España, el más famoso es el doctor Estivill. Todos copian o reinventan cosas más antiguas. En psicología, los llamamos métodos de adiestramiento que, igual que cuando adiestras a un perro, consiguen que el niño se quede en un sitio y que, a la larga, se duerma. Pero no le enseñas a dormir, sino a no quejarse. Lo que hay que hacer para enseñarles a dormir es que aprendan a relajarse.

Entonces, ¿Estivill copió su famoso método?

Sí. Del doctor Ferber.

Pero, ¿no tiene nada de original?

No. De hecho, él mismo lo publicó en su web. Él dijo que estudió en EEUU con el doctor Ferber y que él es el importador en España de ese método. Explicó que la sabiduría popular le quiso dar en España el nombre del doctor Estivill y qué el no era nadie para llevar la contraria a la sabiduría popular. Él primero intentó colarlo, pero luego se dio cuenta de que no colaba, lo reconoció y dijo que no era suyo.

Criticas en tu libro que Estivill y otros doctores han sembrado el pánico entre los padres al crear falsas expectativas sobre el sueño.

Sí. Hay pediatras que si el niño no duerme con 7 meses, empiezan a decir: "Pues de mayor no dormirá". Los padres primerizos se ponen nerviosos y buscan cualquier solución mágica porque les venden que, si el niño no duerme las horas que pone en los libros, será un fracasado escolar. No es cierto.

Te voy a reconocer algo: yo usé el método Estivill y a mí me funcionó.

Yo no digo que no funcione, pero el fin no justifica los medios.

Ya, pero hay padres que se tiran dos horas para dormir a sus hijos.

Hay que solucionar los problemas sin dejarles llorar. Por ejemplo, hay padres que ponen a dormir a los niños a una hora que no es la adecuada.

¿Se están creando patologías del sueño que no existen?

No, las patologías son las que son. Pero, se alarma en exceso y se hacen asociaciones que no son verdad, como que el niño que no duerme de pequeño, no dormirá de mayor ni cogerá kilos.

Hay científicos que sostienen que estos traumas provocados por el desapego pueden matar las neuronas.

Siempre que el niño llora o una persona mayor sufre se matan neuronas, porque se produce un exceso de cortisol y de adrenalina. Cualquier persona que sufre ansiedad elevada tiene muerte neuronal.

¿Se está engañando a los padres de manera intencionada para crear un negocio alrededor del sueño?

Hay intereses comerciales detrás. Han salido colonias, cremas y leches que te prometen que el niño va a dormir.

¿Tu solución para que los niños duerman es el colecho?

No. El colecho funciona bien para relajar a los niños. Y hace que duerman mejor y más tranquilos, pero no siempre.

¿Y no perjudica a la pareja?

Si una pareja se resiente de esto, es que ya no se aguanta. Mucha gente dice que hay menos relaciones sexuales. Mira, si tienes un niño durmiendo contigo por la noche, pues lo haces a la hora de la siesta en el sofá o en la habitación de invitados o en la mesa de la cocina. Si quieres hacerlo, lo haces y si no quieres hacerlo, no lo harás, esté el niño durmiendo contigo o no. ¿Desde cuándo los matrimonios sólo pueden hacerlo por la noche y en la cama matrimonial? ¡No, hombre no! Hay que ser creativos.

Hasta los 3 años los niños lo pasan mal si no está mamá, ¿decir esto es machista o es pura biología?

Es biología. Los niños también echan de menos a su padre. Lo que pasa es que estadísticamente suelen echar más de menos a su madre. En breve, esas diferencias no se van a ver.

¿La crianza del apego por la que abogas no supone esclavizar a las madres?

No. Alguien ha pensado que la crianza con apego es una cosa que sólo pueden hacer las madres. No, la crianza con apego es atender las necesidades del niño por parte de la madre, del padre, de la abuela... Que haya alguien que esté con el niño y no se le deje solo. Que el niño entienda que las personas que le rodean van a establecer una buena relación con él. Después, nos quejamos de que la comunicación con los hijos falla en la adolescencia. ¡Claro, si es que te la has cargado desde la cuna!

Hay feministas que consideran que el apego supone que la mujer vuelva a quedarse en casa y que va en contra de la liberación de la mujer.

Hay muchos grupos feministas que abogan por una crianza respetuosa por la que la mujer pueda serlo en todos los aspectos: madre, trabajadora, luchadora... El feminismo bien entendido no es ser iguales a los hombres, sino mujeres en mayúsculas en todos los aspectos que cada una quiera. Que cada mujer decida si quiere o no trabajar, si quiere o no tener hijos, porque muchas sienten la presión de que deben ser madres. El feminismo es que la mujer sea lo que quiera ser y se empodere.

¿No estamos colocando a los pequeños en un altar como si fueran pequeños dioses?

Te voy a llevar la contraria. En las casas en las que se podría pensar que un niño es el amo de la casa es porque justamente no lo es. En los sitios donde se les da todo es donde menos caso se les hace. Se intenta compensarles. Por ejemplo, me voy 15 días de vacaciones y el niño no viene, pero, al volver, le traigo un regalo. ¿Es el rey de la casa? No, es el último mono. No creo que los niños estén endiosados.

Sostienes que los bebés no deben estar excluidos de la vida social, ¿hay que llevarlos al cine?

Sí, claro.

¿Y si molestan?

Bueno, los padres tienen que tener dos dedos frente para salirse si molestan.

Parece que los niños estorban, ¿no?

Claro. Los restaurantes que tienen parques infantiles están llenos. Hay que cambiar la sociedad para que los padres con niños puedan ir a todas partes.

LA ÚLTIMA PREGUNTA. ¿Por qué estas en contra de los deberes?

El tiempo de familia es tiempo de familia y el tiempo de colegio, de colegio. La profesora no me puede decir a mí cómo tengo que organizarme el fin de semana. Si un fin de semana decidimos recorrer 180 kilómetros porque es el cumpleaños de la abuela, no me puede venir el niño y decir: "No, mamá, tengo un examen el lunes". ¿Quién es la profesora para decirme si me puedo ir de vacaciones o no? A veces, compras un viaje de esquí y, el día antes, les ponen un trabajo y no puedes ir, cuando ese viaje lo pagaste en noviembre. Yo no me meto en el tiempo de la escuela, pues ellos que no se metan en mi casa.

EL MUNDO, Lunes 14 de enero de 2019