JESÚS MARTÍNEZ ÁLVAREZ
El médico de mi hij@
El médico de mi hij@
"Si lo hago por tu bien", es una frase de madre y de padre a mi gusto
utilizada como un arma de doble filo. La frase algunas veces va
acompañada de un maltrato evidente; bofetada, pescozón o castigo, pero
otras veces va unida a la mejor de las sonrisas intentando venderle al
pobre crío algún trago amargo.
Esto viene a cuento de una frase que lancé en mi grupo el médico de mi hijo y que decía así:
"Al próximo que despierte a un crío a media noche para ponerle el termómetro, lo denuncio".
Es muy frecuente oír en consulta eso de: estaba dormido pero le noté
caliente, le puse el termómetro y le di un antitérmico. Yo me quedo a
cuadros, me imagino a mí mismo en ese estado, imaginen ustedes también,
haber pasado todo el día malo, griposo, dolorido y con un malestar más
que interesante, y que a las tres de la mañana cuando has conseguido
conciliar el sueño, se acerque tu amorosa pareja y al besarte la frente
se dé cuenta que estás febril; cariño, despierta y tómate esta pócima
que te he preparado...
¡Bruja!, ¿qué quieres, que me muera?
Imagino que igual debe pensar el niño que llorando consigue abrir un
ojo y muchas veces expresa su opinión vomitando el potingue
administrado.
¿Por qué hacen esto las madres y algún padre? Reconozcamos que es más
de madre ¿Cuáles fueron las respuestas y comentarios a semejante
amenaza?
De las respuestas podremos deducir el porqué de tamaña tropelía. La
pregunta fue en la red social Facebook en donde se puede poner "me
gusta", pero no lo contrario, así que diré que ha obtenido hasta el
momento 556 "me gusta" y una propuesta de crear un club de fans a mi
nombre. En la parte contraria se reciben comentarios al estilo de la
frase que encabeza este escrito, "lo hago por su bien".
Pero ¿realmente le hace bien? ¿despertar al niño enfermo le hace bien
o es prioritario dormir y descansar? Cuando yo estoy acatarrado me tomo
lo primero que pillo (paracetamol o ibuprofeno o aspirina, que soy
adulto) y me meto en la cama. Ni a mí, ni a nadie en su sano juicio y
antes de que la fiebre le haya disuelto el cerebro, se le ocurre poner
el despertador para levantarse seis horas después a tomar otro calmante,
¿no, verdad? Pues eso, si no es lo mejor para nosotros ¿por qué se lo
hacen a sus hijos?
La fiebre en los procesos gripales es un mecanismo de defensa que se
encarga de freír virus y curarnos. Todos los antigripales y remedios
caseros pretenden atenuar los síntomas que van añadidos, tos,
congestión, malestar, etc. Por eso, el sueño debe ser visto como el
mejor tratamiento que tiene la gripe o cualquier catarro. Si el niño
tiene algún problema ya se despertará, si la tos o la sudada le crea
problemas ya llorará y tocará ir a calmarle. El niño es bajito pero no
tonto, así que entendamos que tiene sus mecanismo de defensa y sabe
protestar: lo lleva haciendo desde su minuto uno de vida. Si se
despierta habrá que desplegar todo nuestro cariño y nuestra sabiduría
para conseguir que se relaje y vuelva a recuperar su sueño. No parece
lógico invertir lo que parece normal y hacer algo antinatural.
Entonces ¿por qué se hace? ¿A quién beneficia esta actitud? En las
respuestas a mi pregunta aparece bien claro en boca de las mamás y
papás, "me quedo más tranquila".
Ah, luego es el miedo, la inseguridad, el egoísmo de quedarme más
tranquilo yo, el que lleva a hacer algo inadecuado y luego venderlo al
peque "por su bien". Quizás la palabra maltrato es demasiado
fuerte, demasiado caricaturizada para expresar esto, pero va en esa
línea. El miedo no aporta nada a la crianza con respeto y cariño, el
miedo nos quita libertad -pensad que si el miedo nos atenaza estamos
actuando sin contar con el niño-, el objetivo cambia y es en sí mismo
eliminar el miedo. Nuestra acción será desordenada porque el fin no es
el niño, ni la fiebre, ni el malestar, el fin es acabar con nuestro
miedo y eso nos hace vulnerables.
Si la campaña mediática de todos los años por la fiebre A o B o la
que sea, con la enumeración de muertos en el telediario y las
recomendaciones absurdas, nos da miedo, perdemos nuestra libertad y
perdemos nuestro objetivo de autocuidados y nos lanzamos a la compra de
cualquier producto recomendado. Ese es el objetivo aparente, encauzar el
miedo para que consumas un montón de productos cuando menos inútiles,
si no perjudiciales.
Pero papá Estado "lo hace por nuestro bien".
No por el mío, que me siento maltratado y así lo denuncio.
HUFFINGTON POST, Jueves 23 de enero de 2014
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