ABC FAMILIA
La Asociación Americana de Pediatría (AAP) y el Colegio
Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés)
publicarán una serie de nuevas recomendaciones sobre el trabajo de parto
y el parto en el agua en la edición impresa de abril de 2014 de la
revista «Pediatrics». No obstante, se conocen ya algunas de las
conclusiones: tanto la AAP como la ACOG han determinado que utilizar una
piscina de parto durante la primera etapa de trabajo de parto puede
ofrecer algunas ventajas, tales como la disminución del dolor y el hacer
los trabajos de parto más cortos. Sin embargo, la inmersión en agua durante la segunda etapa (parto acuático) no tiene ningún beneficio comprobado para la madre o para el bebé y puede plantear riesgos de salud graves y a veces funestos.
La AAP y la ACOG concluyen que la inmersión en agua puede
tener algunos beneficios para las mujeres sanas con embarazos sin
complicaciones durante las primeras etapas del trabajo de parto, pero no
hay evidencia de que esta práctica mejore los resultados perinatales.
No se ha establecido la seguridad ni la eficacia del parto bajo el agua y se debe considerar un procedimiento experimental que
no debe realizarse a menos que sea en el contexto de un ensayo clínico
adecuadamente diseñado con consentimiento informado. La inmersión
durante el trabajo de parto y el parto no debe impedir o restringir el
uso del equipo necesario para el control de la madre y el feto.
ABC, 31/03/2014
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