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Un impresionante corto nos muestra cómo les arrebatamos la creatividad a los niños

La creatividad es una de las cualidades que más valora la sociedad pero también es una de las más escasas. Y no es raro ya que la escuela se encarga de arrebatárselas a los niños desde una edad muy temprana.

De hecho, la creatividad no es simplemente la capacidad para enlazar diferentes elementos que den lugar a una idea original y novedosa, la creatividad también es:

- Atreverse a ser diferente

- Arriesgar e ir más allá de los límites establecidos

- Confiar en el instinto

- Ser auténticos

- Desarrollar una visión diferente de la vida

Desgraciadamente, muchas de las escuelas están estructuradas de forma tal que se limitan a transmitir conceptos y teorías ya existentes, sin promover la reflexión. Los niños deben copiar y memorizar, no hay espacio para la creación.

En casa la situación no es muy diferente ya que los padres les exigen a sus hijos que obtengan buenas calificaciones en el colegio, lo cual significa seguir las reglas de una educación escolástica que no tiene en cuenta la individualidad.

De esta forma, en cierto momento se produce un fenómeno que podríamos denominar "amputación del yo". El niño se va adaptando poco a poco al entorno en el que le ha tocado vivir, abandona sus sueños y comienza a acatar las normas que impone la sociedad porque comprende que de esta forma será aceptado y amado. Así se reduce considerablemente su "yo".

Frases como “esa no es la respuesta correcta”, “jugar es una pérdida de tiempo” o “eso no es lógico” implican que la creatividad no encaja en el esquema general del mundo. Así los niños también terminan perdiendo la fantasía, la imaginación y la alegría, por lo que no es extraño que se conviertan en adultos grises que se sienten atrapados en un trabajo que no les gusta.

Deberíamos ir a escuela de adultos, no de niños

Cada niño es único y especial. No se puede juzgar a un pez por su habilidad para trepar a un árbol porque este vivirá toda su vida pensando que es estúpido.

La relación con los niños no debe ser de imposición sino de descubrimiento. No se trata de imponerles lo que deben ser sino de ayudarles a descubrir lo que son y lo que quieren ser. Los padres y los maestros deberían ser orientadores, compañeros de exploración y aventuras, más que figuras encargadas de establecer estándares imposibles.

Este precioso cortometraje nos muestra cómo les arrebatamos la creatividad a los niños y nos hace reflexionar. Se trata de una producción animada codirigida por Rafa Cano Méndez y dirigida por Daniel Martínez Lara que se llevó el Premio Goya al Mejor Cortometraje de Animación. Echadle un vistazo porque cada minuto vale la pena.

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