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Cómo acertar a la hora de elegir una extraescolar

ROCÍO DE FELIPE
Casi la mitad de los alumnos españoles de entre 6 y 18 años alargan su jornada escolar más allá del tiempo que pasan en el colegio. Las actividades extraescolares son para muchos niños la mejor forma de complementar la educación que reciben en el centro escolar. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al curso 2011/2012, estas actividades supusieron un coste medio de 362 euros por alumno, el 11,4% del presupuesto que la familia destinó a educación ese año. Los datos revelan gran diferencia entre el coste medio de las clases de apoyo impartidas en el propio centro y las recibidas fuera del colegio. Más cifras: el 41,6% de los alumnos escolarizados asistieron a actividades de apoyo; el 22,5% lo hicieron en el propio centro asumiendo un gasto medio de 92 euros en aulas públicas, 199 euros en privadas concertadas y 320 euros en privadas sin concertar. Por otro lado, el 19,1% recurrieron a academias o profesores fuera del lugar de estudios habitual.
Las actividades extraescolares deben ser para los menores una vía de desahogo, teniendo en cuenta sus capacidades y sus necesidades. Purificación Sánchez, coautora del estudio «Actividades extraescolares y rendimiento» y miembro del Grupo de Evaluación y Medición (GEM) y del departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación (MIDE) de la Universidad de Valencia, admite que «las actividades extraescolares deben estar bien estructuradas para ayudar a los niños a desarrollar su autonomía y sus habilidades sociales. No tienen que ser un espacio donde meterlos porque los padres están trabajando».
Sin embargo, hay muchas familias que sufren la falta de conciliación laboral y no pueden recoger a sus hijos cuando salen de clase. El colegio Las Salinas de Almería es uno de los muchos centros que dan solución a este problema con su programa de actividades acogidas al Plan de Apoyo a las Familias Andaluzas. Tal y como asegura el director del colegio, José Moreno, «las actividades están pensadas para que las familias puedan conciliar sus necesidades laborales. De esta forma, los niños pasan dos horas más en el centro haciendo diferentes actividades de inglés, informática, danza, ludoteca... Son todas ellas subvencionadas, por lo que las familias pueden tener reducciones en función de su renta».

Rendimiento

La formación extraescolar no debe forzar a los alumnos. Para Sánchez, «hay algunas actividades, como la música, que ayudan a mejorar el rendimiento académico. Incluso, en algunos centros existen clases compartidas con los padres dedicadas a la actividad musical». Desde Música Creativa consideran que «es la actividad extraescolar por excelencia porque tocar un instrumento requiere esfuerzo, perseverancia y ser cuidadoso y responsable en su mantenimiento».
Otra de las actividades que mejoran el rendimiento son las ciencias. El informe Pisa in Focus, de julio de 2012, demuestra que los alumnos que reciben extraescolares científicas obtienen mejores resultados y revelan actitudes más positivas.

Baja la demanda

El mayor índice de asistencia a actividades extraescolares dentro del centro, según el INE, se encuentra en Primaria, con el 41,7% de
alumnos. La demanda de estas actividades para niños de entre 3 y 12 años ha disminuido en los últimos años como consecuencia de la crisis. Carlos Fernández, de «Actividades Extraescolares Madrid», afirma que «una de las razones por las que los niños se apuntaban a las actividades estaba relacionada con la situación laboral de los padres. Ahora ya no tiene tanto sentido, lo que sobra es tiempo y lo que falta es dinero». Sin embargo, sigue habiendo clases que son fielmente demandadas por los alumnos. «El fútbol es la principal, pero también tienen muchos adeptos otras actividades deportivas, como el baloncesto y el patinaje», añade Fernández.
Las actividades académicas solían estar relegadas a alumnos más mayores, pero desde hace unos años el inglés ha ganado puntos. Uno de los motivos es que la formación complementaria de inglés ofrece un dinamismo y eficacia que no se encuentra en los colegios. Desde Pueblo Inglés persiguen el objetivo de «hacer que este idioma forme parte de la vida de los niños de forma natural a través de juegos, teatro y simulación de situaciones reales de comunicación». Asimismo, la escuela Kids&Us busca «enseñar inglés de una forma natural, tal y como se aprende la lengua materna».
Fuera del colegio, el nivel con mayor participación en las actividades fue el Bachillerato, con el 38,4% de los estudiantes. Fernández aclara que «cuando son mayores, los alumnos prescinden de las actividades organizadas en sus centros escolares porque su edad les permite ir a academias privadas y clubes deportivos».

Principales dudas de los padres

 
ABC, Jueves 25 de septiembre de 2014

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