Muchos son los motivos que hacen que la
alimentación en una familia no resulte ni lo equilibrada ni sana que
debiera. La falta de tiempo y de hábitos, la comodidad, los mensajes
nutricionales confusos, los supermercados repletos de productos
elaborados y precocinados... «Falta educación alimentaria para desarrollar el criterio nutricional», sostiene Susana Domínguez,
pediatra y autora del libro «Qué cómo y por qué. Nueve claves para una
alimentación familiar saludable». El nivel de conocimientos en materia
de nutrición es insuficiente en los hogares y ello conlleva a que «las
familias se alimenten en exceso, con muchas calorías, y con bajo aporte
nutricional, es decir que faltan nutrientes esenciales al organismo»,
afirmar la doctora Domínguez
Aunque cada familia es distinta, casi todas comenten los mismos errores: abusar de las harinas refinadas, de los tentempiés,deaperitivos de bolsa, de refrescos
«y en general de todos los precocinados, croquetas, empanadillas,
pizzas, de la bollería y algunos postres industriales, de los cereales
estuchados y las barritas. Se abusa de todo aquello que tiene un acceso
rápido y resulta fácil de adquirir ( gasolineras, kioscos, cines,
máquinas expendedoras...), a cualquier hora y todos los días de la
semana», explica Domínguez. Son productos son atractivos, baratos y se
pueden comer sin cocinar, sin cubiertos e incluso sin mesa. Y además
gustan también sus sabores.
Los aportes deficitarios
Por si fuera poco, la pediatra señala la falta de algunos alimentos esenciales en la dieta de los niños: verduras, frutas, frutos secos, legumbres y pescado. «La alimentación actual es deficitaria en grasas insaturadas del tipo Omega 3
—afirma—, que son necesarias para el desarrollo del cerebro y paa el
buen funcionamiento de todas las células, reducen el colesterol malo y
mantienen limpieas nuestras arterias»
Los desayunos son una de las comidas que más se descuida en los hogares.
Los niños hacen la primera ingesta del día con prisas, por eso se abusa
de galletas y dulces, olvidando la fruta y la fibra. «El desayuno
contiene una alto índice glucémico que produce un agradable efecto
euforizante pero dos horas después cae el nivel de glucosa en sangre y
aparece el nerviosismo, la apatía y, de nuevo, el deseo de dulces». La
mayor parte de las familias ya no realizan la siguiente comida del día a
mesa y mantel, todos reunidos, como antaño. Muchos niños comen con sus
compañeros de colegio y los padres por separado en el trabajo. Así que
es la cena la única posiblidad de reunir a toda la familia y de compensar el menú del día.
Y los platos tradicionales han quedado en desuso. «Las salsas brotan de latas y sobre. Se perdieron los guisos con verduras. Incluso
el sofrito mediterráneo cedió paso al tomate industrial», se queja la
pediatra que aboga por recuperar los rituales, la variedad la
creatividad en la cocina, incluso el amor y la tradición. De ahí que en
su libro ofrezca ideas y trucos sencillos para poner orden y rigor a una
dieta saludable en familia, con propuestas diversas, prácticas y
divertidas.
Estos son algunos de los errores que cometen las familias en la alimentación, según la Susana Domínguez:
—No premie a sus hijos con cenas basadas en precocinados industriales: darán valor a unos platos que mejor no ingerir.
—Evite las cenas tardías, y
si por algo se retrasa, ofrezca a los niños fruta o bastoncillos de
zanahoria mientras prepara la cena. Tienen pocas calorías y aguantarán
mejor hasta que llegue el plato a la mesa.
—No dé a sus hijos zumos de frutas envasadas o de refrescos azúcarados. Sólo deben consumirse de forma excepcional.
—No ofrezca a sus hijos azúcar blanco,
aunque sí pueden tomar un poco de chocolate, cuanto más negro mejor. Si
sus hijos hacen cinco comidas al día, al cuerpo le apetecerá menos
dulces.
—Prescinda de las galletas, bollería industrial y cereales azucarados multicolores.
—No ofrezca cereales chocolateados. Hay que introducir más cereal, pero que sea integral al igual que el pan y el arroz.
—No utilice mantequilla o margarina, es mejor el aceite de oliva que tiene propiedades antioxidantes y cardiovasculares.
—No picotee entre horas. Haga cinco comidas al día de esta forma no tendrá ansia por picotear.
ABC, 26/02/2015
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