CELESTE LÓPEZ
España ha abandonado a sus niños. Durante la larga crisis económica,
las instituciones no han sabido o no han querido proteger a sus
pequeños, permitiendo que las desigualdades aumentaran. Hasta tal punto
que en este momento se encuentra a la cola de los países más desarrollados (puesto 22 de 41) en lo que a desigualdad de la infancia se refiere. Una triste realidad que algún día pasará factura al país.
Así lo indica el informe Equidad para los niños. El caso de España,
elaborado por Unicef y que aborda la desigualdad en el bienestar de los
niños de 41 países, sobre la base de cuatro variables: ingresos,
educación, salud y satisfacción vital. En materia económica (ingresos) España ocupa el sexto peor puesto, y baja al cuarto si el ranking se limita a los países de la Unión Europea, tan solo por delante de Rumanía, Bulgaria y Grecia.
Según este trabajo, presentado esta mañana, el 36% de los menores españoles vive en riesgo de pobreza o
exclusión social. Pero pese a estos elevados niveles de pobreza
infantil, España es el país de la Unión Europea que menos porcentaje del
Producto Interior Bruto (PIB) dedica a las prestaciones monetarias para
familias e infancia: un 0,5%, menos de un tercio de la media europea. Se encuentra además entre los países que menos gasto en protección social
dedica a los niños y sus familias, con el 1,4% del PIB, frente al 2,3%
de media de la UE o el 3,7% de Dinamarca, el 3% de Irlanda o el 2,5% de
Francia.
Unicef alerta de una “preocupante realidad”: una creciente
proporción de la población está quedando al margen del bienestar, la
seguridad y las oportunidades que disfruta el resto de la sociedad. En
esta situación, los niños y jóvenes constituyen uno de los colectivos
más perjudicados, ya que la crisis económica ha impactado especialmente
en los niños y niñas, señala el informe.
La pobreza se hereda
Una situación que afectará claramente al futuro de España ya que la pobreza se hereda,
tal y como confirmó en un reciente estudio, La transmisión
intergeneracional de la pobreza, elaborado por la Fundación Foessa, de
Cáritas.
Los datos de este informe son tajantes al aportar cifras sobre
esa herencia maldita: 8 de cada 10 personas cuyos padres no tuvieron
formación no han conseguido completar los estudios secundarios; el 41%
de los adultos que vivió su adolescencia con problemas económicos muy
frecuentes, no consiguió alcanzar la educación secundaria. En el caso de
los que no tuvieron problemas económicos esto sólo afecta al 8%.
El 81% de las personas que sí tuvieron dificultades, las volvían a
tener en momentos de crisis, frente al 45% de los que no las tuvieron.
Esto revela que la tendencia a heredar la situación económica se hace
más intensa en los momentos de mayor inestabilidad económica, indica el
secretario general de Cáritas, Sebastián Mora . “La pobreza presente
genera pobreza futura”, insiste el estudio. Uno de los factores de
riesgo de la pobreza en España es tener hijos, en un país en el que se
ha dado por completo la espalda a las familias y a los más débiles.
LA VANGUARDIA, Jueves 14 de abril de 2016
Imagen: TANIA CASTRO-El País
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