Ir al contenido principal

Los 10 mandamientos que deben seguir los padres durante los partidos de sus hijos

S.F.
Todos los fines semana, miles de niños y niñas de toda España participan en competiciones deportivas. En muchas ocasiones, estos torneos son escenario de peleas entre padres, progenitores que ejercen de entrenadores, que insultan a entrenadores y jugadores del equipo rival, familiares que exigen que sus hijos e hijas jueguen más… Ante estos comportamientos, la Fundación ANAR quiere dar unos consejos educativos a los padres y madres en el ámbito deportivo.
«Los padres y madres sois un ejemplo constante para vuestros hijos/as. A través del deporte, les enseñáis valores como el respeto, la solidaridad, el esfuerzo, las relaciones sociales, el trabajo en equipo, el espíritu deportivo… Por eso, queremos ayudaros a identificar qué comportamientos son los más adecuados para enseñar a vuestros hijos a disfrutar del deporte», apuntan desde esta organización:
1. El deporte es salud
El deporte sirve para mejorar nuestra calidad de vida y debe acompañarnos durante toda nuestra vida. Por tanto, es importante saber aprovechar sus beneficios y no permitir que sea fuente de conflictos, ansiedad, estrés… y mucho menos, violencia.
2. Aprende y enseña a resolver conflictos de forma positiva
En las competiciones deportivas es habitual que la rivalidad genere conflictos. Es importante que los padres y madres sepáis resolver esos conflictos de forma positiva y no violenta. De esta manera, podréis transmitir a vuestros hijos/as una forma sana de resolver situaciones complejas utilizando otras habilidades como el diálogo, ponerse en el lugar del otro, ser tolerante, aprender a negociar…
3. Para vivir en sociedad, hay que respetar la autoridad
Como adulto, es importante que respetes a las figuras que representan la autoridad para tus hijos/as (entrenadores, árbitros, profesores…). Estas personas, para llegar a desempeñar ese papel, han tenido que pasar por un proceso de aprendizaje, lo cual debe ser tenido en cuenta y respetado. Por otro lado, si cuestionas estos tipos de autoridad, tus hijos perderán referencias importantes en su aprendizaje.
4. El deporte también nos ayuda a relacionarnos socialmente
El deporte en equipo tiene un componente socializador. Debemos enseñarles a trabajar en equipo y la importancia que esto tiene para, entre todos, alcanzar un fin. Para que de esa competición puedan salir reforzados, tienen que ser solidarios, respetar al rival y, sobre todo, aprender a esforzarse y superarse a sí mismos aprendiendo a controlar la frustración natural que genera que las cosas no salgan como uno había previsto.
Es fundamental enseñarles que cuando un rival es bueno, nos puede enseñar a superarnos. Podemos aprender de un rival lo que hay que mejorar, sin sentirse inferior. Por tanto un buen rival nos da la oportunidad de aprender sanamente.
5. El deporte ayuda a canalizar positivamente las emociones
El deporte permite, en muchas ocasiones, una catarsis individual y/o colectiva (canalización de la tensión para liberarla). A través del esfuerzo físico nuestras tensiones se liberan, lo que es una forma positiva de canalizar nuestras emociones. Por tanto, es muy importante que esta liberación se haga de forma adecuada. Es decir, a través de la risa y el divertimento y no desde la agresividad y la violencia.
6. Eres ejemplo para tus hijos/as
El ejemplo es una de las formas más efectivas de enseñar a vuestros hijos/as. Ellos a veces hacen lo que les decimos pero casi siempre, lo que hacemos. Los hijos/as aprenden por imitación de los padres y madres. Por eso, es importante que cuides tu comportamiento en escenarios en los que hay una competición deportiva y te expreses de forma respetuosa.
7. A través del deporte se aprende el valor del esfuerzo
El escenario deportivo es una buena oportunidad para enseñar a vuestros hijos/as el valor del esfuerzo. Enseñadles que cuando las personas nos esforzamos para conseguir una meta que no llega, lejos de frustrarnos hemos de tratar de superarnos a nosotros mismos, siendo constantes en nuestro esfuerzo. Hay que tener cuidado en que la presión no sea excesiva porque producirá tensión y ansiedad que perjudicará su rendimiento.
8. Acompaña a tu hijo/a, no le controles
La sobreprotección es una forma de maltrato que impide crecer a los hijos/as. Aunque los padres pensemos que sabemos mucho de cuestiones deportivas, ellos/as tienen que aprender de sus fallos, conductas, sentimientos… y aunque vuestra influencia es importante, no vais a poder evitar que sufran. Sin embargo, este aprendizaje es necesario para su vida futura. Lo que ellos necesitan es saber que estaréis ahí pase lo que pase y que podrán contar con vosotros siempre que os necesiten.
9. El juego tiene que ser diversión, no competitividad
Algunos padres y madres exigen tanto a sus hijos/as que impiden que éstos puedan disfrutar en el deporte. No pasa nada por no ser el mejor, pero sí pasa, si tu exigencia sobre tu hijo/a es tan grande que no se divierte jugando. El juego es un derecho fundamental para cualquier niño y debemos respetarlo como tal.
10. Se aprende más a través de la motivación que de la crítica
Tus hijos/as van a aprender de forma positiva para ellos si les refuerzas sus logros y les motivas para que se superen a sí mismos. Exigirles, compararles con otros compañeros/as y menospreciarles por no cumplir tus expectativas, genera frustración y baja autoestima. Lo mismo ocurre cuando criticas públicamente a otros compañeros porque les enseñas a menospreciar a otras personas en público y a mofarse de ellas
ABC, 23/03/2017

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com