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Mamá, quiero ser feminista

CARMEN MORÁN
La escuela a veces se queja de que se le exige taponar todos los agujeros sociales. Si los conductores son temerarios, eso se arregla introduciendo cordura en el pupitre; si tenemos el mundo echo un basurero, la solución es formar en conocimientos medioambientales a los alumnos; si se producen delitos de odio, los maestros deben encargarse de educar para la paz, la tolerancia y la no violencia. Cierto, es lo que en ocasiones se ha intentado incorporar al programa escolar como educación para la ciudadanía o bajo otros epígrafes. También la igualdad entre hombres y mujeres es uno de esos asuntos para los que la formación del alumnado se antoja el mejor antídoto.
Las librerías están llenas de cuentos, guías, volúmenes para infantes y jóvenes sobre igualdad, libros que rompen los estereotipos machistas, sin connotaciones patriarcales ni paternalistas, todo aquello que los padres pueden ir trabajando también a la salida de la escuela.
Cuatro librerías han aportado con motivo del Día de la Mujer algunos títulos que pueden allanar el camino de la igualdad de género, títulos novedosos, algunos clásicos ya, otros superventas.
La Librería Pròleg, de Barcelona propone, para empezar, una miniguía de la afamada escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, Cómo educar en el feminismo, una carta con 15 consejos para su amiga Ijeawele, que acababa de ser madre y quiere que su hija se eduque en el feminismo, es decir, en la igualdad entre hombres y mujeres, que no otra cosa encierra esa palabra. Chimamanda escribió antes Todos deberíamos ser feministas, un libro que se convirtió en un superventas. "Estos libros son para adultos también, y para que los usen con niños", dice Núria Monrós Grases por teléfono desde Barcelona.
El ya clásico Diario violeta de Carlota es otro título para que jovencitos y jovencitas aprendan a percibir los machismos, macros y micros, del mundo que les rodea. Es de Gemma Lienas y está editado por El Aleph.
Nana de tela. La vida tejida de Louise Bourgeois, de Amy Novesky, e ilustrado por Isabelle Arsenault. “Es un libro para todas las edades, inspirado en la vida de la artista francesa que creaba arañas, en la relación que mantuvo con su madre, el origen de su faceta como artista y el uso de telas en su arte”, dice Patricia Porto Paderne, responsable de la Librería de Mujeres Lila de Lilith, en Santiago de Compostela.
Los libros que dan visibilidad a las mujeres que han tenido un desempeño relevante a lo largo de la historia por sus actividades, silenciadas u ocultas muchas veces, son una constante en los estantes de la igualdad. En la librería LaRossa, de Valencia, recomiendan la colección Antiprincesas, también llamada Otras princesas. “Son las que no esperan en un castillo vestidas de tul a que venga el príncipe salvador; ellas son valientes y creativas y luchadoras, mujeres como la pintora mexicana Frida Kahlo o la poeta Violeta Parra, la cantautora chilena”, expone la responsable de este establecimiento valenciano, Alodia Clemente Martí.
En este último apartado se encuadraría, por ejemplo, la biografía de la poeta Gloria Fuertes, editada por Hotel Papel.
También hay lugar para personajes infantiles, como Pipi Calzaslargas, “que cumple 70 años, la niña más libre y subversiva de nuestra infancia”, prosigue Alodia; aquella niña de trenzas pelirrojas que quitaba la mesa recogiendo el mantel de golpe con todo lo que tenía sobre él, sin miramientos, y que se subía a su caballo de un salto…
Aprender a quererse es un objetivo vital para las mujeres, recuerdan las feministas, vital está bien dicho, porque la baja autoestima es caldo de cultivo para la violencia de género que en ocasiones soportan y que a veces les roba la vida. Derribar complejos es lo que propone el libro Guapa, una bruja a la que el espejo le devuelve una imagen agradable:
Hola, soy la Bruja.
Estoy muy contenta porque tengo una cita.
Yo me veo muy guapa, pero no todos piensan lo mismo.
No paran de darme consejos y no sé qué hacer.
¿Tendrán razón?
¿Es posible agradar a los demás y sentirme bien al mismo tiempo?
Guapa lo ha publicado Apila Ediciones.
Quererse tal cual una es. Soy Jazz, de Jessica Herthel (Bellaterra) es otro de los volúmenes que propone Patricia Porto Paderne. Trata de una niña que siempre se sintió diferente del rol y los estereotipos que se le adjudicaron desde siempre porque había nacido niño.
Y seguir queriéndose sin atender a comentarios maliciosos. Yo voy conmigo es un relato de Raquel Díaz Reguera (Thule). A la protagonista le gusta un niño que no se fija en ella. Todos le dan consejos, y acaba cambiando de peinado, de ropa, escondiendo sus pecas, hasta que al final la niña no se encuentra a sí misma…
Contra los estereotipos han armado sus cuentos numerosos escritores y escritoras en los últimos tiempos. La librería de Mujeres, en Madrid, propone, por ejemplo Rosa Caramelo, de Adela Turin e ilustrado por Nella Bosnia, que edita Kalandraka. Y la Pròleg, de Barcelona sugiere Niñas y niños, de Aingeru Mayor y Susana Monteagudo, editado por Litera Libros.
Hay en las tiendas nuevas versiones de clásicos como la Cenicienta. La Cenicienta que no quería comer perdices habla por su propio título. Es de Nunila López Salamero y Myriam Cameros Sierra y lo edita Planeta. Y la colección de la editorial Érase dos veces revisa todos los famosos títulos:CaperucitaLa SirenitaPinocho. Pero ahora en ellos se encuentran valores de respeto a la diversidad, igualdad, etcétera.
Para acabar este cuento que no tiene fin (hay cientos de libros de esta temática), la Librería de Mujeres de Madrid propone Un cuento propio,que juega con uno de los libros feministas más famosos y reivindicados, Un cuarto propio, de Virginia Woolf. De eso tratan estos títulos, de avanzar en igualdad disfrutando con la lectura de textos desprovistos de machismo, de estereotipos, de prejuicio, de roles predeterminados. Lecturas para la igualdad.
EL PAÍS, Miércoles 8 de marzo de 2017

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