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Las reuniones familiares, en el punto de mira de Sanidad

CELESTE LÓPEZ

Todos tenemos ganas de celebrar el reencuentro tras el durísimo confinamiento vivido. Es lógico el deseo de quedar, de agruparse la familia, de abrazarse y decirse lo mucho que se han extrañado en la distancia. Pero ¡cuidado! porque el coronavirus que obligó a esa separación sigue ahí, en busca de células en las que seguir expandiéndose y ese grupo familiar es un marco estupendo para conseguirlo. Porque desde ese pequeño grupo que se junta alrededor de una mesa, al día siguiente pasa al lugar del trabajo del padre, de la cuñada, de la sobrina o del primo. Y si residen en otras comunidades, pues más campo para seguir contagiando mientras sortea a los rastreadores sanitarios.

Así lo indicó ayer (con otras palabras), el responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien aseguró que estos brotes, pequeños y por el momento controlados, son vistos por los responsables de salud pública con preocupación por lo que significan de expansión del virus y las dificultades que conllevan para su control.

En este momento hay 51 brotes activos, aunque una buena parte están a punto de ser cerrados. Los más importantes siguen siendo los de Aragón y el de Lleida, este más pequeño pero con cierta complejidad, según Simón. De hecho, el epidemiólogo indicó que la Generalitat está estudiando realizar confinamientos selectivos para atajar esos brotes, algo que desde Salut no han confirmado. “Es una medida que está encima de la mesa y que me parece bien que esté. Cualquier sobreactuación en este momento está bien”, señaló.

Simón, tras detectarse un aumento de nuevos contagios al finalizar las restricciones de movilidad, reveló que las cifras se han vuelto a estabilizar. Aseguró que España está, en este momento, en una situación óptima sobre el control de la Covid, aunque no hay que bajar la guardia, especialmente porque más allá de Europa la pandemia avanza sin control. La posibilidad de la reintroducción del virus con casos importados está ahí.

A esta situación, hay que sumar el hecho de que más del 60% de los casos diagnosticados son asintomáticos, un porcentaje que no cesa de crecer y que suponen otro peligro porque esas personas están fuera del control sanitario (están sanas y no van al centro de salud). Simón insistió en que transmiten menos, aunque también reconoció que, si son muchos, son un peligro.

LA VANGUARDIA, Viernes 3 de julio de 2020

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