A.N.
Ha llegado el verano y, con él, todas esas
horas muertas que mucha gente decide pasar tumbada en su
toalla, mientras los rayos del sol le acarician. Pese a las
recomendaciones de no tomar el sol en las horas más peligrosas del día (de las
12 a las 16 aproximadamente) o a la importancia de usar una buena crema solar (pincha aquí si
tienes dudas por si la que llevas años guardando es, a estas alturas,
inservible), nadie está exento de sufrir problemas de piel.
¿Últimamente te ha aparecido algún lunar nuevo? ¿Tienes controlados esos de la
espalda o alguno en la cara o, por el contrario, te preocupan desde hace tiempo
pero los has ido dejando pasar? En algunas culturas están considerados como marcas de belleza, y hay personajes populares que
no serían lo mismo sin su lunar (desde Marilyn Monroe a Cindy Crawford),
pero, ¿y si ponen en riesgo nuestra salud? Hemos hablado con varios
dermatólogos para que resuelvan nuestras dudas acerca de cuándo es realmente
necesario acudir al médico.
Cuándo acudir
Según explica el
dermatólogo Guillermo Solano-López, director de la Clínica Dermatológica Dermimed:
"Las revisiones de nevus (lunares) al dermatólogo deben realizarse una vez
al año, sobre todo las personas con antecedentes familiares o
personales de melanoma o cáncer de piel. Evidentemente si el
paciente nota un cambio importante en algún lunar no debe esperar al año para
acudir al dermatólogo".
El doctor Silvestre Martínez, por su parte,
explica cuáles son los gestos de alarma que deben preocuparnos e invitarnos a
acudir al médico: "A (Asimetría): El
lunar no es simétrico en su forma. B (Bordes): Los
bordes no estén bien definidos. C (Color):
Coloración irregular o diferentes colores D (Diámetro):
Que sea mayor de 6 mm. E (Evolución): Que
haya cambiado de forma, tamaño o color. Cuando un lunar presenta alguno de
estos signos debe de consultar al dermatólogo sin demora porque podría estar
ante uno de los cánceres de piel más agresivo, el
melanoma. Por otro lado, si en su familia tiene antecedentes de
cáncer de piel o es una persona con muchos lunares o realiza actividades que le
expongan al sol, de manera preventiva, es aconsejable revisar los lunares al
menos una vez al año".
Las zonas más
peligrosas
"Las más 'peligrosas' por decirlo
de alguna manera son las localizaciones que el paciente no se ve, por ejemplo:
la cabeza, la espalda y los pies", cuenta Solano-López. "Pero no
porque sean localizaciones más peligrosas, sino por la simple razón de que como
las personas no se ven detectan los cambios cuando ya el lunar en el caso de
que se haya malignizado se encuentre en una etapa avanzada.
Es más fácil darse cuenta del cambio de un lunar en el abdomen que en la región
dorsal. La protección solar es la base de la protección de la piel, con
factores de protección por encima de 30 siempre tanto en cuerpo como en la
cara".
"El melanoma en mujeres es más frecuente en las piernas, mientras que en los
hombres es en la espalda", explica Martínez. "La forma de
prevenir el melanoma es evitar las quemaduras solares principalmente evitando
la exposición al sol en las horas centrales del día y utilizar siempre
protección solar".
Los lunares antiguos
A veces nos acompañan desde hace muchos
años, ¿pueden evolucionar y volverse malignos o estamos exentos de peligro
justamente por su antigüedad? "No es fácil que evolucionen y se vuelvan
peligrosos", explica Solano-López. "La mayoría de los
lunares que se hacen malos son malos desde el punto cero (es
decir, los melanomas son melanomas desde el punto cero en su mayoría), aunque
existen ciertos lunares de largo tiempo de evolución que por algún motivo se
hacen malos en algún momento de la vida, de ahí la importancia del
seguimiento clínico".
El doctor Martínez está de acuerdo con
la última afirmación: "Aproximadamente el 30% de los melanomas
aparecen sobre lunares que ya teníamos. En el resto de los casos
aparecen espontáneamente en otras zonas del cuerpo donde antes no había lunar".
Me quiero quitar un
lunar
Quizá tienes algún lunar en la cara que
no te gusta, no porque te parezca peligroso sino por pura estética, ¿es buena
idea quitárselo? "En la cara y en zonas visibles muchos lunares antiguos,
llamados nevus intradérmicos adquieren un volumen importante, lo que los
pacientes muchas veces refieren como verrugas son nevus intradérmicos (lunares)
que estéticamente no gustan. El tratamiento de estos lunares
antiestéticos se realiza con láser en la consulta sin cirugía y
sin la aplicación de puntos de sutura. El resultado estético es muy bueno. Los
lunares planos (sin volumen) no deben extirparse por un motivo meramente
estéticos siendo tributarios de un seguimiento", cuenta Solano-López.
"Por estética no hay problema en
quitarse un lunar, siempre y cuando haya sido valorado previamente por un
dermatólogo. El especialista valorará de que tipo de lunar se trata y de
las diferentes posibilidades de extirpación. Es muy importante
analizar las lesiones que se extirpan, aunque sean por estética, para asegurar
que se trate de lesiones benignas", concluye Martínez.
EL CONFIDENCIAL, 9/07/2020
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