OSCAR HORMIGOS
No van al 'cole' todavía. Acaban de aprender a caminar y balbucean
un par de palabras, pero ya se manejan con un 'smartphone' o una tableta
entre las manos. Lo que cuento supongo que no sorprenderá a nadie que
tenga a su alrededor niños o niñas de entre 6 meses y 2 años. Para quien no los tenga, lo resumo rápidamente.
Los
'smartphones' y tabletas están en nuestro día a día y los pequeños nos
imitan. Si además contamos con 'apps' adaptadas a su edad es fascinante
ver cómo siendo aún bebés saben encontrarlas en la pantalla adecuada,
las ponen en funcionamiento y juegan con ellas demostrando una
sorprendente habilidad para lo que se llama motricidad fina: las actividades que necesitan de una precisión concreta.
Atentos
a este fenómeno. Cada vez son más los proyectos y las 'apps' para niños
de todas las edades, incluidos los preescolares y casi bebés. Como
sucede con el resto de aplicaciones, hay de todo. Buenas, malas y
regulares; lo interesante es, como con un libro o un juguete,
preocuparse por elegir el mejor. Con la oficina de The App Date
cada vez más llena de padres y madres recientes y algunos que están a
punto de serlo, el tema de las 'apps' y los preescolares nos tiene a
todos cautivados.
El poder de atracción de los dispositivos táctiles
Lo primero es saber por qué generan tanto interés en los pequeños. Es cierto que cualquier pantalla -la televisión fue la de mi generación- nos deja a todos boquiabiertos. Pero en este caso la tactilidad marca una diferencia fundamental respecto a todo lo demás. El hecho de que esta nueva generación de dispositivos se estructure de forma táctil los abre a todos los públicos, incluidos los más pequeños: los que aún ni hablan.
Siempre digo que la coordinación ojo-mano
se desarrolla a los 9 meses de vida, nada que ver con la ojo-ratón que
necesita de un mínimo de 4 años para desarrollarse. Con 9 meses ya he
visto a bebés que empezaban a entender cómo funcionan las 'apps' hasta
saber exactamente lo que quieren al cumplir un año.
Lo táctil refuerza, además, el elemento educativo y lo diferencia
de la televisión. Las 'apps' para preescolares, siempre y cuando estén
bien elegidas, generan una interactividad y una actitud activa que no
aporta la televisión, frente a la que el niño es un espectador pasivo.
El uso de las 'apps' por niños y niñas de estas edades -me cuenta la pedagoga María Jesús Eresta-
“es positivo porque fija la atención y refuerza el ejercicio de
discriminación visual, sobre todo entre iconos, un entrenamiento y una
habilidad que más adelante se relaciona con el aprendizaje futuro de la
lectura”.
Sin embargo, me comenta esta
directora de varios colegios en Madrid: “Lo importante es no dejar al
niño solo con el teléfono o la tableta, no debe ser un juguete habitual,
debemos controlar el tiempo de uso para que el niño no deje de hacer
otras actividades con juegos físicos, de texturas y sobre todo con
nosotros”.
El peligro de las guarderías digitales
Es decir, no debemos usar el 'tablet' o 'smartphone' como una “guardería digital” para que el niño simplemente nos deje tranquilos. Esa es la parte mala en que coinciden todos los expertos. Lo positivo es, como explica Rose Luckin, profesora de la Universidad de Londres, que estos dispositivos “generen un tiempo común, que sumen tiempo de juego con los padres y no que lo resten”. Una 'app' que apuesta por esta idea es Timbucktu, una revista interactiva norteamericana para que niños y padres jueguen y aprendan juntos.
Aunque existen pocos estudios aún sobre este tema, si leí hace poco uno referido a niños algo más mayores. El Departamento norteamericano de Educación mostraba que la 'app' ‘Marta Speaks’
fomentaba el vocabulario de los niños de 3 a 7 años en un 31%. Por el
contrario, otros profesionales alertan de que los niños no deben estar a
todas horas con las 'apps' ya que deben familiarizarse con diferentes
texturas y en el mundo de las 3 dimensiones.
En
definitiva, se impone el sentido común. Si usamos buenas 'apps' -y aquí
animamos a los desarrolladores a optar por lo bien hecho, acompañados
de expertos en educación- y además jugamos con nuestros hijos y el niño
hace todo tipo de actividades, me atrevo a decir que sí, que las 'apps'
son buenas a todas las edades.
EL CONFIDENCIAL, Viernes 8 de marzo de 2013
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