La obesidad infantil también causa problemas de salud a corto plazo. Podría comportar el doble de riesgo de sufrir más problemas médicos, mentales y de desarrollo
Madrid. (EP).- Un estudio de la Universidad de California en Los
Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, ha revelado que, más allá de los
efectos a largo plazo, la obesidad infantil también puede tener consecuencias inmediatas para la salud de los niños, tales como el doble de riesgo de sufrir más problemas médicos, mentales y de desarrollo.
Además, y según publicará próximamente la revista Academic Pediatrics, los niños con sobrepeso tienen un riesgo 1,3 veces mayor de padecer estos problemas, tras haber comparado un grupo de niños con sobrepeso y obesidad con otro que no tenían ningún problema de peso.
"Los resultados deberían servir como una llamada de atención para los
médicos, los padres y los profesores, que deben estar mejor informados
sobre el riesgo de otros problemas de salud asociados con la obesidad
infantil", ha defendido Neal Halfon, director del Center for Healthier
Children, Families and Communities de UCLA y autor del estudio.
El progresivo incremento de la obesidad infantil en
las dos últimas décadas ya ha propiciado un aumento paralelo de otras
patologías, como el trastorno del deficit de atención e hiperactividad
(TDAH), el asma y los problemas de aprendizaje.
La nueva investigación de UCLA, basada en la población infantil de
Estados Unidos, ofrece el primer perfil nacional completo de las
asociaciones entre el peso y una amplia gama de afecciones de salud
asociadas o comorbilidades que los niños sufren durante la infancia.
En general, el equipo halló que los niños obesos eran más propensos
que los que padecen sobrepeso a tener peor salud, más discapacidad, una
mayor tendencia a sufrir problemas emocionales y de conducta, mayores
tasas de fracaso escolar, TDAH, trastorno de conducta, depresión,
problemas de aprendizaje, retraso en el desarrollo, problemas óseos,
articulares y musculares, asma, alergias, dolores de cabeza, e
infecciones del oído.
Para constatarlo utilizaron la Encuesta Nacional de Salud Infantil de
2007, analizando los datos de casi 43.300 niños de entre 10 y 17 años.
Se evaluó la asociación entre el peso y 21 indicadores de la salud
general, el funcionamiento psicosocial y los trastornos específicos de
salud, de ajustar los factores sociodemográficos.
De los niños que participaron en el estudio, el 15 por ciento tenía
sobrepeso (índice de masa corporal, IMC, entre los percentiles 85 y 95),
y el 16 por ciento eran obesos (con un IMC en el percentil 95 o
superior). Los investigadores de UCLA apuntan que el continuo cambio de
las condiciones de la infancia puede acabar modificando algunas
condiciones crónicas de la infancia, probablemente relacionado con
décadas de cambios apreciados en el entorno social y físico en el que
los niños viven, aprenden y juegan.
Por ello, proponen que los esfuerzos de prevención de la obesidad
vayan dirigidos a estas influencias sociales y ambientales, y que los
niños sean evaluados y gestionados por las condiciones comórbidas. "La
obesidad podría ser la causa de la comorbilidad, o tal vez la
co-morbilidad está causando la obesidad, o ambos podrían ser causados
por algún otro tercer factor no medido", dijo Halfon.
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