Ir al contenido principal

Helados y niños: 10 datos que debes conocer

Los helados cremosos son un producto nutritivo gracias a su contenido en leche y derivados. En cambio, los polos de toda la vida son equiparables a un refresco.

¿Qué tipos de helados hay?

De crema o leche: los de crema deben llevar al menos un 8% de grasa de origen lácteo y los de leche al menos el 2,5%. Son los más sabrosos, pero también los más calóricos.
Polos, sorbetes y granizados o helados de base de agua.

¿De qué están hechos los helados?

Los helados cremosos se elaboran con agua, leche y sus derivados (nata, mantequilla, leche en polvo, etc.), azúcar y grasas. Además, pueden llevar huevo, chocolate, frutos secos, aditivos (colorantes, aromas, estabilizantes, etc.). Los polos llevan sobre todo agua, colorantes y azúcares.

¿Cuántas calorías tienen?

Los helados de leche o crema (los más interesantes desde el punto de vista nutricional), aportan entre 100 y 300 calorías, lo que supone un 15 o un 20% de las calorías totales diarias que necesita nuestro hijo y más o menos las mismas que aporta la merienda.

¿Cuándo es mejor consumir el helado?

Debido a su aporte calórico, más que un postre, el helado puede ser una parte de la comida o la cena, una merienda completa o un tentempié contundente, si el pequeño no tiene problemas de sobrepeso. El postre de preferencia tanto en adultos como en niños es la fruta, pero podemos consumir helado de forma ocasional como postre, cuando la comida ha sido principalmente vegetal.

¿Cuántos helados puede tomar un niño a la semana?

Dos o tres helados a la semana sería una cantidad adecuada siempre y cuando el niño lleve una dieta equilibrada y tenga un peso normal.

¿Son mejores los industriales o los artesanales?

Cuando hablamos de helados de crema o leche, no difiere mucho la composición entre unos y otros. Lo bueno de los artesanales es que pueden llevar menos aditivos en su composición y de los industriales que podemos controlar, mirando el etiquetado, la cantidad de azúcares y grasas que contienen.

¿Qué aportan de bueno a la alimentación?

Los helados son fuente de calcio: las cantidades de este mineral que proporcionan son similares a las de la misma cantidad de leche, alimento fundamental en la dieta de niños y mujeres embarazadas. Además, tienen la ventaja de que a los peques les encantan, son una buena opción para los niños a los que no les gusta la leche.
Contienen proteínas de buena calidad: también gracias a la leche aportan proteínas de alto valor biológico.
Además, proporcionan vitamina B2 y fósforo, entre otros micronutrientes buenos para la salud.

¿Cuáles son los inconvenientes de consumir demasiados helados?

Demasiados azúcares: el contenido en azúcar de 100 gramos de helado se acerca en algunos casos al máximo recomendado (entre 30 y 60%). Es, por tanto, el principal inconveniente de los helados desde un punto de vista nutricional, por eso insistimos en integrarlos en una dieta equilibrada.
Grasas: con 100 gramos de helado de crema se obtiene un porcentaje de entre un 5 y un 12% de la cantidad máxima diaria recomendada de grasa (sería más o menos la misma cantidad que aporta la leche entera y menos que una pieza de bollería). Ahora la industria tiende a sustituir las grasas trans (que actúan en el organismo bajando el colesterol bueno y elevando el malo) de los helados por otras más saludables. Por cierto, la calidad de estas grasas es mejor en los helados que tienen cobertura de chocolate.

¿Son saludables los helados de yogur?

Una cosa son los helados con base de yogur y otra los yogures helados. Si se trata de yogur helado e incluye los microorganismos beneficiosos de este producto, es un alimento muy interesante y muy nutritivo (siempre que respetemos la fecha de consumo preferente y que la conservación sea adecuada). En cambio, los helados a base de yogur o con sabor a yogur no aportan más beneficios que un helado normal y corriente. De todas formas, el yogur helado no tiene los mismos valores nutricionales que el yogur normal, ya que contiene más azúcares y grasas saturadas. Según un estudio realizado por la OCU, el valor nutritivo del yogur helado o "frozen yogurt" varía según la elaboración: cuando el consumo es inmediato (el que se vende en tiendas especializadas), el producto es más parecido a un yogur normal que los yogures helados congelados que se venden en supermercados.

¿Los helados irritan la garganta?

Normalmente tendemos a calentarlos en la boca unos segundos antes de tragar, por lo tanto no suelen irritar la garganta. Sin embargo, siempre podemos recordar a los niños que dejen que el helado se derrita en la boca o decirles que se lo coman a lametones en vez de con cucharilla, para que les llegue menos frío a la garganta.

¿Y si mi hijo tiene alguna intolerancia o alergia?

Cada vez hay más productos especiales para niños y adultos con alergia a alimentos, celiacos y diabéticos, podemos informarnos de las marcas que los elaboran en las distintas asociaciones de afectados. Además, siempre nos queda la opción de prepararlos en casa.

Hacer helados caseros

Sándwiches helados: con barras de helado del súper y un par de galletas obtenemos un delicioso sándwich. Además, así controlamos las cantidades.

Con fruta: una bola de helado de nata y unas cuantas fresas; un helado de vainilla con nueces caramelizadas; un batido con plátano, helado de limón y un poco de leche es una merienda nutritiva.

Nuestra propia receta: con trocitos de chocolate y fruta podemos hacer un helado añadiendo leche y azúcar y dejándolo en el congelador unas horas. Eso sí, tenemos que acordarnos de sacarlo varias veces y removerlo para que no se formen cristales durante la congelación y nos quede cremoso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr...

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de...

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer....