EFE / MADRID
La recesión de 2008 y el deterioro de las condiciones económicas hicieron que las madres incurrieran en comportamientos más severos como golpear o gritar a sus hijos, según un estudio que publica hoy la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Pero ese efecto se encontró sólo en las mujeres portadoras de una
variación genética que las hace más propensas a reaccionar al entorno,
conforme a la investigación realizada por académicos de la Universidad de Nueva York, la Universidad de Columbia, la Universidad Princetony el Colegio de Medicina de la Universidad estatal de Pensilvania, en Estados Unidos.
«En general se piensa que las dificultades económicas en la
familia provocan estrés, que a su vez lleva a un deterioro de la
calidad en la crianza de los hijos», indicó Dohoon Lee, profesor de
sociología en la Universidad de Nueva York y
principal autor del estudio. Agregó que estas conclusiones demuestran
que el deterioro económico «puede afectar adversamente a la crianza, independientemente de las condiciones que afronte cada familia».
Madres con un alelo (variación)
Los investigadores encontraron que la severidad en la
crianza aumentó al empeorar las condiciones económicas sólo en el caso
de madres con un alelo (variación) «sensitivo del genotipo DRD2 Taq1A»,
que controla la síntesis de dopamina, un neurotransmisor que regula el
comportamiento. El deterioro de las condiciones económicas no tuvo
efecto en el grado de severidad en la crianza entre las mujeres sin ese
alelo sensitivo, que estaba presente en poco más de la mitad de las
participantes en el estudio.
Asimismo, los investigadores encontraron que las madres
portadoras del alelo sensitivo tenían niveles más bajos de
comportamiento severo en la crianza cuando mejoraban las condiciones
económicas, en comparación con las que carecían de él. «Estas
conclusiones añaden argumentos en favor de la hipótesis de la orquídea y
el diente de león, según la cual los seres humanos con genes sensitivos
se marchitan o mueren como las orquídeas en un ambiente negativo, pero
florecen en ambientes favorables», señaló Irwin Garfinkel, profesor en
la Escuela de Asistencia Social de la Universidad de Columbia. Por su
parte, añadió, «el diente de león sobrevive en ambientes propicios o
desfavorables».
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