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Tres consejos para que tus hijos no engorden en las vacaciones

MIGUEL AYUSO
Desde 2005, cuando el Gobierno español puso en marcha la estrategia Naos para combatir la obesidad infantil, se limitó el acceso de los estudiantes de primaria a refrescos altos en azúcares y alimentos altos en grasas o sal. Pese a que queda un largo camino por recorrer, máxime teniendo en cuenta que, como informaba El Confidencial, muchos centros privados y concertados no están siguiendo las recomendaciones de Naos, lo cierto es que en la mayoría de colegios tanto los menús escolares, como los alimentos que se ofertan en cafeterías y máquinas de vending, siguen las recomendaciones sanitarias. Pero ¿qué ocurre cuando los niños no van al colegio?
Muchas familias no se lo plantean, pero lo cierto es que los niños mantienen una dieta mucho más saludable durante el curso escolar que cuando están de vacaciones. Al igual que los adultos descuidan su alimentación los fines de semana, los niños se dan a la buena vida en verano, picando a todas horas, abusando de los alimentos azucarados y los refrescos y, en muchos casos, olvidando la práctica deportiva que sí realizan el resto del año.
Un estudio publicado recientemente en el American Journal of Public Health ha puesto de manifiesto que, al menos los niños que cursan infantil y primaria en EEUU, tienen una mayor tendencia a que aumente su Índice de Masa Corporal durante las vacaciones. Las razones son obvias:La mayoría de los ambientes no escolares están poco estructurados y supervisados y permiten que los niños disfruten de forma excesiva del picoteo y las actividades sedentarias”.

Una oportunidad que sirve para niños y adultos
Visto lo visto, si no queremos que los pequeños de la casa lleguen a la escuela en septiembre más gordos de lo que estaban en junio, debemos vigilar su alimentación y empujarles a practicar ejercicio. Pero los niños no son los únicos que pueden engordar en verano. Las vacaciones son también un periodo en el que los adultos se descuidan, así que, aprovechando el esfuerzo, podemos lograr que toda la familia pase un verano saludable. Basta con seguir estos tres consejos básicos.

1. Práctica ejercicio con los niños
Si bien la práctica ejercicio es fundamental para combatir la obesidad en el conjunto de la población es aún más importante en lo que respecta a los niños. Hacer deporte no sólo hace que quememos calorías, además hace que una menor parte de estas se almacene como grasa. Por otro lado, como han demostrado decenas de estudios, la práctica de ejercicio en la infancia es fundamental para que los huesos se desarrollen fuertes y sanos, así como para el correcto desarrollo de las habilidades motoras y cognitivas.
Como poco, los niños deben practicar una hora de ejercicio físico al día, todos los días.

2. Organiza el día a día de los niños
La desorganización de las comidas es la principal causa por la que los niños engordan en la época estival. En la medida de lo posible, debemos intentar que los niños mantengan una rutina alimenticia similar a la que siguen en el curso escolar. Aunque es difícil, debemos hacer todo lo posible para que la comida y la cena no se retrasen demasiado. Un correcto horario de comidas es fundamental para perder peso o al menos no ganarlo. Por otra parte, aunque en verano no debemos estar todo el rato encima de los niños, pues no deja de ser un tiempo de descanso, no está de más que estemos atentos a lo que el niño pica entre comidas. Los helados, las patatas fritas y los refrescos pueden dar al traste con todo nuestro esfuerzo.

3. No descuides el sueño de tus hijos
A medida que avanza nuestro conocimiento sobre el sueño nos damos cuenta de la importancia de éste. Dormir bien es fundamental para mantener nuestra línea y, de nuevo, es algo que solemos descuidar en vacaciones. Hace sólo una semana, un nuevo estudio ponía de manifiesto que la gente que duerme menos tiene mayor propensión a consumir productos altos en calorías. Los niños, especialmente los adolescentes, suelen tener problemas de sueño, así que tendremos que tener especial cuidado para duerman ocho horas, también en verano. 
EL CONFIDENCIAL, Lunes 12 de agosto de 2013 

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