Ir al contenido principal

Juegos para jugar con tu hijo de dos años

Escrito para BabyCenter en Español
Aprobado por la Junta de Asesores Médicos de BabyCenter en Español.

Tú y tu hijo de dos años tendrán horas de diversión con estos simples juegos, y también estimularás su desarrollo.

24-30 meses

Uno para ti, uno para mí
Puedes usar cualquier cosa que quieras para este juego: botones grandes, ceras, uvas pasas. Dale a tu hijo un pequeño montón y pídele que los reparta (uno para ti, uno para mí) en pequeños contenedores o platos. Invita a tu pareja, a un amiguito o a su osito favorito a que se una también para que pueda practicar compartir cosas con tres personas. A tu hijo le encantará estar a cargo del reparto, y este juego también le ayudará a conocer los números

Baloncesto en la casa
Aplasta hojas de papel de periódico para hacer muchas pelotas. Antes de empezar a jugar retira cualquier objeto que se pueda romper. Practica realizando una competición para ver quién puede lanzar las bolas de papel más lejos. Luego puedes jugar a encestarlas en una papelera que esté a unos tres pies o un metro más o menos y ver quién acierta dentro. Además de ser muy divertido, este juego ayudará a mejorar la coordinación entre ojo y mano de tu hijo.

Encuentra la diferente
Practica este juego usando tu frutero o un plato con galletas, para empezar. Pon un par de manzanas y un plátano, por ejemplo, o dos galletas regulares y una de chocolate frente a tu hijo y pregúntale cuál es diferente. Puedes hacer que el juego sea gradualmente más difícil con formas o con dibujos, por ejemplo con dos cuadrados y un triángulo o con dos flores y un árbol, y ver si puede ver la que es diferente. Es un gran juego para ayudarle a tu hijo a comprender el concepto de "igual" y "diferente".

Vámonos de picnic
Haz que un día ordinario sea más divertido organizando un picnic para el almuerzo. No necesitas salir, simplemente extiende una manta en el piso y come con platos de papel. Prepara algunos alimentos para tu hijo que se puedan comer con los dedos: pequeños sándwiches, palitos vegetales, huevos duros, por ejemplo, y anímale a imaginar que están en un lugar más divertido, como por ejemplo una montaña o una cascada. A tu hijo le encantará usar su imaginación y seguro que tú también le puedes contar muchas cosas.

¿Dónde va esto?
Usa revistas viejas para cortar imágenes de muebles, sillas, televisiones, cocinas, camas, así como otras cosas que tengas alrededor de la casa como ollas, toallas o libros. Luego corta fotografías de cuartos como el salón, el garaje o el jardín. Sitúa las imágenes en el piso y pídele a tu hijo que te ayude a poner las fotografías de los objetos en los cuartos correctos. No te preocupes demasiado si lo hace mal; el juego es una gran oportunidad para hablar y para que tu hijo desarrolle su capacidad de conversar.

¡No te caigas al mar!
Imagínate que la alfombra o el piso es el mar y que tu hijo tiene que pasar al otro lado del cuarto sin mojarse los pies. Pon almohadones, revistas o platos de papel a través de la habitación para poder pasar. Es un juego divertido que le ayudará a tener sentido del equilibrio y del espacio.

30-36 meses

El día de la letra roja
Haz que un día a la semana sea el día rojo. Escoge ropa que sea roja. Come tostada con mermelada de fresa por la mañana. Haz un dibujo rojo, corta algunas flores rojas, come una pizza para el almuerzo, cuenta coches rojos cuando vayas paseando y merienda un batido de fresa al regresar a casa. ¡Es un juego muy divertido para enseñarle los colores a tu hijo!

Emparejar
Puedes comprar un juego sencillo de emparejar imágenes, a tu hijo le encantará. La idea es llenar lo espacios en un tablero emparejando las cartas sobre los dibujos idénticos en el tablero. Escoge una versión con dibujos grandes y marcados que tu hijo pueda reconocer. Los juegos de este tipo son fantásticos para desarrollar habilidades con los números.

Garabatos
Invierte en una caja de ceras (crayones) grandes, pon algunas hojas de papel grandes sobre el suelo y únete a tu hijo para hacer garabatos. No te preocupes de hacer dibujos, simplemente marca el papel con diferentes colores y formas. Será divertido y le ayudarás a tu hijo a desarrollar los movimientos de las manos.
"Simón dice"
Aunque por lo general este es un juego de grupo, es también divertido jugarlo con dos personas. Tú eres el líder; empieza con órdenes simples como "Simón dice que te pongas las manos en la cabeza" y muestra la orden haciéndolo tú misma. Tu hijo tiene que obedecer a Simón. Sigue con órdenes como: "Simón dice que te pongas las manos en las rodillas" o "Simón dice que cruces los brazos". Haz cosas divertidas también como "Simón dice que saques la lengua". Para los niños de más de dos años puedes intentar "engañar" a tu hijo diciendo "toca los dedos de los pies", sin decir "Simón". ¡Cuando no dices las palabras mágicas, tu hijo no tiene que obedecer! Es una buena forma de aprender las partes del cuerpo y habilidades de observación.

Frío y caliente
Esconde una pequeña sorpresa en un cuarto y luego pídele a tu hijo que venga a encontrarla. Cuando esté cerca de encontrarla, dile que está templado, y cuando esté muy cerca dile que está caliente, pero si está muy lejos dile que está frío. Si se frustra, tómale de la mano para encontrar juntos el tesoro. Sigue hablando hasta que encuentres donde está. Es un juego divertido que refuerza la idea de permanencia de los objetos, en otras palabras, el hecho de que no veas algo no quiere decir que no esté ahí.

Y todos se cayeron
Haz un juego de bolos usando botellas de plástico o tubos de cartón de rollos de cocina. Puedes decorarlos con pintura o con pegatinas. Para comenzar usa tres o cuatro como a tres pies o un metro de la línea de tiro. Usa una pelota blanda grande o un par de calcetines enrollados. Anima a tu hijo a que lance la pelota, o lánzala si encuentra difícil el hacerla rodar. Cuanta más práctica tenga, más lejos puedes poner los obstáculos. Cuando tire uno, déjale saber cuántos le quedan para ayudarle a que continúe.
Imagen: Diego jugando con Nole 02/08/2013

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr...

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de...

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer....