E.P.
El servicio de Pediatría del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete
quiere concienciar a la población del peligro que conlleva dar a los
niños frutos secos, ya que suponen un riesgo de atragantamiento para los
menores.
Cada año ingresan en el Servicio de Cirugía Pediátrica por
haber aspirado a su vía aérea un cuerpo extraño una decena de niños
menores de siete años, de los cuales, al menos dos tercios de los
atragantamientos son como consecuencia de los frutos secos. Este es un
problema que afecta a todos los hospitales pediátricos del mundo y que
supone la segunda causa de muerte en España, ha informado el SESCAM.
La gravedad de este tipo de accidentes radica en que los
niños menores de siete años suelen tener acceso a gran variedad de
objetos pequeños que pueden introducirse en su cuerpo, desde juguetes,
monedas, pilas, o frutos secos. De este modo, es frecuente ofrecer al
niño almendras, cacahuetes o pipas que fácilmente pueden obstruir las vías aéreas del menor,
lo que puede derivar en el desarrollo de «una patología respiratoria
diferida en forma de neumonía aspirativa o en una obstrucción de las
vías principales con riesgo de muerte».
Riesgo vital para la salud de los menores
En estos casos, la extracción de los cuerpos extraños requiere procedimientos complejos que entrañan pasar por un quirófano e
ir a una Unidad de Cuidados Intensivos, lo que conlleva un riesgo vital
para la salud de los menores. Según el jefe del servicio de Pediatría
del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, Andrés Martínez,
«lo ideal es no administrar a niños menores de cinco o seis años frutos
secos para evitar el riesgo de asfixia o patología respiratoria diferida», y recomienda una concienciación eficaz para «no exponer a los niños a situaciones de peligro».
En caso de atragantamiento es primordial avisar a los servicios sanitarios que serán los que nos ayuden a solucionar el problema. Asimismo, desde el servicio de Pediatría recomiendan estimular la tos para abrir la vía aérea,
aunque si no se consigue movilizar el objeto habría que realizar otras
maniobras de reanimación. Y, advierten que en general, «no se debe buscar el cuerpo extraño con los dedos u otros objetos».
Además, insisten en que «profesores, personal de guardería o monitores
de actividades recreativas deberían ampliar su formación en reanimación
cardiopulmonar básica».
ABC, Sábado 7 de septiembre de 2013
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