E.P. / MADRID
El jefe de la Unidad de Pediatría y la Unidad del Sueño de Hospital Quirón Valencia,
Gonzalo Pin, recomienda adaptar los horarios de los niños a las rutinas
escolares una semana antes de que empiecen el colegio para evitar alteraciones transitorias como cansancio, ansiedad, decaimiento e incluso depresión.
Así, aconseja adaptar todos los ritmos del niño al nuevo
horario adelantando, «cada 3 días aproximadamente todas las acciones
como el levantarse, desayunar, comida, cena y la hora de acostarse, de
manera que iremos haciendo una adaptación progresiva al nuevo horario típico de la etapa escolar». Además se recomienda que los padres adopten una aptitud siempre positiva que les ayude a superar este periodo de adaptación y los síntomas desaparezcan con mayor rapidez.
Por otra parte, respecto a las actividades extraescolares
los especialistas recomiendan que no se conviertan en «obligaciones en
las que exista un nivel importante de exigencia para ser los mejores y
tener que esforzarse al máximo», sino que sean apropiadas para cada
grupo de edad y no impidan que los niños tengan tiempo para jugar y
descansar.
Extraescolares que no impidan el descanso
Al respecto, la especialista en Salud Mental Infantil de la
Unidad de Pediatría de Hospital Quirón, Mª Luisa Mompó, ha apuntado que
deben ser «motivo de relajación para los pequeños y no una excusa para tenerlos entretenidos;
deben de favorecer las relaciones con otros niños, el ejercicio físico,
aprender cosas nuevas y no ser el objetivo ni la intención, conseguir
los mejores resultados y competir... Nunca, y esto es fundamental hay que obligarles a ir en contra de su voluntad. Deben de ser una motivación, un divertimento para ellos y no que lo vean como una obligación o castigo», señala.
En cuanto a qué tipo de actividad escolar es más adecuada para cada edad, ha concretato que para los menores de cuatro años será suficiente con que los llevemos al parque, que pinten en casa, jueguen y dejen libre su imaginación. A partir de los cuatro años la danza para la expresión corporal, la natación que favorece la psicomotricidad, mientras que el dibujo o la música para potenciar su creatividad y la comunicación.
En la etapa escolar, mayores de seis años, son beneficiosos los deportes en grupo para que aprendan normas,
a trabajar en equipo, al mismo tiempo que favorezcamos la coordinación y
la psicomotricidad como fútbol, ballet, gimnasia rítmica, baloncesto.
Asimismo, los especialistas aconsejan cumplir los horarios incluso los
fines de semana, aprovechar las vacaciones para instaurar un hábito tan
saludable como es el desayuno en familia, con tiempo suficiente,
fomentando el diálogo y compuesto por lácteos, cereales y fruta y preparar con ellos el material escolar.
Transmitirles comprensión y apoyo
Además, hay que ayudarles con el repaso de los deberes estivales,
siempre reforzándoles y elogiándoles en sus logros, hablarles de las
cosas positivas que implica el inicio del nuevo curso, como encontrarse
con sus amigos, conocer niños nuevos, aprender cosas, excursiones y
escucharles, responder a sus preguntas, inquietudes y miedos. Del mismo
modo, aconsejan realizar por las tardes actividades físicas, en vez de que estén viendo la TV o jugando en el ordenador,
como ir al parque, montar en bici o patinar ya que así se liberan del
estrés y eliminan de sus mentes las preocupaciones y miedos.
Por último, destacan que hay que acompañarles el primer día de colegio,
siempre haciendo el momento de la separación nada traumático y corto en
el tiempo y recogerles, siendo puntuales y mostrándonos alegres,
interesándonos por todo lo que nos cuentan sobre su experiencia.
Asimismo, nunca trasmitirles nuestra ansiedad, miedos y pereza a la hora de tener que volver a nuestros respectivos trabajos.
ABC, Lunes 2 de septiembre de 2013
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