Desde
que son bebés los niños tienen una atracción especial por los animales.
Favorecer esa curiosidad puede ser muy bueno para el desarrollo de una
personalidad sociable.
La relación especial entre tu hijo y sus mascotas
El animal adorado puede ser un perro, un gato, una
tortuga. No importa cuál. No hay más que ver cómo se transforma la cara
de un niño cuando tiene un animal cerca, para darse cuenta de que niños y
mascotas establecen una relación muy especial.
Esta atracción puede ser explotada por los padres
para favorecer en sus hijos un desenvolvimiento natural frente al mundo
animal, siempre con los recaudos necesarios de edad y seguridad.
La Academia Americana de Psiquiatría Infantil y
Adolescente (AACAP por sus siglas en inglés) afirma en un documento que
el alcance de la relación entre niños y animales puede ir mucho más allá
si se la estimula: Las mascotas son parte de la vida de los niños. "La
participación de los padres, la discusión abierta y la planificación son
generalmente necesarias para que la experiencia de tener un animal
doméstico sea positiva para todos. Un niño que aprende a cuidar a un
animal y a tratarlo con cariño y con paciencia adquiere un aprendizaje
para relacionarse con las personas."
Elegir el animal adecuado según el tipo de familia,
la casa y el estilo de vida es clave. Entre los dos y los tres años, es
ideal que el animal sea muy pacífico, ya que los niños de esa edad no
tienen la madurez suficiente para controlar sus impulsos de agresividad e
irritabilidad.
Estas son algunas de las ventajas que postula la AACAP del contacto de los niños con los animales:
- Desarrollar sentimientos positivos hacia el animal contribuye a la autoestima y a la autoconfianza del niño.
- Una buena relación con un animal también ayuda a desarrollar la comunicación no verbal, la compasión y la empatía.
- Los animales proveen lecciones acerca de la vida: la reproducción, el nacimiento, las enfermedades, los accidentes, la muerte y el duelo.
- Las mascotas ayudan a desarrollar un comportamiento responsable en los niños que los cuidan y proveen un enlace con la naturaleza.
- Enseñan al niño el respeto hacia otros seres vivientes.
Laura es mamá de Gerónimo, de 2 años. Antes de que él
naciera, sus papás ya tenían un pastor alemán, Cosme. “Gerónimo se
lleva bárbaro con Cosme desde bebé, y el perro lo cuida muchísimo. Se
pasan horas jugando juntos, siempre igual bajo mi mirada. Cuando quedé
embarazada teníamos miedo de que el perro se pusiera celoso así que
estuvimos súper atentos a cómo reaccionaba. Por suerte lo aceptó muy
bien y hoy somos cuatro en la familia”, bromea Laura.
Además del contacto hogareño que un niño puede tener
con los animales, la primera visita a un zoológico es también una
interesante entrada para descubrir el mundo animal más salvaje.
- Elegir un tema antes de ir. Por ejemplo los colores de los animales que visitarán.
- Leer historias sobre animales salvajes. Puede servir para que el niño se vaya imaginando cómo son y cómo viven los animales que más tarde irá a visitar.
- Diseñar un itinerario. Por lo general, un zoológico no se agota en una primera visita. Lo mejor es pensar antes qué se quiere ver.
- Un buen mapa. Marcar las áreas del zoo que despiertan más su curiosidad puede ser una buena forma de hacer una visita a los animales preferidos, sin que la estadía se prolongue demasiado y el niño termine por hastiarse.
- Respetar sus miedos. Algunos animales pueden asustarlo. Si elige no acercarse o prefiere no verlo, está bien que así sea. Ya habrá tiempo.
- Cámara de fotos. La salida puede estar llena de momentos inolvidables y lo mejor será inmortalizarlos en una fotografía.
- Una vez que la aventura haya terminado, es conveniente hablar con él o ella acerca de la experiencia en el zoológico, como una manera de reforzar aquello que aprendieron y disfrutaron juntos. Seguramente dará pie para planear una nueva visita.
Ya sea con animales domésticos en casa o en el zoológico, lo importante es fortalecer la curiosidad natural de los niños por el mundo animal.
Este espíritu de indagación es el mismo que a futuro lo hará una
persona interesada y cuidadosa del medio ambiente y de su entorno
natural.
Imagen: Diego y Nole agosto de 2013
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