1. Volver al cole requiere retomar las rutinas y los horarios, un tanto olvidados en verano.
Lo primero es establecer un horario por las tardes: para las
actividades extraescolares, para el estudio, para el ocio, para el baño,
la cena y, también, una hora para acostarse. Esto le dará seguridad y
sabrá qué hay que hacer después de cada actividad y qué se espera de él.
Durante las primeras dos o tres semanas de curso, establecer este
horario ayudará al buen funcionamiento del resto del curso.
2. Los horarios de estudio.
Primero la obligación y luego el ocio... es una frase que hemos oído
hasta la saciedad; pues hay que ponerla en práctica: todos los días a la
misma hora, al llegar del cole o de las actividades extraescolares es
recomendable establecer un tiempo (según las exigencias de cada curso)
para hacer los deberes, estudiar y las lecturas para luego pasar al
imprescindible momento de ocio antes del baño y de la cena.
3. El material escolar es aconsejable prepararlo con el niño,
de esta manera haréis una actividad en común, es decir, pasaréis un
tiempo juntos y será el quien se empiece a responsabilizar de sus cosas,
aunque al principio le ayudéis. A través de esta actividad se le puede
guiar en cómo tiene que organizar diariamente, por ejemplo, su mochila.
4. A través de la agenda los padres podéis establecer una comunicación y coordinación con el colegio.
Es una buena herramienta para conocer qué hace el niño en el colegio
además de saber qué actividades realiza o tiene pendientes. Habituaros a
utilizarla. Y recordad que la coordinación con el colegio es uno de los
pilares fundamentales para el éxito.
5. Es un buen momento para aumentar su autonomía.
Pídele que haga cosas solo: que se vista, que ayude a poner y quitar la
mesa, a recoger su ropa, preparar la mochila para el cole…y, aunque los
primeros días tengas que ayudarle y luego supervisarle, en poco tiempo
vereís como solo es necesario repetirlo por unos días.
6. Elegir las actividades extraescolares a veces no es tarea sencilla,
tened en cuenta que tienen que ser actividades de ocio para vuestro
hijo, que le entretengan y se divierta. Una actividad deportiva y un
idioma puede ser un ejemplo. Conviene no sobrecargarle de actividades,
ya que al final terminan perdiendo su función lúdica y se convierten en
una obligación más.
7. Emocionarse a la hora de ir al cole, que sepa lo importante que es para sus padres este acontecimiento.
8. La cena puede ser un buen momento para preguntar diariamente sobre qué ha hecho en el colegio,
con quién está en el tiempo de recreo, en el comedor o a qué juega.
Pero ojo ¡esto no es un interrogatorio policial! Podemos incluir
historias de cuando nosotros íbamos al colegio o cómo ha sido nuestro
día y así se animará a explicar su jornada.
9. Nunca olvides reconocerle cualquier mínimo avance que haga durante este periodo. A todos nos gusta que nos digan lo bien que hacemos las cosas, y a tu hijo más y sobre todo si viene de sus padres.
10. Y recuerda: que tu hijo venga contento del colegio es la señal más importante de que todo fluye correctamente.
ABC,
Lunes 16 de septiembre de 2013
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