LAURA PERAITA
Los expertos en nutrición coinciden en la necesidad de
realizar cinco comidas diarias, e insisten en que hay que empezar con un
desayuno saludable con un aporte de entre el 20 y el 30% de la ingesta
calórica diaria total.
Con la vuelta al colegio, muchas madres se preocupan por
preparar un tenempié a sus hijos para que lo tomen durante el recreo.
Pero no todo vale. «Nada de chocolates, bollos, bolsas de patatas
fritas, gusanitos... —asegura tajante Raquel Barrios, responsable de la
Unidad de Diabetes Pediátrica del Hospital Ramón y Cajal—. La opción más saludable es ofrecer al niño un bocadillo de pan de barra, a ser posible que sea integral porque el pan de molde contiene más grasa».
La directora médica del Servicio de Promoción de la Salud de Sanitas, Clara Esteban, matiza que el pan de molde está indicado para cuando el niño es más pequeño o tiene problemas de dentición, «pero habrá que cambiarle al pan de barra en cuanto lo acepte».
Dentro del bocadillo
A los niños con una gran actividad física se les puede
poner dentro del bocadillo salchichón, jamón serrano, lomo, queso...
«siempre prestando atención a lo las etiquetas de estos productos porque
hay muchas mortadelas o chopped que tienen más grasas que proteínas», explica la doctora Esteban.
Lo más saludable es «ofrecerles pavo o jamón york, que
tienen poca grasa, y dejar para una ocasión especial otros embutidos
—asegura Raquel Barrios del Hospital Ramón y Cajal—. Para que el niño no
se aburra y deje su almuerzo se puede alternar en diferentes días con bocadillos de caballa o atún natural. Eso, sí, nada de ponerle matequilla —advierte—. Para que no quede seco se puede restregar un tomate natural sobre el pan».
La doctora Barrios añade que el bocadillo se puede acompañar o bien de un lácteo —tipo
actimel— o una pieza de fruta entera, pero pequeña, como una manzana,
pera o melocotón, según la temporada del año o, incluso se le puede
ofrecer alguna hortaliza como es la zanahoria.
Respecto a la socorrida opción del chocolate, la doctora
Raquel Barrios prefiere que no tomen chocolate y, en el caso de hacerlo,
debe ser lo más puro posible, porque es más sano, «y nada de comerlo
con galletas, mejor con pan».
Cuidado con los zumos
Tampoco aconseja los zumos envasados por su alto contenido
en azúcar. «Una vez más —apunta Clara Esteban— conviene fijarse en el
envase para ver el porcentaje de fruta real que tiene, porque a veces pone es bajo en azúcar, pero tiene mucha grasa y poca fruta».
Las barritas de cereales también
son otra buena opción para los recreos por su correcto aporte calórico y
de proteínas. Aquí también hay que atender a su composición, sobre todo
los alérgicos, porque en ocasiones contienen trazas de frutos secos.
Raque Barrios aplaude un producto que ha salido recientemente al mercado que «consiste en bolsas pequeñas que contienen hortalizas frescas
y naturales —zanahoria, nabo, remolacha, calabaza, patata...— con
formas y colores diferentes precisamente pensadas para que los niños
tomen un sano tentempié».
La directora médica de Sanitas asegura que lo importante es ofrecer al niño un tentempié sano, para que adquiera buenos hábitos de consumo, y variado cada día, para que los ingiera y fortalezca y no acaben en la papelera del patio del colegio.
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