GALIANA LEGORBURU
Comer de manera saludable no es un hábito que se adquiere con la edad o cuando se intenta adelgazar. Una mala alimentación afecta igual a un adulto que a un niño, aunque este no lo note con la misma rapidez en la báscula. A veces se nos olvida que somos mucho más que los kilos que pesamos y que estos no son, además, un indicativo de que lo estemos haciendo bien (en lo que a nutrición se refiere). De hecho, como advierte la dietista-nutricionista y especialista en nutrición clínica en pediatría Melisa Gómez Allué , las meriendas escolares suelen ser, en parte, las culpables del sobrepeso infantil, con productos azucarados y ultraprocesados. Altamente perjudiciales para su desarrollo.
"Las meriendas escolares pueden ser una excelente oportunidad para ofrecer a nuestros niños frutas y verduras. Sin embargo, basta con acercarse a cualquier colegio a la hora del recreo para ver desfilar toda clase de productos malsanos: galletas cubiertas de chocolate o rellenas de crema, bollería industrial, postres lácteos y un sinfín de productos que sobrepasan las cantidades recomendadas de azúcar", advierte la experta.
Excusas que estropean las meriendas de nuestros hijos
- "No tengo tiempo para cocinar". Existen montones de alternativas que pueden hacerse en solo cinco minutos. ¿La más sencilla? Una pieza de fruta. Una mandarina, un plátano o una manzana siempre están preparados para el 'take away'.
- "Así me aseguro de que merienda, porque es lo que le gusta". Los responsables de la calidad de su alimentación son los padres. Y como asegura Gómez, dejar esta decisión en manos de los niños derivará en un adictivo menú rico en azúcares. "Siempre hay alternativas saludables para paladares exquisitos. Se pueden preparar galletas en casa con copos de avena y plátano o servir la manzana con crema de cacahuete o de chocolate casera", añade.
- "Es que hoy no es el día de la fruta". Cuando en los colegios se ha establecido el día de la fruta ¿se ha tomado en cuenta que todos los días los niños deberían consumir cinco raciones de frutas y hortalizas? Debería animarse a los pequeños a llevar fruta a diario en lugar de conformarse con que, al menos, la toman una vez a la semana.
El sentido del gusto se forma, en parte, a través de los hábitos alimenticios. Es decir, que si desde que son pequeños no se le enseña a comer de manera variada y saludable después será muy difícil que acepten estos cambios. "Dar bollería industrial o dulces para que merienden acaba teniendo consecuencias. Y es que donde aparecen las galletas con crema de cacao que se despidan los palitos de pepino, porque resultará una batalla injusta en la que los vegetales tienen todas las de perder", comenta la nutricionista.
En busca de la merienda perfecta
Y sí, los vegetales también caben en una merienda. Y aunque, como dice la experta, culturalmente no solemos pensar en este grupo de alimentos para los recreos, con un poco de creatividad y aderezos que acompañen pueden convertirse en meriendas divertidas capaces de conquistar a cualquier niño. Tomates cherry de colores, palitos de pepino con tahín, palitos de zanahoria y apio con 'hummus', champiñones rebanados, 'chips' de zanahoria o remolacha horneados en casa... Prueba y elige la opción que más les guste.Empieza por una base de frutas o vegetales. Una vez hayas seleccionado algún alimento de los grupos anteriores puedes incluir un lácteo, como yogur entero (sin azucarar) o un alimento rico en carbohidratos, como los copos de avena o una tostada de pan (preferiblemente integral). Y no te olvides de las grasas saludables, como el aguacate, el aceite de oliva virgen extra, los frutos secos triturados o en crema y las semillas. Encuentra la forma más cómoda de transportarlo y será un 'snack' ideal para su desarrollo. Por ejemplo, una idea que siempre suele encantar a los más pequeños es hacer bizcochos caseros con plátanos y copos de avena. O preparar un bocadillo de pan integral con requesón y crema de frutos secos.
"Mi consejo es que se animen a probar distintas alternativas para quedarse con las que mejor funcionen en cada familia, pero siempre dentro del marco de opciones saludables. Y aunque habrá ocasiones especiales para compartir un trozo de tarta o algún otro dulce, la norma será la de disfrutar de los alimentos de verdad y de la satisfacción de haber sentando las bases para un mejor futuro", dice Gómez. La mejor herencia que les puedes dejar es la salud.
EL MUNDO, Jueves 16 de febrero de 2017
Imagen: Imágenes educativas
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