CARLOTA FOMINAYA
«¡En esta casa siempre toca verdura!».
«Es la frase que soltó mi hijo una noche después de comprobar que,
efectivamente, había otra vez verdura para cenar. Y la verdad es que no
lo dijo con mucha alegría. Al contrario, ¡estaba muy enfadado! Le
expliqué que sí, que en casa habría verdura hoy, mañana y casi cada día,
así que mejor no preocuparse mucho por ello y no montar un drama cada
noche, porque sería muy pesado para los dos», relata Bet Plans, la
creadora de Menuario, un juego familiar que sirve para planificar las
comidas semanales y fomentar la alimentación saludable y equilibrada entre los más pequeños.
Esta
fue una de las razones que llevaron a esta economista de carrera a
reflexionar que la planificación del menú de la familia no podía ser
sólo cosa suya. «Pensé que los niños debían participar,
implicarse en ello y entender por qué comemos lo que comemos, y que no
es que yo tenga ganas de hacerles la puñeta (cosa que me temo que han
pensado en más de una ocasión)».
Previsión, la clave de todo
Ella siempre había sido una persona ordenada y metódica, pero con las comidas «no había manera»,
reconoce. Acumulaba libros de nutrición y recetas que estaban muy bien y
eran muy bonitos, pero de poco le servían en el día a día, en el que
llegaba a casa cargada de bolsas y mochilas, y entonces se planteaba la
terrible pregunta: «¿Qué cenaremos hoy?». «Vi que sólo una fórmula
mágica podía evitar que esta escena se repitiera un día tras otro: la previsión».
Así fue cómo empecé la búsqueda de una herramienta que hiciera fácil la
planificación de las comidas de la semana que no encontró.
La clave de la herramienta Menuario
De su búsqueda de un método para acabar con las discusiones a la hora
de cenar en familia nació hace unos meses Menuario: Se trata de un
juego familiar con el que es posible planificar las principales comidas
del día (almuerzo y cena) para toda la semana, asegurando las raciones
de cada grupo de alimentos que recomiendan las pautas de la Dieta
Mediterránea. «Tus hijos, sea cuál sea su edad, aprenderan los
conceptos básicos de nutrición equilibrada, lo que les será muy útil en
el futuro», asegura Plans.
El objetivo principal es
facilitar que todos comamos un poco mejor. «Y tenemos la gran suerte de
no estar solos en este proyecto, pues contamos con el apoyo y la
colaboración de dos de las principales entidades del país en la
promoción de la salud y los buenos hábitos alimentarios: La Fundación Alicia, y el Hospital Sant Joan de Déu».
Colaboradores de lujo
La
primera, situada en Món Sant Benet, en Sant Fruitós de Bages, y fundada
en el año 2003, cuenta con la complicidad y la colaboración de los
mejores cocineros y destacados científicos. Desde entonces trabaja con
instituciones, entidades y asociaciones para ser un referente en la
investigación aplicada a la gastronomía, ofrecer respuestas culinarias a
problemas alimentarios y convertirse en un espacio para crear
consciencia social sobre la importancia de la alimentación como un
factor cultural y educativo.
La
Fundación asesora en los contenidos del libro de Menuario y propone las
recetas que se incluyen en él. En el prólogo del libro, su responsable
de salud, la doctora Elena Roura, insiste en que para comer bien «no
debemos pensar que hay alimentos buenos o malos, el problema es cómo
gestionar la presencia de cada uno y controlar su frecuencia, porque los
hay de consumo ocasional mientras que otros son imprescindibles a
diario». Por esto, y para evitar el derroche de alimentos, recomienda la planificación de los menús.
Por su parte el Hospital Sant Joan de Déu,
desde su departamento de Innovación e Investigación, apoya la
iniciativa y recomienda el uso de esta herramienta entre las familias.
Desde su portal Faros, de apoyo a las familias, afirma que «la mejor
manera de seguir una dieta equilibrada es a partir de la planificación
de las comidas de forma semanal, y que la implicación de los niños en su preparación favorece la aceptación de alimentos habitualmente rechazados».
Desde
este centro hospitalirio destacan también la importancia de que los
niños aprendan ya desde la infancia unos buenos hábitos de alimentación
para la prevención de trastornos alimentarios y que estos se pueden
trabajar en la escuela, pero que es sobre todo en casa donde se adquieren, con el ejemplo diario de la familia.
Tanto es así que el Departamento de Endocrinología plantea la
utilización de Menuario en sus talleres para la prevención de la
obesidad en niños y adolescentes.
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