MARÍA SÁNCHEZ SÁNCHEZ
En las dos últimas décadas ha aumentado significativamente el número de embarazos múltiples. En España, en el año 2014, los partos múltiples supusieron el 2,29% del total y una estampa antes poco habitual, la de los cochecitos dobles paseando por los parques infantiles, ha pasado a ser una parte más de nuestro paisaje social.
El uso de técnicas de fertilidad a las que recurren, cada vez más, las parejas que quieren tener hijos, tiene mucho que ver en este aumento de embarazos por partida doble o triple. Sin embargo, como muestran varios estudios, también la genética y la edad de la madre tienen algo que decir.
Sabíamos que si existen antecedentes de embarazo múltiple en la familia, aumentan las posibilidades de que esto se repita en las siguientes generaciones. Pero también hay un dato curioso: a mayor edad de la mujer, más probabilidades de que en sus ciclos menstruales se produzca una ovulación múltiple. Así lo indicaba, por ejemplo, una investigación coordinada por el profesor Roy Homburg y el doctor Cornelius Lambalk en la University Medical Centre de Ámsterdam (Holanda). En ella, después de analizar y comparar los ciclos menstruales de mujeres menos de 30 años; de entre 30 y 35; y mayores de 35, observaron que a medida que envejecían aumentaban los casos de ovulación múltiple (esto no se traducía necesariamente en embarazos, porque la calidad de los ovocitos podía seguir siendo pequeña).
Teniendo en cuenta que en España cada vez se retrasa más la maternidad —en 2015, el 37,7% de las mujeres que dieron a luz tenían 35 años o más—, ¿podría ser esta una causa natural que explicase la proliferación de cochecitos gemelares?
Desde el Instituto Marquès de Barcelona que dirige la doctora Marisa López-Teijón, experta en ginecología y fertilidad, explican que “sin duda las técnicas de reproducción asistida han influido en el incremento de embarazos gemelares en los países desarrollados: hemos pasado en Europa de una incidencia de 10 casos por cada 1.000 nacimientos en 1980 a 16 por 1.000 en la actualidad”.
Aun así, señalan, “habría dos grupos de edad donde la ovulación doble o múltiple es más frecuente, y por tanto, donde hay más posibilidad de que aparezcan embarazos gemelares de forma espontánea”. Estos tramos se corresponden con extremos de la fertilidad, donde la ovulación es más "imperfecta". Serían: desde la menarquia —primera menstruación— hasta los 18 años, y a partir de los 40 años. En este último caso, “aunque la reserva ovárica se haya reducido mucho, la probabilidad de ovulación anómalas y múltiples vuelven a ser más frecuentes, y por lo tanto, si la paciente se queda embarazada, y el embarazo evoluciona correctamente, la incidencia de gemelos también es más elevada en este grupo de edad”.
La doctora señala que “aun así, el impacto de ambos grupos en la tasa de gemelos de la población general es baja: en el primer grupo porque son las propias pacientes las que no buscan un embarazo, y en el segundo porque la baja fertilidad en este grupo de pacientes lleva, a un porcentaje elevado, a tener que realizar técnicas de reproducción asistida para cumplir su deseo de ser madres”.
EL PAÍS, Miércoles 22 de febrero de 2017
Comentarios
Publicar un comentario