MARTINA DE FABRIZIO
Madre y bloguera italiana
Querida amiga:
Quedan muy pocos días para que seas madre, ¡por
fin! No voy a darte ningún consejo porque te van a dar miles. No quiero
tranquilizarte ni garantizarte que tu instinto maternal será más fuerte
que cualquier consejo, porque a mí me lo dijeron y me pusieron de los
nervios. Mi primer hijo nació, lloró y gritó, pero mi famoso instinto
maternal no apareció y tuve que apañármelas sola la primera noche en
aquella habitación de hospital. Fue la primera vez que mi hijo y yo
estuvimos a solas.
Pero quiero decirte una cosa: prepárate para equivocarte. Mucho. Siempre.
Te equivocarás cuando le dejes llorar toda la noche
porque te han dicho que eso es lo que hay que hacer. Porque es bueno
que aprenda a calmarse él solo. O simplemente porque ya no puedes
levantarte de la cama por enésima vez.
Te equivocarás cuando lo
cojas en brazos si llora por la noche porque has leído que si no lo
haces se convertirá en una persona ansiosa y traumatizada por la
sensación de abandono. O simplemente porque no puedes verle llorar. Con
cada lágrima se te rompe un poco el corazón.
Te equivocarás cuando
le des el pecho durante demasiado tiempo o durante demasiado poco. Si
decides no darle el pecho, serás una mala madre.
Te equivocarás
cuando no tengas tiempo de llevarle de paseo tres horas al día como
mínimo. No tendrás tiempo porque tendrás que limpiar la casa, ir al
trabajo o, lo que es peor, no te apetecerá vestirte y salir.
Te
equivocarás al cocinar verduras ecológicas porque la agricultura de la
zona contamina menos. Te equivocarás al calentar en el microondas
comidas industriales que no tienen pesticidas, pero que están llenas de
conservantes. Te equivocarás cuando le des demasiadas proteínas o no las
suficientes.
Te equivocarás cuando vuelvas a trabajar, porque
todavía es demasiado pronto para dejar a tu hijo en una guardería o a
cargo de una canguro o de una abuela. Te equivocarás si renuncias a tu
trabajo por él porque, tarde o temprano, pagarás la frustración con él. Y
porque alguien tiene que pagarle la ropa y los juguetes.
Te
equivocarás cuando no pierdas los tres kilos que has ganado durante el
embarazo inmediatamente después del parto, porque una madre realizada
debe tener una forma física impecable. Te equivocarás cuando quieras
volver a ponerte en forma dos meses después de dar a luz, porque el tono
de la zona del perineo no será bueno y te harás pis en los pantalones
cada vez que te rías a carcajadas durante el resto de tus días.
Te
equivocarás cuando impongas reglas, porque serás una madre dictadora.
Te equivocarás cuando no pongas normas, porque tendrás un niño dictador.
Te
equivocarás cuando te dejes abrumar por la culpabilidad, porque una
madre sabe conciliar su independencia con el tiempo para dedicarse a su
familia. Te equivocarás cuando no hagas caso a esa culpabilidad, porque
lo único que intenta transmitirte es que no eres una buena madre y nunca
lo serás. Una madre perfecta. Porque la perfección no existe y buscarla
no es sano.
Por eso, querida amiga, no tengo muchos consejos
para ti, pero sí un deseo: que seas una madre maravillosa e imperfecta,
como somos todas, cada una a su manera. Y estoy segura de que
encontrarás la tuya. Tu manera extraordinaria y particular de
equivocarte.
Post original publicado en lamamaitalienne.com.
Este post
fue publicado con anterioridad en la edición francesa de 'The
Huffington Post' y ha sido traducido del francés por Irene de Andrés
Armenteros.
HUFFINGTON POST, Miércoles 3 de agosto de 2016
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